Concilio Internacional Jesucristo Soberano


1. Obras preparadas por Dios 2. Las ovejas obran por amor sin mirar lo que hacen las manos 3. Felices los que están instituidos en justicias 4. Sembradores alegres 5. Las obras buenas llenas de misericordia 6. Somos perfume de Cristo 7. Las obras buenas por agradecimiento 8. Ay de mí

 

 

 

FELICES LOS QUE ESTÁN INSTITUIDOS EN JUSTICIA

Capítulo III

Felices los de espíritu humillado

Felices los que lloran

Felices los mansos

Felices los que tienen hambre y sed de justicia

Felices los misericordiosos

Felices los de limpio corazón

Felices los pacificadores

Felices los que padecen persecución

Felices cuando sois vituperados y perseguidos

Somos la sal de la tierra

Somos la luz del mundo

No matarás

No te enojes locamente con tu hermano

Reconciliarse

No codiciar lo ajeno

No resistir al mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra

Al que te pide, dale

Ama a tu enemigo

Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. (Mateo 5:1-48)

La felicidad se encuentra en poner por obra las que ya han sido preparadas para que andemos en ellas, así es, no hay otra alternativa. Ni la abundancia de dinero, de fama, de conocimiento humano, ni siquiera de poderes políticos, dan la felicidad del cielo, solamente los que ponen por obra las que son de Dios.