CONCILIO INTERNACIONAL JESUCRISTO SOBERANO

LO VIEJO: Introducción 1. El primer Adam caído y pecador 2. El hombre viejo o exterior 3. El pecado separa y es ley en la carne 4. La ley y su función

LO NUEVO: 1. El postrer Adam 2. Los pecados puestos sobre Jesús, el inocente haciendo inocente al culpable 3. De muerte a vida 4. La dádiva de Dios 5. Nuevo Pacto 6. Muertos al pecado y muertos a la ley

 

 

De lo Viejo a lo Nuevo

Lo Nuevo

 

Capítulo IV

 

La Dádiva de Dios

 

Textos por excelencia Juan 3:16 y Romanos 6:23

 

“Porque de tal manera amó Dios al mundo. Que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

“...la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor muestro.”

“...don de la justicia.” Romanos  5:17 

“Gracias a Dios por su don inefable.” 2 Cor. 9:15

“Respondió Jesús y díjole: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber: tú pedirías de él, y él te daría agua viva.” Juan 4:10

“Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.” Juan 6:32  “…Yo soy el pan de vida: el que a mí viene, nunca tendrá hambre; …” Vs. 35

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” Isaías 9:6

“Y enemistad ponder entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Génesis 3:15

“Y parirá un hijo, y llamaráse su nombre JESUS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados…llamaráse su nombre Emmanuel, que declarado, es: Con nosotros Dios.” Mateo 1:21-23

“Mas el angel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.” Lucas 2:8-11 

“Y entrando en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, le adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrrecieron dones, oro e incienso y mirra.” Mateo 2:11

Ya que Dios nos amó primero y lo demostró dando a cada uno de sus hijos el don inefable, ahora nos toca a nosotros adorarlo por amor y agradecimiento, sabiendo que la adoración incluye los dones que le damos al Dios hombre por ser él la dádiva por excelencia que vino del cielo a la tierra para los hombres de buena voluntad.

!Abba, Padre!