Concilio Internacional Jesucristo Soberano

Estudios

EL FUNDAMENTO PUESTO POR SAN PABLO - Parte II

(Doctrina del Espíritu en la Reforma del siglo XXI)


Por Apóstol Domingo Hernández  www.bngg.org  |  icristrestauracion@yahoo.com  Reconciliando, restaurando, pacificando  Toll Free 1-844-498-5800  760-716-0540 


 
 

Pascua y circuncisión van a la par, son inseparables.

La comprensión de este mensaje de Dios, es de vital importancia, recuerden que los que sobre el fundamento edifican poniendo correctamente la sana doctrina, recibirán recompensa, mas los que ponen doctrinas diversas, falsas doctrinas, interpretación particular, repitiendo en lo que otros fallaron, no habrá la recompensa adecuada. Se entrará pero como por fuego, se entra como por fuego cuando se sufre en vano y cuando se cae de la gracia y permanecen sin dejar que sea formado de nuevo Cristo en nosotros, nuestra esperanza de gloria. En el nuevo pacto no hay símbolo en la circuncisión, así tampoco lo hay en la Pascua. Sean muy bendecidos y continuemos en el estudio de la sana doctrina.

 

El espíritu de adopción

 

Romanos 8:14-17

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios, porque habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos Abba, Padre, porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo…”

                                

Efesios 2:11-14

Por tanto, acordaos que en otro tiempo vosotros los Gentiles en la carne, que erais llamados incircuncisión por la que se llama circuncisión, hecha con mano en la carne. Que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la república de Israel, y extranjeros a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Mas ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis  sido hechos cercanos por la sangre de Cristo, porque él es nuestra paz, que de ambos hizo uno…

Romanos 3:23 Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.

 

Dios envía su Hijo para redimir

Gálatas 4:1-11

También digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque es señor de todo. Mas está debajo de tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos bajo los rudimentos del mundo.

 

  Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley, para que redimiese a los que estaban debajo de la ley,  a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba Padre. Así que ya no eres más siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios y de Cristo.

Antes, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servías a los que por naturaleza no son dioses: mas ahora, habiendo conocido a Dios, o más bien, siendo conocidos de Dios, cómo os volvéis de nuevo a los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver a servir?

 

Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Temo de vosotros que no haya trabajado en vano en vosotros.

Ya no somos siervos, somos hijos de Dios para siempre. Se recuperó la gloria perdida. La ley no puede condenar a un hijo de Dios porque tenemos un Padre que dio a su Hijo para que nos redimiese y ya lo hizo, esto es una sola vez y para siempre.

 

Rom.8:29-32

A los que antes conoció….también glorificó.

No estamos adoptados por condición, ya no se prueba nuestra posición, ahora somos conforme a la imagen del Hijo de Dios y El el mayor entre nosotros.

Miremos a Jesús: Hebreos 7:26 Porque tal pontífice nos convenía: santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.

Vs 28 …la palabra del juramento, después de la ley constituye al Hijo, hecho perfecto para siempre.

Hebreos 10:14 Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

Por Jesucristo, hemos sido glorificados, justificados, santificados, hechos perfectos para siempre. Si Jesucristo fue hecho perfecto para siempre, nosotros igualmente, es por ello que somos ya hechos a su imagen para siempre. La adopción nos recuperó la posición que tenía Adam antes de desobedecer, era inocente. Nos convenía Jesucristo porque era inocente, esto hizo que recuperáramos la inocencia como antes de ser destituidos de la gloria de Dios. Claro, sencillo y profundo.

 

Engendramiento

 

Engendrar no es crear, viene del padre que de él sale la simiente, ya formada desde antes de ser engendrada, pues es parte de la vida misma del padre.

Nacer del Espíritu, es estar participando de la misma naturaleza del Espíritu. Nadie participó con el Espíritu para producir simiente, la tiene en él mismo y en su momento y debido tiempo, produce el nacimiento de la nueva criatura que es hijo de Dios por naturaleza.

“Es necesario nacer de nuevo” Juan 3:3,6

Nadie puede nacer de nuevo en el concepto espiritual, primero, porque él mismo no se engendró ni tampoco se parió, nacer del Espíritu es por su soberanía y el que no nazca del Espíritu, es que no era del Espíritu. No entra al reino porque no es del reino, porque no fue engendrado por el Espíritu y de seguro no es simiente del Altísimo.

“Es  necesario que nazcas de nuevo,” si así no fuere, es que no era necesario por no haber sido engendrado en primera instancia.

 

El primogénito de los engendrados

Hebreos 1;1-9

Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por el cual asimismo hizo el universo: el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las Alturas.

Hecho más excelente que los ángeles, cuanto alcanzó por herencia más excelente nombre que ellos. Por qué a cuál de los ángeles dijo jamás: Mi Hijo eres tú, hoy yo te he engendrado? Y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí hijo?

Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en la tierra, dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego.

 

Mas al Hijo: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Vara de equidad la vara de tu reino; Has amado la justicia, y aborrecido la maldad; por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.

Dios engendra a su Primogénito y le otorga toda la autoridad y poder para crear todo lo que existe. Después que purgó nuestros pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las Alturas, alcanzando por herencia más excelente nombre que los ángeles. El Hijo engendrado una vez se sienta en el trono, el Padre Dios, le dice a los ángeles que le adoren porque es Dios.

El gozo le fue propuesto en el cielo, ungiéndolo Dios con óleo de alegría más que a todos tus compañeros.

 

Hebreos 12:2

Puestos  los ojos en el autor y consumador de la fe, en Jesús; el cual , habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y sentóse a la diestra del trono de Dios.

 

Filipenses 2:8-11

Y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le ensalzó a lo sumo, y dióle un nombre que es sobre todo nombre; para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor a la gloria de Dios Padre.

Ahora Jesús Dios, sentado en el trono junto a la Majestad, es adorado en la tierra y en el cielo, confesando que Jesús es el Señor.

Jesús, menciona que él sabía de donde había venido y a donde iba. “La gloria que tuve contigo” Lo que oyó del Padre como doctrina del Espíritu, eso enseñaba. El Señor fue claro de su procedencia. Pablo enseña y aclara el misterio. El mismo Jesucristo se le manifestó en el camino de Damasco, cuando oraba en el templo y las muchas veces que se le apareció. Pablo es el mejor exponente del engendramiento por el Espíritu.

 

 

La preexistencia

 

Existir desde antes de la creación

Considerar que Dios Padre existe desde la eternidad, sin principio ni fin. El Señor como omnisapiente (que todo lo sabe) supo desde antes que comenzara la rebelión en su espacio de Gobierno, que desde la misma sede angelical, se levantaría el rebelde que llevaría con engaño la tercera parte de los ángeles que Dios mismo había creado.

En su conocimiento ilimitado, Dios sabiendo en su sabiduría, que la rebelión se extendería a los seres creados por El, entrando el pecado y la muerte a todos, desde el primer hombre Adam y a todos sus descendientes; crea el plan de salvación.

Desde la eternidad existía Dios Padre, no había vida solamente en El. Todo en el Universo estaba vacío.

La problemática de la futura rebelión, que traería complicación, desorden, destrucción e incitación a continuar la conspiración contra el cielo, hizo surgir en Dios Padre, el gran plan para volver a poner todo en orden y el buen funcionamiento de su gobierno.

 

 El gran plan consistía en recuperar lo perdido por medio de Uno como El, que saldría de El  para reconquistar por medio del Amor, cada espacio, cada futuro hijo, la paz, el orden y la felicidad pura que proviene de Dios Padre.

Si las Escrituras en misterio, expone este plan, solo por revelación podrá ser dado a conocer.

Carísimos, oración y mucha atención al estudiar bíblicamente este tema de la preexistencia.

Vayamos a la epístola a los Hebreos capítulo 1:1-14

Dios engendra a su Hijo, hace todo el Universo por El, habla en este tiempo por su Hijo. Dios declara delante de los ángeles que El hizo, que su Hijo es Dios y que se sienta al lado de la Majestad. Dios lo engendró en el hoy de aquella eternidad. El trono es solamente para Dios Padre, Dios Hijo y los Hijos de Dios que él engendró. Juan 1:12,13, Efesios 2:1-6

Ya en la carne los hijos y el Hijo Hebreos 2:14-17

“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él (el Hijo) participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al Diablo.

                                 

Y librar a los que por temor de la muerte estaban por toda la vida sujetos a servidumbre…(la carne desde la simiente de Abraham) No tomó a ningún ángel para el cumplimiento de este gran Plan.

Antes de venir ninguno de nosotros los hijos de Dios éramos carne, de la misma manera el Hijo Dios.

A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú…?

Tampoco nosotros los hijos de Dios, somos ángeles.

Jesucristo es nuestro hermano mayor Rom. 8:29

Juan 20:17 “…ve a mis hermanos, Mi Padre y vuestro Padre, mi Dios y vuestro Dios.” Dioses sois Salmo 82:1-8 Sin embargo como hombres moriréis. Juan 10:34-38 Está escrito. A ningún angel se le clasificó como Dios, a los hijos de Dios Sí como al Hijo.

Cuando Dios introduce al Hijo en la tierra, le dice a los ángeles que le adoren. Hebreos 1:6

Cuando el Hijo crea la tierra los ángeles alababan y los hijos de Dios se regocijaban. Job 38:1-7 (Apc. 1:20)

Los hijos de Dios en reuniones con el Padre Job 1:6, 2:1,2 vino Satanás en estas dos ocasiones de andar por la tierra y rodearla.

                              

El lugar de reunión de los hijos de Dios con El, no era en la tierra, fue el lugar donde estaba Dios y esto comprende la eternidad y el centro del Universo.

Si Dios engendró a su Hijo primogénito, también nos engendró a nosotros sus hijos. Juan 1:12,13 El engendramiento no fue por sangre, carne ni voluntad humana, sino por voluntad de Dios.

Jesús dijo: Yo sé de donde he venido y sé a donde voy, nosotros sabemos de donde hemos venido y a donde vamos.

Fuimos enseñados del Padre para poder ir a Jesús. Juan 6:44-46 …oír del Padre y ser enseñado de El, puede venir a Jesús. Juan 10:14 Conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Vs. 26 los que no creían no eran de las ovejas de Jesús. Las ovejas a la derecha de Jesucristo Mateo 25:33

Con corazón circuncidado, (Romanos 2:28,29) podemos creer y confesar que el Padre resucitó a su Hijo de los muertos, así se confirma estableciendo nuestra salvación que nada menos y nada más que es la recuperación de la gloria perdida por el pecado de Adam.

 

Habiendo estado destituidos de la gloria de Dios, (Rom. 3:23) fuimos glorificados, (Rom. 8:29-32) esa es la resurrección que se menciona en Efesios 2:1-6. Ahora: Con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación.

 

Adicional

Filipenses 1:29 Dios concede creer

1 Cor. 3:5 Dios concede creer

Para poder creer, Dios nos dio el don e la fe Rom. 12:3

Para poder creer, es posible solamente con un corazón nuevo, hechura de Dios. (Rom. 2:28,29)

Cuántos en multitud son salvos sin nunca haber pronunciado la confesión descrita en Romanos 10:8-11?

“Creer en el corazón y confesar a Jesús” Ya Dios lo puso en el corazón nuevo (Hebreos 8:6-13, 10:15-23, Ezeq. 36:26,27, Jeremías 31:31) Aunque gran multitud de hijos de Dios que pasaron por esta tierra, aunque nunca confesaron a Jesús,  ya en sus corazones nuevos, estaba escrito el creer y confesar.

1 Cor. 12:1-3 “Nadie puede llamar a Jesús Señor; sino por el Espíritu Santo.”

 

La predestinación

 

Lo que Dios determinó que sucedería de acuerdo con su voluntad. Romanos 12:1-3 “…para que experimentéis  cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Efesios 1:11-13 “En él digo, en quien asimismo tuvimos suerte, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el consejo de su voluntad. Para que seamos  para alabanza de su gloria, nosotros que antes esperamos en Cristo..y vosotros” (Judíos y Gentiles)

Esperábamos porque éramos conocidos desde antes.

Romanos 8:29

“Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Predestinados para recuperar la imagen perdida de Dios y llegar a ser alabanza de su gloria. Ya está efectuado!

Resucitados y glorificados (Efesios 2:1-6 y Rom. 8:29,30)

Jesucristo (el Hijo del hombre) vino a buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10)

 

En el plan de Dios, que comenzó desde antes de la caida del primer ángel, se predestinó la recuperación a la imagen del que nos creó, pues Adam y sus descendientes hijos de Dios por engendramiento, caerían de su posición perdiendo la gloria recibida en la eternidad en el momento de sus engendramientos. Esa es la predestinación.

Efesios 4:11-13 Los ministerios nos ayudan por el conocimiento a saber como Dios nos recuperó por su Hijo Jesucristo.

El Sello, el Fruto, el Lleno y los Dones espirituales

Lo espiritual con lo espiritual 1 Cor. 2:13 “con doctrina del Espíritu”

Cuando Dios nos concedió creer (Filipenses 1:29) creímos a la verdad del evangelio y fuimos sellados  con el Espíritu Santo de la promesa. El anticipo de nuestra herencia, ya redimidos alabamos su gloria.

Se conoce al árbol por su fruto

Gálatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.

 

Los sellados manifiestan los regalos de Dios

1 Cor. 12:1-31

Siempre buscando el lleno del Espíritu Santo por el conocimiento Efs. 5:18

 

· De una misma masa (Adam es la masa)

 

Romanos 9:10-33

“de la misma masa, un vaso para honra y otro para vergüenza.” “Vasos de misericordia que él ha preparado para gloria. Somos los llamados de los Judíos y de los Gentiles…Allí serán llamados hijos del Dios viviente…”

 

· Dos simientes

 

La simiente de la mujer y la de la serpiente” Génesis 3:15

Caín y Abel

Caín era del malo 1 Juan 3:12 Abel sus obras eran Justas.

Jacob y Esaú, la promesa y la carne Romanos 9:6-22

Nehemías 13:1-3 9:1,2  Esdras 9:2 La simiente santa ha sido mezclada con los pueblos de las tierras. 10:1-3 Malaquías 2:11  casándose con hija de dios extraño

 

Mateo 13:1-36,37-43 Trigo y cizaña. El Hijo del hombre, la buena simiente, campo=mundo, son los hijos del reino, la cizaña son los hijos del malo, enemigo, Diablo, ciega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. Los justos y los que hacen escándalos e iniquidades. Unos serán quemados y los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre: el que tiene oidos para oir oiga.

Mateo 25:31-46 Ovejas a la derecha y cabritos a la izquierda.

1 Cor. 3:17,18  4:1-14 El evangelio oculto para la cizaña, incrédulos, para el trigo, resplandeció Jesucristo en él.

Para poder confesar lo que se creyó que estaba escrito, era necesario ser el vaso que salió de la masa, que era para honra. Como dice Pablo: ese vaso de honra y misericordia somos nosotros.

 

Isaac e Ismael

 

Gálatas4:22-31

Porque escrito está que Abraham tuvo dos hijos; uno de la sierva, el otro de la libre. Mas el de la sierva nació según la carne; pero el de la libre nació por la promesa. Las cuales cosas son dichas por alegoría: porque estas mujeres son los dos pactos; el uno ciertamente del monte Sinaí, el cual engendró para servidumbre, que es Agar. Porque Agar o Sinaí es un monte de Arabia, el cual es conjunto a la que ahora es Jerusalem, la cual sirve con sus hijos. Mas la Jerusalem de arriba libre es; la cual es la madre de todos nosotros. Porque está escrito: Alégrate, estéril, que no pares: Prorrumpe y clama, la que no estás de parto; porque más son los hijos de la dejada, que de la que tiene marido. Así que, hermanos, nosotros como Isaac somos hijos de la promesa. Empero como entonces el que era engendrado según la carne, perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Mas qué dice la Escritura? Echa fuera a la sierva y a su hijo; porque no será heredero el hijo de la sierva con el hijo de la libre. De manera, hermanos, que no somos hijos de la sierva, mas de la libre.

 

Romanos 9:6-24 Hijos de la promesa e hijos de la carne, estos últimos, no son hijos de Dios, los hijos de la carne.

Abraham tenía en él las dos simientes; el de la carne y el de la libre que es el de la promesa. Lo mismo que en Isaac tenía en él las dos simientes: Jacob y Esaú.

 

 

· El misterio del matrimonio

 

Efesios 5:21-33

 

“…Cristo amó  a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla limpiándola  en el lavacro del agua por la palabra, para presentársela  gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa, y sin mancha…este misterio grande es…”

                                 

La iglesia de Jesucristo antes de él morir en la cruz, no estaba santificada, estaba con manchas y arrugas y tuvo que el Señor limpiarla. Ahora su Esposa, unida como cuerpo a la cabeza, participa en este matrimonio para siempre, sin la posibilidad de que vuelva a ensuciar sus vestiduras. 

 

1 Cor. 6:17 Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es. Efesios 4:4, 2 Cor. 3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde hay el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

La libertad recibida por el nuevo esposo en el Espíritu, se efectuó cuando el esposo en el antiguo pacto, murió en la cruz del Calvario.

Romanos 7:1-6 “…ahora somos del resucitado.”

2 Cor.5:14-21 “…Cuando El murió todos son muertos.” Resucitó por ellos (trigo) Ya no conocemos a Jesús según la carne, así como a nadie más. Como Jesús fue resucitado por el Espíritu Santo Efesios 1:16-23 a nosotros con el mismo poder, Dios nos resucitó. Efesios 2:1-6 “Ahora somos del resucitado y nos sentamos con El en los lugares celestiales.

A fin de conocerle Filipenses 3:9-16 y el poder de su resurrección. Juan 17:3 Conocer al Padre y al Hijo, esto es vida eterna.

José no conoció a María hasta que nació Jesús.        Mateo 1:25

 

Este es el gran misterio del Matrimonio que menciona Pablo. Ya Jesucristo es el esposo de la Iglesia. Estamos unidos para siempre, santificados, glorificados, justificados, salvados, reconciliados, perdonados, redimidos, limpiados, eternos como el Esposo.

Si la Iglesia no conoce su posición, puede que esté viviendo bajo un pacto caduco, finalizado, terminado, extinguido, sin efecto, sin valor y viviendo en un desierto árido, sin agua refrescante, con calor ardiente, sin descanso y viviendo una vida errante y sin valor.

Los que hemos entrado al reino de vida con abundancia de gracia y don de justicia, lamentamos y sentimos mucho por los hermanos exclavizados que aun los fariseos y maestros de leyes y doctrinas de hombres, mantienen dentro de un regimen que para Dios terminó con la muerte del garante, de Aquel que vino a buscar y salvar lo que se había perdido.

Muchos viven como la viuda, recordando al esposo que falleció, no son capaces de reconocer la libertad que Dios les dio para volver a tener un nuevo esposo, un nuevo esposo que la sustenta sin morir nunca y que a ella la hace participante de la vida que El posee, imperecedera. Glorioso Jesús.

                              

Otros, estaban tan impregnados del antiguo esposo, que junto al nuevo, aun lo recuerdan y viven constantemente añorando la forma que los tenían sujetos a ordenanzas y quehaceres de la carne. A esto le llamamos mezcla.

2 Cor. 5:17,18 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto es de Dios, el cual nos reconcilió a sí por Cristo…”

Ahora nadie nos apartará del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:37

Si mezclas, no mezcles, si añorabas el látigo, no más. Recuerda que vivimos reinando en vida, sentados en el trono, allí no hay elevador para bajar y subir.

 

· LOS cuatro MUNDOS

 

El mundo sideral

El mundo tierra

El mundo de los que no son

El mundo de Dios

 

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 15:14-18 …el mundo os aborrece, sois mis amigos…(antes de morir y resucitar eran amigos)

17:3-17   (6) (14) los hombres que del mundo me diste…. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo, ese mundo no es el que Dios amó

Efesios 2:1-9  ..Éramos como los demás…nos resucitó…

Ahora sus hermanos Juan 20:17

Romanos 8:29-34  predestinados, El resucitó, hermanos siempre y para siempre.