Pascua y
circuncisión van a la par, son inseparables.
La
comprensión de este mensaje de Dios, es de vital
importancia, recuerden que los que sobre el fundamento
edifican poniendo correctamente la sana doctrina, recibirán
recompensa, mas los que ponen doctrinas diversas, falsas
doctrinas, interpretación particular, repitiendo en lo que
otros fallaron, no habrá la recompensa adecuada. Se entrará
pero como por fuego, se entra como por fuego cuando se sufre
en vano y cuando se cae de la gracia y permanecen sin dejar
que sea formado de nuevo Cristo en nosotros, nuestra
esperanza de gloria. En el nuevo pacto no hay símbolo en la
circuncisión, así tampoco lo hay en la Pascua. Sean muy
bendecidos y continuemos en el estudio de la sana doctrina.
El espíritu de adopción
Romanos
8:14-17
Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales
son hijos de Dios, porque habéis recibido el espíritu de
adopción, por el cual clamamos Abba, Padre, porque el mismo
Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de
Dios. Y si hijos, también herederos, herederos de Dios y
coherederos de Cristo…”
Efesios
2:11-14
Por tanto,
acordaos que en otro tiempo vosotros los Gentiles en la
carne, que erais llamados incircuncisión por la que se llama
circuncisión, hecha con mano en la carne. Que en aquel
tiempo estabais sin Cristo, alejados de la república de
Israel, y extranjeros a los pactos de la promesa, sin
esperanza y sin Dios en el mundo. Mas ahora en Cristo Jesús,
vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
hechos cercanos por la sangre de Cristo, porque él es
nuestra paz, que de ambos hizo uno…
Romanos
3:23 Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios.
Dios envía
su Hijo para redimir
Gálatas
4:1-11
También
digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere
del siervo, aunque es señor de todo. Mas está debajo de
tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.
Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos
bajo los rudimentos del mundo.
Mas
venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho
de mujer, hecho súbdito a la ley, para que redimiese a los
que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la
adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió el
Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama:
Abba Padre. Así que ya no eres más siervo, sino hijo; y si
hijo, también heredero de Dios y de Cristo.
Antes, en
otro tiempo, no conociendo a Dios, servías a los que por
naturaleza no son dioses: mas ahora, habiendo conocido a
Dios, o más bien, siendo conocidos de Dios, cómo os volvéis
de nuevo a los flacos y pobres rudimentos, en los cuales
queréis volver a servir?
Guardáis
los días, los meses, los tiempos y los años. Temo de
vosotros que no haya trabajado en vano en vosotros.
Ya no
somos siervos, somos hijos de Dios para siempre. Se recuperó
la gloria perdida. La ley no puede condenar a un hijo de
Dios porque tenemos un Padre que dio a su Hijo para que nos
redimiese y ya lo hizo, esto es una sola vez y para siempre.
Rom.8:29-32
A los que
antes conoció….también glorificó.
No estamos
adoptados por condición, ya no se prueba nuestra posición,
ahora somos conforme a la imagen del Hijo de Dios y El el
mayor entre nosotros.
Miremos a
Jesús: Hebreos 7:26 Porque tal pontífice nos convenía:
santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho
más sublime que los cielos.
Vs 28 …la
palabra del juramento, después de la ley constituye al Hijo,
hecho perfecto para siempre.
Hebreos
10:14 Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para
siempre a los santificados.
Por
Jesucristo, hemos sido glorificados, justificados,
santificados, hechos perfectos para siempre. Si Jesucristo
fue hecho perfecto para siempre, nosotros igualmente, es por
ello que somos ya hechos a su imagen para siempre. La
adopción nos recuperó la posición que tenía Adam antes de
desobedecer, era inocente. Nos convenía Jesucristo porque
era inocente, esto hizo que recuperáramos la inocencia como
antes de ser destituidos de la gloria de Dios. Claro,
sencillo y profundo.
Engendramiento
Engendrar
no es crear, viene del padre que de él sale la simiente, ya
formada desde antes de ser engendrada, pues es parte de la
vida misma del padre.
Nacer del
Espíritu, es estar participando de la misma naturaleza del
Espíritu. Nadie participó con el Espíritu para producir
simiente, la tiene en él mismo y en su momento y debido
tiempo, produce el nacimiento de la nueva criatura que es
hijo de Dios por naturaleza.
“Es
necesario nacer de nuevo” Juan 3:3,6
Nadie
puede nacer de nuevo en el concepto espiritual, primero,
porque él mismo no se engendró ni tampoco se parió, nacer
del Espíritu es por su soberanía y el que no nazca del
Espíritu, es que no era del Espíritu. No entra al reino
porque no es del reino, porque no fue engendrado por el
Espíritu y de seguro no es simiente del Altísimo.
“Es necesario que nazcas de nuevo,” si así no fuere, es que
no era necesario por no haber sido engendrado en primera
instancia.
El
primogénito de los engendrados
Hebreos
1;1-9
Dios,
habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro
tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros
días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero
de todo, por el cual asimismo hizo el universo: el cual
siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su
sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de
su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados
por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las
Alturas.
Hecho más
excelente que los ángeles, cuanto alcanzó por herencia más
excelente nombre que ellos. Por qué a cuál de los ángeles
dijo jamás: Mi Hijo eres tú, hoy yo te he engendrado? Y otra
vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí hijo?
Y otra
vez, cuando introduce al Primogénito en la tierra, dice: Y
adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los
ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus
ministros llama de fuego.
Mas al
Hijo: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Vara de
equidad la vara de tu reino; Has amado la justicia, y
aborrecido la maldad; por lo cual te ungió Dios, el Dios
tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Dios
engendra a su Primogénito y le otorga toda la autoridad y
poder para crear todo lo que existe. Después que purgó
nuestros pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en
las Alturas, alcanzando por herencia más excelente nombre
que los ángeles. El Hijo engendrado una vez se sienta en el
trono, el Padre Dios, le dice a los ángeles que le adoren
porque es Dios.
El gozo le
fue propuesto en el cielo, ungiéndolo Dios con óleo de
alegría más que a todos tus compañeros.
Hebreos
12:2
Puestos los ojos en el autor y consumador de la fe, en
Jesús; el cual , habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la
cruz, menospreciando la vergüenza, y sentóse a la diestra
del trono de Dios.
Filipenses
2:8-11
Y hallado
en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual
Dios también le ensalzó a lo sumo, y dióle un nombre que es
sobre todo nombre; para que en el nombre de Jesús se doble
toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en
la tierra, y de los que debajo de la tierra; y toda lengua
confiese que Jesucristo es el Señor a la gloria de Dios
Padre.
Ahora
Jesús Dios, sentado en el trono junto a la Majestad, es
adorado en la tierra y en el cielo, confesando que Jesús es
el Señor.
Jesús,
menciona que él sabía de donde había venido y a donde iba.
“La gloria que tuve contigo” Lo que oyó del Padre como
doctrina del Espíritu, eso enseñaba. El Señor fue claro de
su procedencia. Pablo enseña y aclara el misterio. El mismo
Jesucristo se le manifestó en el camino de Damasco, cuando
oraba en el templo y las muchas veces que se le apareció.
Pablo es el mejor exponente del engendramiento por el
Espíritu.
La preexistencia
Existir
desde antes de la creación
Considerar
que Dios Padre existe desde la eternidad, sin principio ni
fin. El Señor como omnisapiente (que todo lo sabe) supo
desde antes que comenzara la rebelión en su espacio de
Gobierno, que desde la misma sede angelical, se levantaría
el rebelde que llevaría con engaño la tercera parte de los
ángeles que Dios mismo había creado.
En su
conocimiento ilimitado, Dios sabiendo en su sabiduría, que
la rebelión se extendería a los seres creados por El,
entrando el pecado y la muerte a todos, desde el primer
hombre Adam y a todos sus descendientes; crea el plan de
salvación.
Desde la
eternidad existía Dios Padre, no había vida solamente en El.
Todo en el Universo estaba vacío.
La
problemática de la futura rebelión, que traería
complicación, desorden, destrucción e incitación a continuar
la conspiración contra el cielo, hizo surgir en Dios Padre,
el gran plan para volver a poner todo en orden y el buen
funcionamiento de su gobierno.
El gran
plan consistía en recuperar lo perdido por medio de Uno como
El, que saldría de El para reconquistar por medio del Amor,
cada espacio, cada futuro hijo, la paz, el orden y la
felicidad pura que proviene de Dios Padre.
Si las
Escrituras en misterio, expone este plan, solo por
revelación podrá ser dado a conocer.
Carísimos,
oración y mucha atención al estudiar bíblicamente este tema
de la preexistencia.
Vayamos a
la epístola a los Hebreos capítulo 1:1-14
Dios
engendra a su Hijo, hace todo el Universo por El, habla en
este tiempo por su Hijo. Dios declara delante de los ángeles
que El hizo, que su Hijo es Dios y que se sienta al lado de
la Majestad. Dios lo engendró en el hoy de aquella
eternidad. El trono es solamente para Dios Padre, Dios Hijo
y los Hijos de Dios que él engendró. Juan 1:12,13, Efesios
2:1-6
Ya en la
carne los hijos y el Hijo Hebreos 2:14-17
“Así que,
por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él (el
Hijo) participó de lo mismo, para destruir por la muerte al
que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al Diablo.
Y librar a
los que por temor de la muerte estaban por toda la vida
sujetos a servidumbre…(la carne desde la simiente de
Abraham) No tomó a ningún ángel para el cumplimiento de este
gran Plan.
Antes de
venir ninguno de nosotros los hijos de Dios éramos carne, de
la misma manera el Hijo Dios.
A cuál de
los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú…?
Tampoco
nosotros los hijos de Dios, somos ángeles.
Jesucristo
es nuestro hermano mayor Rom. 8:29
Juan 20:17
“…ve a mis hermanos, Mi Padre y vuestro Padre, mi Dios y
vuestro Dios.” Dioses sois Salmo 82:1-8 Sin embargo como
hombres moriréis. Juan 10:34-38 Está escrito. A ningún angel
se le clasificó como Dios, a los hijos de Dios Sí como al
Hijo.
Cuando
Dios introduce al Hijo en la tierra, le dice a los ángeles
que le adoren. Hebreos 1:6
Cuando el
Hijo crea la tierra los ángeles alababan y los hijos de Dios
se regocijaban. Job 38:1-7 (Apc. 1:20)
Los hijos
de Dios en reuniones con el Padre Job 1:6, 2:1,2 vino
Satanás en estas dos ocasiones de andar por la tierra y
rodearla.
El lugar
de reunión de los hijos de Dios con El, no era en la tierra,
fue el lugar donde estaba Dios y esto comprende la eternidad
y el centro del Universo.
Si Dios
engendró a su Hijo primogénito, también nos engendró a
nosotros sus hijos. Juan 1:12,13 El engendramiento no fue
por sangre, carne ni voluntad humana, sino por voluntad de
Dios.
Jesús
dijo: Yo sé de donde he venido y sé a donde voy, nosotros
sabemos de donde hemos venido y a donde vamos.
Fuimos
enseñados del Padre para poder ir a Jesús. Juan 6:44-46 …oír
del Padre y ser enseñado de El, puede venir a Jesús. Juan
10:14 Conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Vs. 26
los que no creían no eran de las ovejas de Jesús. Las ovejas
a la derecha de Jesucristo Mateo 25:33
Con
corazón circuncidado, (Romanos 2:28,29) podemos creer y
confesar que el Padre resucitó a su Hijo de los muertos, así
se confirma estableciendo nuestra salvación que nada menos y
nada más que es la recuperación de la gloria perdida por el
pecado de Adam.
Habiendo
estado destituidos de la gloria de Dios, (Rom. 3:23) fuimos
glorificados, (Rom. 8:29-32) esa es la resurrección que se
menciona en Efesios 2:1-6. Ahora: Con el corazón se cree
para justicia y con la boca se confiesa para salvación.
Adicional
Filipenses
1:29 Dios concede creer
1 Cor. 3:5
Dios concede creer
Para poder
creer, Dios nos dio el don e la fe Rom. 12:3
Para poder
creer, es posible solamente con un corazón nuevo, hechura de
Dios. (Rom. 2:28,29)
Cuántos en
multitud son salvos sin nunca haber pronunciado la confesión
descrita en Romanos 10:8-11?
“Creer en
el corazón y confesar a Jesús” Ya Dios lo puso en el corazón
nuevo (Hebreos 8:6-13, 10:15-23, Ezeq. 36:26,27, Jeremías
31:31) Aunque gran multitud de hijos de Dios que pasaron por
esta tierra, aunque nunca confesaron a Jesús, ya en sus
corazones nuevos, estaba escrito el creer y confesar.
1 Cor.
12:1-3 “Nadie puede llamar a Jesús Señor; sino por el
Espíritu Santo.”
La predestinación
Lo que
Dios determinó que sucedería de acuerdo con su voluntad.
Romanos 12:1-3 “…para que experimentéis cual sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Efesios
1:11-13 “En él digo, en quien asimismo tuvimos suerte,
habiendo sido predestinados conforme al propósito del que
hace todas las cosas según el consejo de su voluntad. Para
que seamos para alabanza de su gloria, nosotros que antes
esperamos en Cristo..y vosotros” (Judíos y Gentiles)
Esperábamos porque éramos conocidos desde antes.
Romanos
8:29
“Porque a
los que antes conoció, también predestinó para que fuesen
hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos.
Predestinados para recuperar la imagen perdida de Dios y
llegar a ser alabanza de su gloria. Ya está efectuado!
Resucitados y glorificados (Efesios 2:1-6 y Rom. 8:29,30)
Jesucristo
(el Hijo del hombre) vino a buscar y salvar lo que se había
perdido (Lucas 19:10)
En el plan
de Dios, que comenzó desde antes de la caida del primer
ángel, se predestinó la recuperación a la imagen del que nos
creó, pues Adam y sus descendientes hijos de Dios por
engendramiento, caerían de su posición perdiendo la gloria
recibida en la eternidad en el momento de sus
engendramientos. Esa es la predestinación.
Efesios
4:11-13 Los ministerios nos ayudan por el conocimiento a
saber como Dios nos recuperó por su Hijo Jesucristo.
El Sello,
el Fruto, el Lleno y los Dones espirituales
Lo
espiritual con lo espiritual 1 Cor. 2:13 “con doctrina del
Espíritu”
Cuando
Dios nos concedió creer (Filipenses 1:29) creímos a la
verdad del evangelio y fuimos sellados con el Espíritu
Santo de la promesa. El anticipo de nuestra herencia, ya
redimidos alabamos su gloria.
Se conoce
al árbol por su fruto
Gálatas
5:22 Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz,
tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza:
contra tales cosas no hay ley.
Los
sellados manifiestan los regalos de Dios
1 Cor.
12:1-31
Siempre
buscando el lleno del Espíritu Santo por el conocimiento Efs.
5:18
· De una misma masa (Adam es la masa)
Romanos 9:10-33
“de la
misma masa, un vaso para honra y otro para vergüenza.”
“Vasos de misericordia que él ha preparado para gloria.
Somos los llamados de los Judíos y de los Gentiles…Allí
serán llamados hijos del Dios viviente…”
· Dos simientes
La
simiente de la mujer y la de la serpiente” Génesis 3:15
Caín y
Abel
Caín era
del malo 1 Juan 3:12 Abel sus obras eran Justas.
Jacob y
Esaú, la promesa y la carne Romanos 9:6-22
Nehemías
13:1-3 9:1,2 Esdras 9:2 La simiente santa ha sido mezclada
con los pueblos de las tierras. 10:1-3 Malaquías
2:11 casándose con hija de dios extraño
Mateo
13:1-36,37-43 Trigo y cizaña. El Hijo del hombre, la buena
simiente, campo=mundo, son los hijos del reino, la cizaña
son los hijos del malo, enemigo, Diablo, ciega es el fin del
mundo, y los segadores son los ángeles. Los justos y los que
hacen escándalos e iniquidades. Unos serán quemados y los
justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre:
el que tiene oidos para oir oiga.
Mateo
25:31-46 Ovejas a la derecha y cabritos a la izquierda.
1 Cor.
3:17,18 4:1-14 El evangelio oculto para la cizaña,
incrédulos, para el trigo, resplandeció Jesucristo en él.
Para poder
confesar lo que se creyó que estaba escrito, era necesario
ser el vaso que salió de la masa, que era para honra. Como
dice Pablo: ese vaso de honra y misericordia somos nosotros.
Isaac e Ismael
Gálatas4:22-31
Porque
escrito está que Abraham tuvo dos hijos; uno de la sierva,
el otro de la libre. Mas el de la sierva nació según la
carne; pero el de la libre nació por la promesa. Las cuales
cosas son dichas por alegoría: porque estas mujeres son los
dos pactos; el uno ciertamente del monte Sinaí, el cual
engendró para servidumbre, que es Agar. Porque Agar o Sinaí
es un monte de Arabia, el cual es conjunto a la que ahora es
Jerusalem, la cual sirve con sus hijos. Mas la Jerusalem de
arriba libre es; la cual es la madre de todos nosotros.
Porque está escrito: Alégrate, estéril, que no pares:
Prorrumpe y clama, la que no estás de parto; porque más son
los hijos de la dejada, que de la que tiene marido. Así que,
hermanos, nosotros como Isaac somos hijos de la promesa.
Empero como entonces el que era engendrado según la carne,
perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también
ahora. Mas qué dice la Escritura? Echa fuera a la sierva y a
su hijo; porque no será heredero el hijo de la sierva con el
hijo de la libre. De manera, hermanos, que no somos hijos de
la sierva, mas de la libre.
Romanos
9:6-24 Hijos de la promesa e hijos de la carne, estos
últimos, no son hijos de Dios, los hijos de la carne.
Abraham
tenía en él las dos simientes; el de la carne y el de la
libre que es el de la promesa. Lo mismo que en Isaac tenía
en él las dos simientes: Jacob y Esaú.
· El misterio del matrimonio
Efesios 5:21-33
“…Cristo
amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para
santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la
palabra, para presentársela gloriosa para sí, una iglesia
que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que
fuese santa, y sin mancha…este misterio grande es…”
La iglesia
de Jesucristo antes de él morir en la cruz, no estaba
santificada, estaba con manchas y arrugas y tuvo que el
Señor limpiarla. Ahora su Esposa, unida como cuerpo a la
cabeza, participa en este matrimonio para siempre, sin la
posibilidad de que vuelva a ensuciar sus vestiduras.
1 Cor.
6:17 Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es.
Efesios 4:4, 2 Cor. 3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y
donde hay el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
La
libertad recibida por el nuevo esposo en el Espíritu, se
efectuó cuando el esposo en el antiguo pacto, murió en la
cruz del Calvario.
Romanos
7:1-6 “…ahora somos del resucitado.”
2
Cor.5:14-21 “…Cuando El murió todos son muertos.” Resucitó
por ellos (trigo) Ya no conocemos a Jesús según la carne,
así como a nadie más. Como Jesús fue resucitado por el
Espíritu Santo Efesios 1:16-23 a nosotros con el mismo
poder, Dios nos resucitó. Efesios 2:1-6 “Ahora somos del
resucitado y nos sentamos con El en los lugares celestiales.
A fin de
conocerle Filipenses 3:9-16 y el poder de su resurrección.
Juan 17:3 Conocer al Padre y al Hijo, esto es vida eterna.
José no
conoció a María hasta que nació Jesús. Mateo 1:25
Este es el
gran misterio del Matrimonio que menciona Pablo. Ya
Jesucristo es el esposo de la Iglesia. Estamos unidos para
siempre, santificados, glorificados, justificados, salvados,
reconciliados, perdonados, redimidos, limpiados, eternos
como el Esposo.
Si la
Iglesia no conoce su posición, puede que esté viviendo bajo
un pacto caduco, finalizado, terminado, extinguido, sin
efecto, sin valor y viviendo en un desierto árido, sin agua
refrescante, con calor ardiente, sin descanso y viviendo una
vida errante y sin valor.
Los que
hemos entrado al reino de vida con abundancia de gracia y
don de justicia, lamentamos y sentimos mucho por los
hermanos exclavizados que aun los fariseos y maestros de
leyes y doctrinas de hombres, mantienen dentro de un regimen
que para Dios terminó con la muerte del garante, de Aquel
que vino a buscar y salvar lo que se había perdido.
Muchos
viven como la viuda, recordando al esposo que falleció, no
son capaces de reconocer la libertad que Dios les dio para
volver a tener un nuevo esposo, un nuevo esposo que la
sustenta sin morir nunca y que a ella la hace participante
de la vida que El posee, imperecedera. Glorioso Jesús.
Otros,
estaban tan impregnados del antiguo esposo, que junto al
nuevo, aun lo recuerdan y viven constantemente añorando la
forma que los tenían sujetos a ordenanzas y quehaceres de la
carne. A esto le llamamos mezcla.
2 Cor.
5:17,18 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es, las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas. Y todo esto es de Dios, el cual nos reconcilió a sí
por Cristo…”
Ahora
nadie nos apartará del amor de Dios que es en Cristo Jesús
Señor nuestro. Romanos 8:37
Si
mezclas, no mezcles, si añorabas el látigo, no más. Recuerda
que vivimos reinando en vida, sentados en el trono, allí no
hay elevador para bajar y subir.
· LOS cuatro MUNDOS
El mundo
sideral
El mundo
tierra
El mundo
de los que no son
El mundo
de Dios
Juan 3:16
Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.
Juan
15:14-18 …el mundo os aborrece, sois mis amigos…(antes de
morir y resucitar eran amigos)
17:3-17 (6) (14) los hombres que del mundo me diste…. No
son del mundo, como tampoco yo soy del mundo, ese mundo no
es el que Dios amó
Efesios
2:1-9 ..Éramos como los demás…nos resucitó…
Ahora sus hermanos Juan
20:17
Romanos
8:29-34 predestinados, El resucitó, hermanos siempre y para
siempre.