Introducción Lo que Cristo dice de Jesús Jesús salió de Dios, nosotros La mente de Jesús El Nuevo Pacto y la Unción...

 

Capítulo III

CRISTO LA MENTE DE JESÚS

Apóstol Domingo Hernández

 

La mente de Jesús

 

Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿quién le instruyó? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables son sus juicios, e inescrutables sus caminos.! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿o quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le sea pagado? Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea gloria por siglos. Amén.

Pablo pregunta: ¿Quién entendió la mente del Señor?

Pablo asegura: Nosotros tenemos la mente de Cristo.

Pablo y su solicitud: Para que sean confortados sus corazones, unidos en amor, y en todas riquezas de cumplido entendimiento para conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo; en el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. Y esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas. Colosenses 2:1-4

Misterio que viene de la mente de Cristo el cual puede ser entendido y en ese grandioso misterio están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. El gran misterio de Dios es: “Cristo nuestra esperanza de gloria.” Colosenses 1:27

...A saber, que por revelación me fue declarado el misterio, como antes he escrito en breve; leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi inteligencia en el misterio de Dios.

El cual misterio en los otros siglos no se dio a conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas en el Espíritu...Efesios 3:1-12

...el cuerpo de Cristo que es su iglesia, de la cual soy hecho ministro, según la dispensación de Dios que me fue dada en orden a vosotros para que cumpla la palabra de Dios. A saber el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado a sus santos: A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria. El cual nosotros anunciamos amonestando a todo hombre, enseñando en toda sabiduría, para que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesús; en lo cual aun trabajo combatiendo según la operación de él, la cual obra en mí poderosamente. Colosenses 1:24-29

El misterio de Dios que es Cristo en nosotros la esperanza de gloria, ahora se manifiesta a los santos por medio de la enseñanza del apóstol Pablo, enseñanza que está completamente llena de la sabiduría de Dios. “Leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi inteligencia en el misterio de Dios.” Este misterio fue revelado a los apóstoles y profetas en el Espíritu y manifestado a sus santos entre los Gentiles.

El conocer el misterio de Dios en el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento, nos libra del engaño que mantiene en esclavitud, sujetos al miedo, la inseguridad y al legalismo. Este glorioso misterio revelado a los pioneros de la Iglesia Amada de Jesucristo, solamente puede ser entendido con la dirección del Espíritu Santo en nuestras mentes y cuando la palabra de Cristo habita en nosotros en abundancia en toda sabiduría (Colosenses 3:16)

El Señor Jesucristo instó a los Judíos de aquel tiempo a que escudriñaran las Escrituras...Juan 5:39

Pablo instó a Timoteo a mantenerse en las Escrituras, las cuales le podían hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargǖir, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra. 2 Tim. 3-15-17

 

El escudriñar del Espíritu Santo

Empero hablamos sabiduría entre perfectos; y sabiduría, no de este siglo ni de los príncipes de este siglo que se deshacen; mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de gloria: Antes, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oreja oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que ha Dios preparado para aquellos que le aman.

Empero Dios nos lo reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado; lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, con doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

Pero el hombre animal, (natural) no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente.

Empero el espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿quién le instruyó? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

El Espíritu Santo todo lo conoce, todo lo sabe, todo lo puede. El Espíritu Santo sabe todo lo que en él hay y existe hasta lo más profundo, así como nosotros sabemos lo que en nosotros hay a través de nuestro espíritu. Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios y nosotros hemos recibido el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado.

Ahora, Pablo pregunta ¿quién conoció la mente del Señor? ¿quién le instruyó? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. Ahora conocemos la mente de Cristo, al Espíritu de Dios que está en nosotros para siempre. Ahora conocemos la mente del Señor porque hemos recibido el Espíritu que es de Dios. La unción del Santo nos hace conocer todas las cosas.

“Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas...Pero la unción que vosotros habéis recibido de él, mora en vosotros, y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así, como os ha enseñado, perseveraréis en él. 1 Juan 2:20,27

Estamos bendecidos sobremanera, Dios nos ha dado su propia mente, sus designios, sus tesoros, sus conocimientos, su sabiduría. El conocer que tenemos la misma vida de Dios, que la eternidad del Señor es nuestra eternidad, es el conocimiento de los conocimientos, es la altitud de su designio que aparece claramente en nuestro espíritu  humano.