Introducción Lo que Cristo dice de Jesús Jesús salió de Dios, nosotros La mente de Jesús El Nuevo Pacto y la Unción...

 

Capítulo I

CRISTO LA MENTE DE JESÚS

Apóstol Domingo Hernández

 

 

Lo que Cristo dice de Jesús

“...los Gentiles andan en la vanidad de su sentido (mente) teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón: Los cuales después que perdieron el sentido de la conciencia se entregaron a la desvergϋenza para cometer con avidez toda suerte de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo; Si empero lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, como la verdad está en Jesús.

 

¿Cómo aprendimos de Cristo sobre Jesús?

Porque  tal pontífice nos convenía: Santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos. Hebreos 7:26

...tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Hebreos 4:15

¿Quién de vosotros me convence de pecado? Juan 8:45

...lo que agrada al Padre hago siempre. Juan 8:29

...no busco mi voluntad, mas la voluntad del que me envió, del Padre. Juan 5:30

...el príncipe de este mundo no tiene nada en mí. Juan 14:30

Cuanto a Jesús de Nazaret; como le ungió Dios de Espíritu Santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él. Hechos 10:38

Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrifico a Dios en olor suave. Efesios 5:2

...aun siendo pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

En Cristo están: ...conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo; en el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. Col. 2:2,3

Jesús les dice: Yo soy...la verdad...Juan 14:6

Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará. Juan 8:32

...yo he venido al mundo para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Juan 18:37

Porque el Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido.

Lucas 19:10

El siguiente día ve Juan a Jesús que venía a él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo...Y yo no le conocía; mas el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien vieres descender el Espíritu, y que reposa sobre él, éste es el que bautiza con Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio que éste es el Hijo de Dios. El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos, y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo He aquí el Cordero de Dios. Juan 1:29-36

Pablo nos identifica a los hijos de Dios compartiendo la misma forma de vida que practicaban los hijos de desobediencia, haciendo un llamado al cambio imitando a Dios como hijos amados.

En que en otro tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de desobediencia; entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás.
Efesios 2:2,3

 

...Los cuales después que perdieron el sentido de la conciencia se entregaron a la desvergϋenza para cometer con avidez toda suerte de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo: Si empero lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados como la verdad está en Jesús, a que dejéis, cuanto a la pasada manera de vivir, el viejo hombre que está viciado conforme a los deseos de error; y renovaros en el espíritu de vuestra mente. Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme a Dios en justicia y en santidad de verdad. Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo; ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad.

Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.

Toda amargura, y enojo, e ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia.

Antes sed los unos a los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en Cristo. Efesios 4:19-32

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dio en olor suave.

Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras torpes, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen...Y no  comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargϋirlas ...Redimiendo el tiempo, porque los días son malos...

Sed llenos del Espíritu Santo Efesios 5:1-18

 

El ser imitadores del Hijo de Dios como hijos amados, requiere tener su mente, ser conforme a la imagen de Jesucristo hombre. Esta labor de renovación diaria es obra del Espíritu Santo. ¡Yo quiero tener esa renovación.! Esta renovación se logra como dice el propio Pablo en Colosenses 3:9-13 “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos. Y revestídoos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo crió. Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia; sufriéndoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.