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DIOS ES EL PADRE DE
NUESTRO ESPÍRITU
INTRODUCCIÓN:
Para todo creyente en Jesucristo es de suma
importancia entender que el Padre de nuestro espíritu es DIOS, en este
corto estudio analizaremos este tema.
Si leemos en Hebreos 12: 9-11 que dice: “Por otra
parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban y los
venerábamos; ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los
espíritus, y viviremos? Y aquellos, ciertamente por pocos días nos
disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna
disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero
después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados”
En estos versículos el Apóstol Pablo hace una
analogía entre los padres terrenales, por un lado y por el otro el Padre
de los espíritus, que es Dios.
Es imperativo que entendamos que, a un padre
terrenal se le reconoce como padre debido a que lleva a cabo varias
funciones así:
Ahora bien, nuestro Padre Celestial, Dios mismo, lleva a cabo también
estas funciones veámoslo:
Dios engendró nuestro espíritu y nos escogió en él,
desde antes, Efesios 1:4 dice: “según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo para que fuésemos santos y sin mancha delante de él”
Esto implica que somos hijos de Dios engendrados por el desde antes de la
fundación del mundo, no desde que nosotros decidimos ser de Cristo.
Asimismo Dios nos puso un sello leamos Efesios 1:13
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio
de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa”
Si bien es cierto que todos los Hijos de Dios somos
escogidos por Dios desde antes de la fundación del mundo, es importante
que todos seamos sellados, y esto solo se logra con el conocimiento de la
verdad, es decir con el conocimiento del evangelio de la gracia, dice
Romanos
10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra
de Dios” dice que la fe viene por oír, no por el leer, pero sobre todo
por creer en el Evangelio contenido en las epístolas del apóstol Pablo,
obviamente al ser sellados por medio del conocimiento del evangelio,
contamos con la aprobación y respaldo de parte de Dios.
Leemos en Efesios 1:17-18. “Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuales las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”
Analicemos que Dios es quien nos alumbra para dos
propósitos: uno conocer cual es nuestra esperanza, y dos cual es nuestra
herencia. Es cierto que Dios utiliza a sus Hijos para que enseñen y
prediquen el evangelio, pero sin el alumbramiento que Dios da es imposible
que lo entendamos.
Asimismo Dios nos libro del desconocimiento,
leemos en Colosenses 1:12-13: “con gozo dando gracias al Padre que nos
hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual
nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de
su amado Hijo”
Antes de conocer el evangelio de la gracia estábamos
sin entendimiento; Algo muy importante que debemos de entender y que
debemos de acotar es que: FE no es por
leer la Biblia, es por el OÍR, y el oír por la palabra
(Romanos 10:17). Esto implica que Dios nos engendra a través del oír la
palabra de justicia contenida en el evangelio de la gracia. Sin embargo
existen algunos que son tardos para oír (Hebreos 5:11-14) y les es difícil
entender, esto porque Dios no los ha alumbrado.
CORRIGE:
Otra función que hace nuestro padre, Dios, es que él
Disciplina, así como los padres terrenales lo hacen,
únicamente debemos entender que la disciplina desde el punto de vista del
Dios, es educación o enseñanza, analicemos lo que dice Hebreos 12: 5-8 “
y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige,
diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes
cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y
azota a todo el que recibo por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os
trata como a hijos; por qué ¿qué hijo es aquel a quine el padre no
disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido
participantes, entonces sois bastardos, y no hijos”
Dios, como el Padre de los espíritus nos disciplina
(educa, entrena, corrige) pero es a través de oír, de la palabra de Dios,
y no cualquier palabra, debe de ser la contenida en el evangelio de la
gracia, en las epístolas de Pablo, quien es el apóstol para los Gentiles,
y quien realmente Dios utilizo, para que nos escribiera el Evangelio
después de la cruz, esto es para tratar con este viejo hombre que está
viciado conforme a deseos engañosos (Efesios 4:22)
HEREDA Y CONSUELA:
4. La Biblia estipula en 2 Corintios 1:3-7 lo
siguiente: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre
de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas
nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los
que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que
nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en
nosotros las aflicciones de Cristo, así también por el mismo Cristo
nuestra consolación. Pero si somos atribulados, es para nuestra
consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas
aflicciones que nosotros también padecemos. Y nuestra esperanza respecto
de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las
aflicciones, también lo sois en la consolación”
Como contraste a lo que
ocurría en el Antiguo pacto, en este pacto Dios es un Dios de todo
consuelo, Dios es un Dios de amor, al igual que el Padre terrenal, el
Padre de los espíritus consuela y desea lo mejor para sus Hijos. Es
importante también entender que Dios nos
ama
porque el es amor, y nosotros con Dios en nosotros (Colosenses 1:27)
también amamos porque si no amamos no somos de él, esto implica que para
que conozcamos que somos Hijos de Dios, solo basta con que amemos,
entendiendo que nadie puede amar en la carne se ama en el espíritu que
esta unido al Espíritu de Dios (1 Corintios 6:17).
CONCLUSIÓN:
El apóstol Pablo escribió en este nuevo pacto
después de la cruz lo siguiente:
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor,
estos tres: pero el mayor es el amor” (1 Corintios:
13:13), Asimismo el Señor Jesús cuando ejerció su ministerio
aquí en la tierra dijo: “A NADIE llaméis padre”, porque en ese tiempo, se
vivía en el pacto de la LEY (evangelio de la circuncisión) Este trataba
con CARNE, con RITOS, con prohibiciones; ese pacto creaba hijos para
ESCLAVITUD. Estaban HUÉRFANOS (sin identidad). Sin embargo en este pacto
de Gracia después de la cruz del Calvario este da hijos
para siempre. Por eso podemos afirmar “Dios es padre de
nuestro espíritu” ABBA PADRE. |
PASTOR: OSCAR ENRIQUE TENES PELLECER |