CONCILIO INTERNACIONAL JESUCRISTO SOBERANO


 

Simple, sencillo y único

Apóstol Domingo Hernández

 

Introducción

 

Estimado lector, deseando que al leer, estudiar y meditar en este escrito, puedas ver a la luz de la Escritura inspirada, la verdad completa y absoluta de lo que significó y significa la salvación eterna de tu vida.

He aquí una revelación: 2 Timoteo 1:9,10 “Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme a nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos. Mas ahora es manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.”

 

Tito 3:4-6 “Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo; el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.”

 

Así de sencillo y simple es la obra de Dios, no tiene complicaciones y no es difícil de exponer y aclarar. Todo es de Dios y nada se le puede agregar ni quitar.

 

Es muy probable que durante estos dos mil años de la existencia del cristianismo, hayan sido pocos los iluminados con “la simplicidad que es en Cristo Jesús.” La interpretación de esta verdad sencilla y clara, ha sido muy variada y una de las razones fundamentales por esta variedad, es porque los “maestros de la iglesia” han mezclado el Antiguo Pacto con el Nuevo Pacto. El Apóstol Pablo nos declara en 2 Cor. 3:15 que los que permanecen en el Antiguo Pacto, mantienen un velo que les impide ver la luz del excelente Pacto Nuevo que tiene mejores promesas. Cuando se mezclan los dos pactos para enseñar las verdades que contienen cada uno de ellos, con el propósito de guiar con las leyes antiguas para poder alcanzar la salvación, en vez de tener un velo se tienen dos, uno encima del otro, haciendo más densa la oscuridad espiritual.

 

En estos dos mil años pasados hemos tenido en el seno de la Amada Iglesia: ascetismo, encierros, flagelos, promesas difíciles de cumplir, practicas carnales para elevar el espíritu, ritos, misticismos, penitencias crueles, control desmedido por los dirigentes religiosos, hermanos contra hermanos, exilios obligatorios, hogueras, cárcel injusta, expropiación de pertenencias personales, tribunales establecidos para los disidentes que no estaban de acuerdo al cambio de creencias apostólicas y primitivas. Todo se debió y siempre será igual cuando nos apartemos de la “simplicidad que hay en Cristo.

 

Cuando dejemos a Jesucristo por otro mediador, cuando nos apoyemos en el brazo del hombre y no en el de Dios, cuando abandonemos las verdades de la simplicidad que hay en Cristo, entonces estaremos viviendo y siendo dirigidos por el engaño que corrompe los sentidos. El resultado de dejarnos engañar será “sufrir en vano.”

 

Ora conmigo: Abba, Padre, cuida mi mente, cierra todas las posibilidades de que puedan entrar contradicciones, desacuerdos a tu verdad absoluta en la “simplicidad que hay en Cristo, y finalmente cuando termine mi peregrinaje sobre este planeta en rebelión, descanse en paz, seguridad y certeza de que estaré en tu presencia para siempre. Amén, amén.

 

 

 

Capítulo 1

 

Posible engaño

La advertencia que el Apóstol Pablo hace al “Cuerpo de Cristo. Su Iglesia” es sobre el engaño de lo que suplante a Jesucristo, de ahí que él oraba de la siguiente manera: Efesios 1:16-23 “No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones; que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria os dé espíritu de sabiduría y de revelación para su conocimiento; alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su vocación, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.

Y cuál aquella supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, por la operación de la potencia de su fortaleza. La cual obró en Cristo, resucitándole de los muertos, y colocándole a su diestra en los cielos...”

Colosenses 2:1-8 “...y esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas...mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres...”

Efesios 4:14 “Que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error. Antes siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza, a saber Cristo.

Hechos 20:24-31 “Mas de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; solamente que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

...Porque no he rehuído de anunciaros todo el consejo de Dios. Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó  por su sangre.

Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al ganado; y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para llevar discípulos tras sí.

Por tanto velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.”

Era de tal importancia lo que Pablo decía a los hermanos de Efeso que lo hacía de noche y de día con lágrimas y a cada uno en particular.

En los días de Pablo ya estaba obrando el misterio de iniquidad del cual se refería como usurpador y opositor de Dios. 2 Tesalonicenses 2:3-10 “...No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá (Cristo)  sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición... ¿No os acordáis que cuando estaba todavía con vosotros os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que impide, para que a su tiempo se manifieste. Porque ya está obrando el misterio de iniquidad; solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora impide...”

El que impedía que el hombre de pecado, el hijo de perdición se manifestara, era Pablo, así como le habló a los Efesios ahora le advertía a los Tesalonicenses. Esto que has leído es de suma importancia porque hoy, en esta misma hora, en este mismo momento que lees este escrito, el hombre de pecado, el misterio de iniquidad existe y sigue engañando a millones.

Recuerda para futura explicación de “la iniquidad,” “no perdonarán al ganado,” “el “misterio de iniquidad”, “el hombre de pecado,” e “hijo de perdición.”

 

 

Capítulo 2

 

Posibles sentidos corrompidos

El engaño no es de agrado de todos los que saben el resultado de ser engañados. Cuando el engaño es descubierto ya se ha sufrido la perdida como resultado de la mentira y por lo tanto desde ese momento se espera que estemos alertas para no ser de nuevo atrapados en la red de lo falso y sin valor con la posibilidad de volver a sufrir y sufrir. Oramos para que no seamos engañados en cuanto a la simplicidad que es en Cristo Jesús.

2 Cor. 11:1-4 Ojalá toleraseis un poco mi locura; empero toleradme. Pues que os celo con celo de Dios, porque os he desposado a un marido, para presentaros como una virgen pura a Cristo.

Mas temo que como la serpiente engaño a Eva con su astucia, sean corrompidos así vuestros sentidos en alguna manerade la simplicidad que es en Cristo. Porque si el que viene, predicare otro Jesús que el que hemos predicado, o recibiereis otro espíritu del que habéis recibido, u otro evangelio del que habéis aceptado, lo sufrierais bien.

Aquí el Apóstol Pablo no dice que la iglesia iba a ser engañada como la serpiente engañó a la mujer, sino que al recibir otro Jesús, otro espíritu u otro evangelio de aquel que viene predicando, entonces se iban a corromper sus sentidos e iban a sufrir bien.

El celo de Dios estaba en Pablo, él sabía que la Iglesia era esposa de Cristo y que para ser esposa de Cristo ésta tenía que estar en el estado de pureza que correspondía a la “compañera eterna de Jesucristo.”

Para Pablo ya la Iglesia poseía todas las virtudes y perfección que la disponía apta para pertenecer a un Esposo también perfecto y lleno de virtudes. Hebreos 7:26 “...santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos. Así fue, es y será Jesucristo el Hijo de Dios.

Efesios 5:25-27 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra, para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. Así es para siempre la Amada Esposa de Jesucristo

“Esposa”  leamos Apocalipsis 22:17 “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde.

El recibir a otro Jesús, espíritu y evangelio, significa entonces que como consecuencia se corrompen los sentidos. Corromper los sentidos es vivir sufriendo en inseguridad, temor y sin rumbo fijo. Vivir sufriendo por tener un concepto diferente de la obra redentora  de Jesucristo, significa que El no nos santificó, justificó, glorificó, eligió por gracia y mucho menos nos predestinó para llegar a ser conforme a la imagen del Hijo de Dios. El que enseñe a otro Jesús diferente al que presenta Pablo en sus cartas, entonces lo que pronunció el Salvador en la cruz del Calvario: “Consumado es - Tetelestai” en el original, significa: “saldada la deuda” no fueron palabras pronunciadas con veracidad por Aquel en el cual nunca se encontró engaño en su boca.

Gálatas 1:6-9 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis traspasado del que os llamó a la gracia de Cristo, a otro evangelio. No que hay otro, sino que hay algunos que os inquietan, y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas aun si nosotros o un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora decimos otra vez: Si alguno os anunciare otro evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Anatema no es el que recibe otro evangelio sino el que predica de otro Jesús, espíritu y evangelio. Al engañado solo le queda sufrir en vano, pues no está disfrutando de los beneficios de la herencia que nos dejó Jesucristo. Vive como un bastardo, un descalificado en transgresión.

Notemos lo que Pablo escribe a los Gálatas 2:16-21 “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley  ninguna carne será justificada

Y si buscamos nosotros ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; porque si por la ley fuese la justicia, entonces en vano murió Cristo.

Entendamos lo que significa estar muerto a la ley y vivir a Dios

Romanos 7:1-14 En estos catorce versículos Pablo traza bien la palabra de verdad exponiendo la situación del hombre destituído de la gloria de Dios, como también dice en el capítulo 3:23 “por ser pecadores estamos destituídos...” Continua enseñando el Apóstol de los Gentiles diciendo: El marido tiene una ley que sujeta a su esposa mientras él vive, pero muerto el marido queda libre de la ley del marido. “Así también vosotros, hermanos míos, estáis muertos a la ley por el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, a saber, del que resucitó de los muertos, a fin de que fructifiquemos a Dios. Porque mientras estábamos en la carne, los afectos de los pecados que eran por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando para muerte. Mas ahora estamos libres de la ley, habiendo muerto a aquella en la cual estábamos detenidos, para que sirvamos en novedad de espíritu no en vejez de letra....”

Romanos 6:2 “...somos muertos al pecado...”

2 Cor. 5:14-17 “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: Que si uno murió por todos, luego todos son muertos. Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan  para sí, mas para aquel que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de aquí adelante a nadie conocemos según la carne: y aun si a Cristo conocimos según la carneempero ahora ya no le conocemos.

(ya no conocemos al marido de la ley porque él murió: “muerto el marido queda libre de la ley por el cuerpo de Cristo que llevó sobre sí el pecado de todos sus hijos que estaban debajo de la ley, destituídos de la gloria de Dios.) El marido murió y a la misma vez murió su esposa. “Juntamente crucificados con El.” Cuando Jesucristo resucitó con el mismo poder que lo levantó, nos resucitó y nos dio vida juntamente con él. Efesios 1:19,20 y 2:1-6 Ahora somos del resucitado.

Continuamos en 2 Cor. 5:17 De modo que si alguno está en Cristo (el que resucitó) nueva criatura es las cosas viejas pasaron; he aquí todas son nuevas.

Hebreos 8:13 Diciendo: Nuevo pacto, dio por viejo al primero; y lo que es dado por viejo y se envejece, cerca está de desvanecerse.

Lo que Jesucristo quitó al derramar su sangre y dar vigor al nuevo pacto

2 Cor. 3:13-18 Y no como Moisés, que ponía un velo sobre su faz para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en el fin de lo que había de ser abolido. Empero los sentidos de ellos se embotaron; porque hasta el día de hoy les queda el mismo velo no descubierto en la lección del antiguo testamentoel cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando Moisés es leído, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Mas cuando se convirtieren al Señor, el velo se quitará.

Ahora puedes entender lo que Pablo dijo: “Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Gálatas 2:18

1 Juan 3:4,5 Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.

Para el Apóstol de los Gentiles al morir Jesucristo murió todo hijo de Dios, desde ese momento somos muertos a la ley y al pecado por el cuerpo de Cristo; cuerpo de Cristo significa que sobre él Dios puso todos nuestros pecados e iniquidades y ahora como nuevas criaturas dejamos de ser transgresores, porque somos del que resucitó. Cuando Pablo confronta a Pedro le dice: porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago, transgresor porque vuelve a los rudimentos, a los efectos de la ley sobre la carne, transgresor porque la carne no  se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede por ser débil. Gálatas 2:18, Romanos 8:3,7

Gálatas 5:1-10 Estad pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a ser presos en el yugo de servidumbre...Vacíos sois de Cristo los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. Porque nosotros por el Espíritu esperamos la esperanza de la justicia por la fe. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión; sino la fe que obra por amor...”

Por eso no hay otro evangelio sino el que enseñó y predicó Pablo el maestro, apóstol y predicador de los Gentiles. El que venga con otro Jesús como el esposo con su ley en el Antiguo Pacto, con otro espíritu que puede ser condenado u otro evangelio sin las buenas noticias de gran gozo de que somos salvos para siempre, “bien lo va a sufrir el que reciba tal corrupción.”

 

 

Capitulo 3

 

Cuidado con el otro evangelio

 

¡El evangelio pervertido una vez que se acepta se corrompen los sentidos!

Se sigue viviendo en esclavitud y encierro.

Es anatema el que predica otro evangelio, el de las obras, el de la mezcla del antiguo pacto con el nuevo.

El que predica otro evangelio posee un velo que trasmite

El que predica otro Jesús y otro espíritu es anatema

Estos son los hombres malos que Pablo describe 2 Tes. 3:2 Y que seamos librados de hombres importunos y malos; porque no es de todos la fe. 

Filipenses 3:18 Porque muchos andan, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo. 

Filipenses 1:15,16 Y algunos, a la verdad, predican por envidia y porfía, contención, no sinceramente y por pretexto es anunciado Cristo...” 

Tito 1:10,11 Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades, y engañadores de las almas, mayormente los que son de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras; enseñando lo que no conviene, por torpe ganancia.

Hechos 15:1,2 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Que si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Así que, suscitada una disensión y contienda no pequeña a Pablo y a Bernabé contra ellos...

Gálatas 2:11-11-14 Empero viniendo Pedro a Antioquia, le resistí en la cara, porque era de condenar...mas cuando vi que no andaban derechamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tu siendo Judío, vives como los Gentiles y no como Judío, ¿por qué constriñes a los Gentiles a judaizar? (creen y enseñan diferente de lo que viven)

Gálatas 2:7-9 “...como vieron que el evangelio de la incircuncisión me era encargado, como a Pedro el de la circuncisión...y como vieron la gracia que me era dada...”

En estos pocos textos tenemos que tomar en cuenta que hay muchas probabilidades de que la Amada Iglesia de Jesucristo sufra en vano porque le han corrompido los sentidos con otro evangelio carnal. Con el velo de las obras tratan  de alcanzar la justicia para poder vivir . Romanos 10:5 “Porque Moisés describe la justicia que es por la ley: Que el hombre que hiciere estas cosas, vivirá por ellas.”

El maná que sirvió de alimento a los Hebreos durante cuarenta años fue provisto por Dios mismo y sin embargo todos murieron. (Juan 6:49) En el peregrinaje de esos cuarenta años aunque el alimento venía de Dios, no permanecieron con vida. Los que enseñan a vivir en el antiguo pacto mezclado con el nuevo, no proporcionarán seguridad de una vida imperecedera a aquellos que le son corrompido los sentidos con el evangelio de las obras y no en el de la fe.

Si en el mismo comienzo del establecimiento de la Iglesia Cristiana de Restauración, ya se habían introducido en su ceno falsos maestros, falsos profeta, falsos apóstoles, falsos evangelistas y falsos pastores. ¿Qué podemos esperar después de más de dos mil años de existencia del cristianismo? Hoy día existen  cientos de denominaciones e instituciones cristianas compuestas e identificadas con diferentes nombres, confesiones de fe, doctrinas y creencias ¿Podrán ofrecernos el evangelio según Jesucristo revelado a Pablo?

Creo de todo corazón que muchos sufren en vano, no han recibido al verdadero Jesucristo en el contexto de lo mostrado a través de los escritos de Pablo. Es por lo que estos escritos están apareciendo y no solo en esta página Jesucristo Soberano, sino en otras que están siendo confeccionadas por hombres iluminados por su llamado y porque fueron escogidos para estos gloriosos días. Tenemos mucho agradecimiento al Todopoderoso por haber abierto nuestro entendimiento y hacernos conocer esta manifestación gloriosa del misterio de Cristo.

En el siguiente capítulo entraremos en la gloria de estar cara a cara con el Señor, disfrutando de su plenitud, entrando con libertad al lugar Santísimo donde está el asiento de su trono.

Acompáñanos

Eres un bendecido

Eres un iluminado

Esta es tu oportunidad, única y para ti, son tus dos ojos los que están leyendo estas verdades, no otro sino tú. Aprovecha el momento y no lo dejes pasar. Abba, Padre.

 

 

Capítulo 4

 

No confiar en...

 

Filipenses 3:3 “...nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.

El misterio de Cristo, el misterio del evangelio, nos enseña lo que es vivir en la carne y lo que es estar en el espíritu. Está establecida la diferencia entre las dos naturalezas, naturalezas que poseemos los hijos de Dios, la divina y la humana.

Cuando no sabemos hacer la diferencia entre ambas naturalezas y mezclamos la una con la otra  sin considerar que una está muerta por causa del pecado y que la otra vive por causa de la justicia (Romanos 8:10) entonces podemos llegar a la conclusión que por causa de la conducta de una, la de la humana, podemos echar a perder la del espíritu.

Cuando se nos ha enseñado a otro Jesús, otro espíritu y otro evangelio, es posible llegar a practicar una religión legalista, que salva por obras y que si la carne no se porta bien lo de adentro la nueva criatura, parará en el lago de fuego en el día del juicio final.

Consideremos el estado de la carne después que Adam decidió pecar por su propia voluntad.

Primero: Romanos 5:19 Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores...

Vs. 12 “...el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron.

7:18-23 Y yo sé que en mí es a saber en mi carne no mora el bien: porque tengo el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo. Porque no hago el bien que quiero; mas el mal que no quiero, este hago, y si hago lo que no quiero ya no lo obro yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: Que el mal está en mí...mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi espíritu, y me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

Segundo: 1 Cor. 15:53 (la carne) es corruptible y mortal (Hechos 2:26,27)

Efesios 4:22 ...el viejo hombre está viciado conforme  a los deseos de engaño.

1 Pedro 3:21 ...la carne tiene inmundicias.

Romanos 8:10 la carne está muerta por causa del pecado.

Gálatas 5:17 Porque la carne  codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne...se oponen la una a la otra...

Romanos 8:12 ...no somos deudores a la carne.

1 Cor. 1:29 Ninguna carne se puede jactar en la presencia de Dios.

Romanos 13:14 ...no hacer caso a la carne en sus deseos.

Filipenses 3:3 ...no confiar en la carne.

1 Cor. 15;50 Esto empero digo, hermanos:  que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción.

Gálatas 5:19-21 Y manifiestas son las obras de la carne...los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.   (1 Cor. 6:9-12)

Estimado, lo que entrará al reino de los cielos es la nueva criatura, el hombre interior, los nacidos del Espíritu Santo, los hijos de la promesa, los vasos de misericordia, las ovejas, los hijos de Dios, la simiente divina.

La carne no definirá nunca la salvación o la perdición de la nueva creación de Dios porque las cosas viejas pasaron, se pasó de muerte a vida y ya no hay juicio que juzgue a ningún espiritual. 1 Cor. 2:15 Empero el espiritual juzga todas las cosas, mas él no es juzgado de nadie.

Romanos 7:14...yo soy carnal vendido a sujeción de pecado.

1 Cor.6:20 Porque comprados sois por precio: glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios.

Lo que estaba vendido a sujeción de pecado, fue comprado con el precio pagado en la sangre de Jesucristo.

El derecho que tenía el que compró para sujetar en pecado, se perdió cuando se dio una suma mayor por el rescate de lo que se había vendido.

Nosotros no nos vendimos a nosotros mismos, hubo uno que vendiéndose él vendió a todos sus descendientes.

Aunque Jesucristo compró todo nuestro ser y le pertenece a él exclusivamente, mantenemos un cuerpo caído, corrupto y muerto por causa del pecado, por lo tanto, no confiar en él es el consejo divino, no hacerle caso, mortificarlo y sujetarlo. Alerta! Nuestra vasija de barro es frágil y rompible, no olvidando que dentro de ella está el gran tesoro.

Pablo advierte con este escrito 1Cor. 15:33,34 No erréis: las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; porque algunos no conocen a Dios: para vergüenza vuestra hablo.

 

Capítulo 5

 

Andad en él

 

2 Cor. 11:3 ...mantener los sentidos en la simplicidad que es en Cristo

Colosenses 2:6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él.

Andar en Cristo es exactamente como dice y enseña el apóstol de los Gentiles. Sigamos leyendo  en Colosenses 2:9,10 Porque en Cristo habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente y en él estáis completos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad.

Efesios 1:22.23 Jesucristo es la cabeza de la Iglesia y la Iglesia es su cuerpo, la plenitud de Aquel que hinche todas las cosas en todos. (GRANDEZA)

Lo que quiere decir el maestro Pablo es que si Jesucristo tiene la plenitud de la divinidad corporalmente nosotros tenemos el mismo tesoro en nuestra vasija de barro. Estamos completos espiritualmente, no nos falta absolutamente nada para completar la perfección divina en nuestra naturaleza heredada en el espíritu de adopción recibido por el Espíritu Santo. Fuimos hechos perfectos por el sacrificio de Jesucristo, santos, sin mancha, puros, sin arruga, nacidos del Espíritu Santo ahora somos espíritus. Romanos 8:15 ...hemos recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos, Abba, Padre porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.

En 2 Cor. 3:17 El Señor es el Espíritu; donde hay el Espíritu del Señor, allí hay libertad. (Romanos 6:18 libertados del pecado)

1 Cor. 6:17 Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es.

Juan 4:23,24 “...Dios es Espíritu...”

Si somos uno con el Señor estamos disfrutando de toda su plenitud de Dios corporalmente y esto es realmente lo que quiso decir Pablo cuando dijo: Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él.

Gálatas 5:24,25 Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con los afectos y concupiscencias. Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu.

 

Capítulo 6

 

La conciencia del que anda en Jesús

Conciencia

suneidesis (suneivdhsi"), lit., uno conociendo con (sun, con; oida, conocer), esto es, un co-conocimiento (con uno mismo), el testimonio dado de la propia conducta por la conciencia, aquella facultad mediante la cual llegamos a saber la voluntad de Dios, como aquello que está dispuesto para gobernar nuestras vidas; de ahí: (a) el sentido de culpa delante de Dios (Heb 10.2); (b) aquel proceso de pensamiento que distingue lo que considera moralmente bueno o malo, alabando lo bueno, condenando lo malo, y así impulsando a hacer lo primero, y a evitar lo último; Ro 2.15, dando testimonio de la ley de Dios; 9.1; 2 Co 1.12; actuando de una cierta manera debido a que la conciencia lo demanda (Ro 13.5); y para no provocar escrúpulos de conciencia a otros (1 Co 10.28, 29); no poniendo nada innecesariamente en tela de juicio, como si la conciencia lo demandara (1 Co 10.25,27); «recomendándose uno mismo a la conciencia de cada hombre» (2 Co 4.2; cf. 5.11). Puede que una conciencia no sea lo suficientemente fuerte como para distinguir claramente entre lo legítimo y lo ilegítimo (1 Co 8.7,10,12; hay quienes consideran que aquí lo que significa es estar consciente). La frase «conciencia delante de Dios» en 1 P 2.19 significa una conciencia (o quizás estar consciente) controlada de tal manera por el reconocimiento de la persona de Dios, que la persona se da cuenta de que los dolores deben ser soportados de acuerdo con su voluntad. Heb 9.9 enseña que los sacrificios bajo la Ley no podían perfeccionar a una persona de tal manera que pudiera llegar a considerarse como libre de culpa.

 

Hebreos 9:1-28

“...Mas estando ya presente Cristo, pontífice de los bienes que habían de venir, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es a saber, no de esta creación. Y no por sangre de machos  cabríos ni de becerros,  mas por su propia sangre entró una sola vez en el santuario, habiendo obtenido eterna redención. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y la ceniza de la becerra, rociada a los inmundos, santifica para la purificación de la carne, ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo? Así que, por eso es mediador del nuevo testamento, para que interviniendo muerte para la remisión de las rebeliones que había bajo del primer testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna...”

Cap. 10:1-4-23 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se allegan. De otra manera cesarían de ofrecerse; porque los que tributan este culto, limpios de una vez no tendrían más conciencia de pecado....porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no pueden quitar los pecados...

...Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados...Añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por pecado. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo, por el camino que él nos consagró Nuevo y vivo, por el velo, esto es por su carne; y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, lleguémonos con corazón verdadero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia.

Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió.

Ya explicamos lo que significa la palabra “conciencia” y también expusimos lo que el escritor de Hebreos nos dice en la forma que Dios limpió nuestras conciencia de obras de mueerte para que sirvamos al Dios vivo, y esto se efectuó con el solo sacrificio hecho por Jesucristo en la cruz del Calvario. Ahora Pablo nos advierte que no fluctuemos de la profesión de nuestra fe que Dios es fiel en lo que prometió.

En el caso de Himeneo y Alejandro, Pablo hizo algo que solo aparece en sus escritos dos veces, leamos: 1 Timoteo 1:19,20 Manteniendo la fe y buena conciencia, la lcual echando de sí algunos, hicieron naufragio en la fe: De los cuales son Himeneo y Alejandro, los cuales entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.

La razón de la blasfemia consistía en lo siguiente: Hebreos 10:26-31 Porque si pecáramos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por el pecado, sino una horrenda esperanza de juicio y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que menospreciare la ley de Moiséis, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia: Cuánto pensáis que sera más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamentoen la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Sabemos quién  es el que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará su pueblo. Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo. Himeneo y Alejandro, sufrieron la penalización impuesta por Pablo al pisotear y tener por inmunda la sangre del testamento eterno, dejaron la fe y la buena conciencia que fue limpia por la sangre del Santo de Israel, Jesucristo el Hijo de Dios.

Hebreos 6:4-6 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partíciples del Espíritu Santo y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole a vituperio.

 

Recordemos primero: Que la carta escrita a los Hebreos fue para ellos no para los Gentiles y que Pablo cuando escribe en el mismo capítulo 6:1-3 dice que dejen la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo y que vamos adelante a la perfección, no echando otra vez el fundamento del…”Después que se dejen esos fundamentos y sean iluminados…y recaigan en lo mismo que dejaron, es imposible volver a crucificar a Jesucristo. A los Hebreos convertidos al cristianismo, a su fe y a la sana doctrina, en el momento que abandonen la fe y la buena conciencia recaen, están blasfemando; les sucede lo mismo que a los Gentiles. Gálatas. 5:1-5 “Estad pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a ser presos en el yugo de servidumbre…Vacíos sois de Cristo los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído…Capítulo 3:14…vs. 10 “Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo de maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas…”

No puede Jesucristo volver a ser crucificado, fue por su sola ofrenda que nos hizo perfectos para siempre, limpió nuestras conciencias de obras de muerte y nos hizo aptos para que como el Sumo Sacerdote entraba al lugar Santísimo una vez al año para efectuar la expiación, ahora nosotros podamos entrar al Lugar Santísimo en el mismo cielo, no una vez al año sino a todo momento y todo a través del cuerpo de Cristo. Solamente en el trono de gracia alcanzamos misericordia y oportuno socorro. Hebreos 4:16

Segundo: Agregamos que la disciplina, corrección y azote, vienen de Dios para corregir lo defectuoso, y esta disciplina es aplicada a los hijos de Dios cuando estos merecen por su conducta carnal el castigo divino.

Hebreos 12:5-13 “...porque el Señor al que ama castiga y azota a cualquiera que recibe por hijo...si estáis fuera del castigo, del cual todos han sido hechos participantes, luego sois bastardos, y no hijos...”

1 Cor. 11:27-34 “...Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del SeñorPor lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros y muchos duermen. Que si nos examinásemos a nosotros  mismos, cierto no seríamos  juzgados. Mas siendo juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el mundo...”

El hombre entregado

1 Cor. 5:1-5...El tal sea entregado a Satanás para muerte de la carneporque  el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.

Entran como por fuego

1 Cor. 3:15 Si la obra de alguno fuere quemada, será perdida: él empero será salvo mas así como por fuego

1 Tim. 1:19,20 Himeneo y Alejandro, los cuales entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.

Ya lo dijimos anteriormente y creo que es prudente repetirlo para que veamos la diferencia entre la carne y el espíritu, leamos: 1 Cor. 2:15 “Empero el espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado de nadie.” Insistimos en vivir y andar en el Espíritu y esto hará que seamos permanente en Cristo en su simplicidad.