Concilio Internacional Jesucristo Soberano

 

Seminario:

La verdad del evangelio II


 

REINANDO SIN EFECTOS FATALES

Por. Reynaldo Estrada

 

1. Leemos en Gálatas 6:8 "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará"

2. No existe ley sin legislador, porque un legislador es una persona o un órgano del cuál emanan las leyes. Observa que Pablo dice que el legislador de la ley de la cosecha es Dios y él no puede ser burlado por la cosecha ni aun por el sembrador, porque TODO lo que el hombre sembraré, eso mismo según su género, cosechará.

3. Todo en el campo humano y espiritual está regido por leyes. No existen cosechas casuales, existen cosechas premeditadas, porque una cosecha es un efecto, una consecuencia o un resultado de una siembra.

4. A la misma ley de la siembra y de cosecha se le conoce como la ley de causa y efecto. Esta es la ley que ajusta sabia e inteligentemente el efecto a su causa. Todo lo que emitimos, sembramos o causamos sea bueno o malo, nos traerá un efecto, un resultado una cosecha, un fruto o una consecuencias buena o mala o según su género e intención.

5. Uno de los pueblos que más conoció la ley de causa y efecto fue Israel. En Deuteronomio 27 y 28 Moisés le dijo a Israel que cuando pasaran el rió Jordán hacia la tierra prometida, revocaran con cal grandes piedras y escribieran en ellas las palabras de la ley.

6. Y les dijo a Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín que se pusieran sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo. Y a Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neptalí que subieran sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición

7. Entonces, fíjate, el pueblo estaba en medio de dos montes; en medio de los dos grupos de padres de Israel; y en medio de la bendición y de la maldición, ¿Por qué? Porque Dios los estaba colocando frente a la ley de causa y efecto.

8. La ley de causa y efecto dice: "recibimos el efecto de todo lo que causamos", es decir, que lo que causamos es la acción y lo que recibimos es la reacción. ¿Qué nos enseña esto? Que a "cada acción" corresponde una reacción, que a cada siembra una cosecha, que a cada causa un efecto.

9. En esta vida, nadie recibe nada por nada sino por algo que sembró, emitió, dijo, hizo o causó. Por ejemplo: Proverbios 26:2 dice "Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa". Todo nos viene por una causa que ejecutamos.

10. Cada uno causa su causa y asimismo recibe su propio efecto. Deuteronomio 28:1,2 dice que si el pueblo Israel oía y guardaba y ponía por obra las instrucciones de Dios, él los exaltaría sobre todas las naciones de la tierra y vendrían sobre ellos todas las bendiciones del cielo; pero si en si efecto, dice el V:15 no oían su voz para procurar cumplir sus instrucciones, entonces, vendrían sobre ellos todas estas maldiciones y los alcanzarían.

11. ¡Te das cuenta! Cada ley tiene las dos caras de la moneda (bendición y maldición). No es Dios quién me maldice, no es la gente que me maldice, soy yo mismo el que me maldigo cuando violo la ley.

12. La ley es el justiciero celestial. Es un justiciero que dice "Quien viola mi ley genera dolor para sí mismo". Entonces, para reinar sin efectos fatales, debemos oír, cumplir, guardar y obedecer las leyes naturales y espirituales, debemos oír a Dios.

13. La Ley de causa y efecto es como una balanza. En el platillo derecho están las buenas acciones, y se le denomina CAUSA O SIEMBRA. En el platillo izquierdo están las malas acciones u obras y se le llama CONSECUENCIA O EFECTO. ¿Cómo anda tu balanza? ¿Cuál lado tiene más peso?

14. La ley de siembra y consecuencia o de causa y efecto es como un rondero que nos vigila a cada momento y por eso cualquier acto bueno o malo de nuestras vidas tiene sus consecuencias fatales.

15. Todo el mal que hagamos tenemos que pagarlo y todo el bien que hacemos nos será recompensado en esta misma vida más temprano que tarde.

16. Pero no solamente existen efectos o consecuencias fatales personales, sino también colectivos. Por ejemplo: ¿Cuál fue la consecuencia fatal que nos causó la trasgresión de Adán a todo el mundo? En Génesis 3:17 Dios le dijo a Adán "Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol que te dije no comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida".

17. Fíjate, que la ley de Dios le dijo a Adán "No comerás de él". Esa ley tenía un efecto y un reinado. Uno siempre se va a encontrar con cualquier ley o principio que tiene un efecto y un reinado y el éxito o el fracaso, la bendición o maldición, la ruina o la prosperidad siempre estará en nuestras manos, ¿Por qué? Es "por tu causa" como le dijo Dios a Adán.

18. ¿Cómo empezó Adán a causar ese efecto de maldición y ese reinado de muerte que entró en el mundo? Cuando comenzó a obedecer -no a la ley de Dios- sino a la ley de su mujer. Adán oyó a la voz de su mujer por encima de la voz de Dios que le dijo "no comerás de él".

19. Fíjate, la tentación de su mujer fue la serpiente, pero la tentación de Adán fue la voz de su mujer, ¿Qué nos enseña esto? Que siempre vamos a tener un tentador que nos va a seducir a violar una ley. 

20. Ahora, como tú no eres un robot de Dios, porque él te dio un -libre albedrío natural- y debido a él puedes hacer lo que quiera, pero…de todos tus actos, emisiones, acciones y de todo lo que causes tendrás que rendir cuentas ante una justicia humana que es una delegación divina.

21. Cuando uno libera su uso de razón, comienza a ser un sembrador desde niño y desde la niñez va trayendo sus propias semillas que va sembrando y a la vez va marcando y creando sus propios destinos. Uno deja la niñez y entra a la juventud y desde la juventud uno también va soltando semillas por aquí y por allá y a la vez va recogiendo cosechas, consecuencias, efectos y resultados buenos o malos.

22. ¿Qué pasa cuando uno llega a la adultez? Que va viendo las marcas o huellas en su mente, en su cuerpo, en su entorno familiar y personal que sembró en la niñez y en la juventud y si uno a esa edad no reprograma su mente y no hace una renovación de su vida, se irá a la tumba como una cizaña y no como un grano de trigo maduro. Por eso, enseñemos a los niños a reinar en vida y libertad a partir de su uso de razón, para que cuando sean adultos disfruten la vida humana y espiritual y no sufran.

23. La ley de causa y efecto te enseña que -si en esta vida- herimos, ya casi nos hieren; si matamos, ya casi nos matan; si robamos, ya casi nos roban, porque, "con la vara de nuestra actitud que medimos, ya casi nos miden y con ventaja".

24. Entonces, Dios no puede ser burlado, porque TODO lo que el hombre sembraré, eso también segará. La Ley de la siembra y de la cosecha es una ley de compensación y no de venganza. Esta ley es una medicina que se nos aplica para nuestro propio bien; desgraciadamente, la gente en vez de inclinarse reverentes ante Dios, le protesta y blasfema, se justifica a sí mismo, se disculpa y se lava las manos como el Pilatos de la Biblia.

25. Cuando protestamos no se nos modifica la Ley de la siembra y de la cosecha, si no que esta ley se vuelve más dura y más severa.

26. Reclamamos honestidad cuando hemos sido deshonestos. Pedimos amor cuando hemos sido despiadados. Solicitamos comprensión cuando nunca hemos dado comprensión a nadie. Anhelamos inmensas dichas cuando hemos generado muchas desgracias.

27. Deseamos vivir en el paraíso cuando todo lo que provocamos es un infierno. Queremos que nos obedezcan, cuando a nadie nos sujetamos. Nos molesta que nos calumnien, cuando hemos sido difamadores y hemos causado dolor intenso. Es decir, reclamos lo que no hemos dado o sembrado justamente.

28. Cuando la ley de causa y efecto le va a pasar factura a alguien, primero la somete a un juicio interno. Ella va y mira la balanza del individuo.  Esta ley no te regala nada gratuito, ella solo cobra, pasa la factura. Es una ley que todo te lo cosecha, recompensa y te lo da en idénticas proporciones y porcentajes. Tú causas proporcionalmente al 50%, ella te da un efecto proporcional del 50%, ni más ni menos siempre igual.

29. Si tienes una buena siembra, si haz obrado bien, entonces, la ley de causa no tiene porque causarte ningún padecimiento, pero si el individuo tiene un capital de siembras malas, le paga con dolor interno, ruina, intranquilidad, estrés, y desestabilizad y es aquí donde sólo Dios es su ayudador.

30. Pero, ¿Cómo le ayuda Dios? Le ayuda por medio de las leyes espirituales en obediencia. Te ayuda por medio de la información de sabiduría. Por ejemplo: ¿Por qué crees que Efesios 4:23-32 dice:

- y renovaos en el espíritu de vuestra mente

- vestíos del nuevo hombre

- desechando la mentira

- Airaos, pero no pequéis

- no deis lugar al diablo

- el que hurtaba, no robe más

- trabaje haciendo con sus manos lo que es bueno

- ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca

- no contristéis al Espíritu santo de Dios

- quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia

- sed benignos, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó?

31. ¿Qué notas en todos estos versículos? Notas el ejercicio de tu voluntad: renovaos, vestíos, no deis, trabaje, con contristéis, quitense etc. ¿Por qué? Porque por dentro de cada mandamiento se encuentra la ley de causa y efecto, de siembra y cosecha. 

32. Entonces, Dios te ayuda, cuando tú ejercitas en bien y para bien la información de la sabiduría de Dios y uno de los aspectos de esta sabiduría es saber vivir bien. Respeta a la ley de causa y efecto y ella te respetará a ti y así con la sabiduría de Dios podrás reinar sin efectos fatales.

 

Reynaldo Estrada. :: www.graciaypaz.com

 


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