Concilio Internacional Jesucristo Soberano

 

Seminario:

La verdad del evangelio II


 

REINANDO EN SALUD

Por. Reynaldo Estrada

1. Leemos en Proverbios 4:20 "Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.

2. La palabra "medicina" es la ciencia que tiene por objeto curar o mitigar las enfermedades del cuerpo y conservar la salud. La medicina es la contra de las enfermedades, es el elemento que las contrarresta.

3. ¿Qué necesita medicina? Todo tu cuerpo, porque el cuerpo es vehículo del espíritu y del alma, pero lo que le va a dar salud a ese cuerpo es lo que procede del espíritu al alma y del alma al cuerpo.

4. Salomón dijo que tú y yo debemos guardar en medio de nuestro corazón las "palabras" de Dios, porque son vida a los que las hallan y medicina a todo tu cuerpo.

5. Entonces, la medicina es un asunto de palabra y pensamiento. Todo debajo del sol es energía vital. Tus palabras y pensamientos son energía porque tienen un poder edificador o destructor.

6. La energía genera vibraciones que pueden afectar todo el entorno. Existe la energía del pensamiento y la energía de la palabra. ¿De dónde salen tus pensamientos? Salen de tu corazón. Tú corazón es la fuente de la energía y tus palabras como tus pensamientos contienen vibraciones que pueden organizar o desorganizar a todo tu cuerpo, es por eso, que la medicina o la enfermedad, proceden de aquel pensamiento o de aquella palabra que anides en tu propio corazón.

7. Por ejemplo: Cuando tu dices ¡Estoy aburrido! ¿Qué acabas de anidar en tu corazón? Aburrimiento, y ese término va a comenzar a afectar tu área psíquica, sentimental, física y espiritual.

8. Esa palabra, va a hacer enfermedad a todo tu cuerpo. Pero si confiesas que eres un bendecido a pesar de, que estas reinando en vida a pesar de, entonces, esas palabras serán medicina a todo tu cuerpo.

9. ¡Cuida tu verbo, tu palabra y pensamiento! De modo que transmitas vida, medicina y beneficio a tu cuerpo. Lo que dices ahora, creará tu siguiente destino y te indicará la suerte que tu misma espera.

10. Tus palabras necias, son pensamientos necios que destruyen, confunden y desorganizan. Nadie a ti te desorganiza la vida, eres tú mismo con esa palabrería que tienes y esos malos pensamientos que usas.

11. Eclesiastés 5:6 dice "No dejes que tu boca te haga pecar", antes de que tu cuerpo peque, ya viene tu pensamiento pecando y tu boca colaborando. Tú boca desorganizar tu entorno y con ese lenguaje que usas jamás podrás ver medicina a todo tu cuerpo.

12. ¿Cuándo comienza a fluir la medicina a todo tu cuerpo? Efesios 4:23 dice "Y renovaos en el espíritu de la mente" , tu mente es el campo de la renovación, pero tu entendimiento que es el espíritu de tu mente es el que necesita ser renovado. Cuando renuevas el entendimiento, renuevas todo el campo de tu propia mente.

13. No esperes que nadie te renueve, eres tú el que debe renovar para darle medicina a todo tu cuerpo. Renueva haciéndole cambios a tus pensamientos. Tus pensamientos son el piloto de tus palabras. Dale medicina a tu cuerpo con palabra de Dios, con pensamientos de Dios.

14. Una palabra de medicina es una palabra de fe consumada que puede curar tu cuerpo, En Mateo 8:6 el Centurión romano le dijo al Señor Jesús, "di la palabra y mi criado sanará". ¿En dónde estaba la medicina de Jesús? Estaba en su boca. Entonces, "di la palabra"… y tu mente sanará, y tu cuerpo sanará, y tu desorden sanará, ¿Por qué? Porque el hablar te obliga al actuar, al hacer, al ejecutar.

15. La clave es "di la palabra" porque ya creaste el pensamiento de ella, entonces, dila con medicina, dila con fe consumada, dila con positivismo, dila con beneficio.

16. Fíjate, que la medicina procede de tu corazón, porque de él mana la vida, mana la medicina, mana la paz, mana la prosperidad. Tu corazón es la fuente de tus energías, es la fuente de tu proceder y de tu conducta.

17. Lo que ha de verse de ti, ya se hizo en tu corazón, allí nació, se dio, se creó, se entretejió, por eso es, que Salomón dice "Guarda tu corazón; porque de él mana la vida".

18. Ten a tu corazón de amigo. Pon a tu corazón en Cristo. Ponlo en medicina, porque hay dos leyes que posee tu corazón: La ley de la armonía y la ley de la correspondencia.

19. Por ejemplo: Todo corresponde a todo. A un ambiente de discoteca corresponden los fumadores, bailarines y borrachos, pero a ese ambiente no corresponden los cristianos. Borracho busca a borracho y cristiano busca a cristiano. Todo se corresponde.

20. Tus palabras corresponden a tu mente. Por ejemplo: palabras necias corresponden a mentes necias. Chismosa corresponde a chismosa, por eso es que se juntan, calan, dan la misma medida.

21. La clase de corazón que tengas va a corresponder a tus palabras y eso va a producir un resultado a todo tu cuerpo. Pablo enseñó en 2 Corintios 6:14 "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque que comunión tiene la luz con las tinieblas", Es tu corazón el que crea el yugo y ese yugo busca la ley de la correspondencia. La luz corresponde al brillo y las tinieblas corresponden a la oscuridad.

22. La luz no se correlaciona con las tinieblas, porque la luz es una ley de correspondencia al conocimiento y las tinieblas es una ley de correspondencia a la ignorancia. En la luz no hay concordia.

23. Ahora, ¿Cuándo surge la ley de la armonía? Cuando tenemos el mismo espíritu de fe, Pablo dijo en 2 Corintios 4:13 "teniendo el mismo espíritu de fe…creí, por lo cuál hablé", Tu siempre va a hablar lo que crees, ese es tu espíritu de fe. Tu lenguaje determina tu creencia.

24. Por ejemplo: Si hablas ruina, es porque crees ruina, generas ruina, fabricas ruina y vives ruina, porque de la abundancia del corazón habla la boca y ruina es lo que le da a tu cuerpo, en vez de darle medicina.

25. Si hablas bien, crees bien. Si hablas medicina, crees medicina. Si hablas Dios, crees Dios. Si hablas prosperidad, crees prosperidad. Tus palabras confirman tus creencias.

26. Tus palabras te enferman o te curan; de hacen o te deshacen; te animan o te desaniman; te edifican o te destruyen, ¿Quién me destruyó? Tu mismo lenguaje.

27. La ciencia de la neuropsicología dice que cuando expresas un término con fe o creencia, se genera una vibración mental que influirá sobre tu sistema nervioso autónomo, y ese término o palabra convertido en vibración o energía distribuye sensaciones de ese término expresado y por eso, tu cuerpo siente lo que dijiste u ordenaste.

28. El cerebro es un regalo de Dios que todos debemos ponerlo a trabajar en la dirección correcta y en el camino perfecto, y que más lo puede perfeccionar que el poder de la palabra de Dios. Entonces, que tus palabras lleven por dentro certeza y convicción de medicina a todo tu cuerpo. 

 

Reynaldo Estrada. :: www.graciaypaz.com


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