Concilio Internacional Jesucristo Soberano

 

Seminario:

La verdad del evangelio II


 

REINANDO EN UN CIELO NUEVO Y TIERRA NUEVA

Por. Reynaldo Estrada

 

1. Leemos en Apocalipsis 21:1,4 "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron".

2. Estaba profetizado en Isaías 65:17 que Dios crearía nuevos cielos y nueva tierra, donde de lo primero no habría memoria, ni mas vendría al pensamiento.

3. El apóstol Pedro en 2 Pedro 3:13 vivió en sus días bajo esta continúa expectación, cuando dijo "nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevo y tierra nueva, en los cuales mora la justicia".

4. Al autor de Hebreos 12:26,27 se le reveló en el año 67 d.C. cuando escribió la carta a los hebreos, que la voz de Dios, iba a conmover no solamente la tierra, sino también el cielo, indicando la remoción de las cosas movibles como cosas hechas, para que queden las inconmovibles, recibiendo un reino inconmovible.

5. Y el apóstol Juan en Apocalipsis 21:1 testifica que vio un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más; ya no había muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor… porque las primeras cosas pasaron.

6. Hablando del cielo, Isaías lo profetizó, Pedro lo tuvo en expectativa, el autor de hebreos lo declaró y Juan lo vio nuevo. La expresión "un cielo nuevo y una tierra nueva" indica un nuevo reinado, un nuevo estado y un nuevo gobierno, donde hay un reino inconmovible, donde mora la justicia perdurable, y de lo primero no se tiene más memoria, para que aquello no venga más al pensamiento.

7. Tú tienes que estar reinando bajo este cielo nuevo y tierra nueva, con un nuevo pensamiento, en una nueva Jerusalén, donde todo lo tienes que ver nuevo. ¿En dónde le mantienen el pensamiento hoy en día al pueblo de Dios? Se lo mantienen en la vieja Jerusalén, en el viejo hombre, en el primer cielo y en la primera tierra, y por eso, el pueblo no está reinando en vida ni en libertad.

8. ¿Cómo sabemos que nos encontramos bajo un cielo nuevo y una tierra nueva? Sencillo, porque cuando Juan vio a la nueva Jerusalén, ya la vieja Jerusalén había sido destruida en el año 70 d.C. por las legiones romanas al comando de Tito.

9. Para que Juan viera a esa "nueva Jerusalén", tuvo que haber una remoción de las cosas movibles. El primer cielo y la primera tierra tuvieron que haber pasado. El autor de Hebreos 12:26 dijo "pero ahora ha prometido…aun una vez…indicando la frase "aun una vez", remoción de las cosas movibles como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.

10. Dios ya no va a remover nada, porque El ya removió todo en términos espirituales. Tú no puedes estar donde Dios ya removió, donde ya conmovió y dónde ya cumplió. No puedes estar en el viejo pensamiento. Observa, en que lugar estaba el pensamiento de Pablo, "Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre" (Gálatas 4:26).

11. Fíjate, aunque el cuerpo de Pablo todavía estaba en la tierra, su pensamiento ya se encontraba en la Jerusalén de arriba, que es la nueva Jerusalén. En el año 67 d.C. el autor de Hebreos 12:22 le dice a los creyentes hebreos en su época "os habéis acercado a la Jerusalén celestial". Hebreos 11:13-16 dice que "conforme los del antiguo testamento, murieron, mirando de lejos, creyendo, saludando y confesando una patria, esto, es celestial, porque esta ciudad era la que Dios les había preparado.

12. Observa, que los héroes de la fe, miraban de lejos a la nueva Jerusalén, la creyeron, la saludaron y la confesaron. Esta era la patria que estaban buscando cuando peregrinaron por el desierto, Hebreos 11:15 dice que si "hubieran estado pensando en aquella patria de donde salieron, hubiesen tenido tiempo de volver, pero ellos murieron en pro de lo celestial.

13. Esta es mi lucha, sacar por conocimiento tu pensamiento del viejo hombre, del viejo pacto, de la vieja patria, y ponerte a reinar bajo un nuevo pensamiento en la nueva Jerusalén, bajo una nueva visión. ¡Ojalá! Logre algún día mi objetivo contigo, porque yo ya me encuentro en lo nuevo de Dios.

14. Me dirás, pero, yo no veo ningún nuevo cielo, ¿A dónde se encuentra la nueva tierra? ¿Dónde está la nueva Jerusalén? ¿Dónde está el reino inconmovible? Mira, Pablo estableció un principio en 1 Corintios 15:46 "Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual". Apliquemos este principio a nuestro tema. Fíjate bien, primero no fue la nueva Jerusalén, sino la antigua Jerusalén. En el principio de Pablo hay dos dimensiones: lo animal y lo espiritual.

13. ¿Cuál fue la Jerusalén que Dios removió en el año 70 d.C.? Fue la Jerusalén animal, terrenal y física. Esta fue primero, pero la mitad del principio de Pablo dice "luego lo espiritual" y en lo espiritual, ¿De quién estamos hablando? De la nueva Jerusalén. Entonces, Dios en el 70, no iba a remover un cielo ni una tierra física, porque tú ves que en pleno siglo XXI siguen intactos.

14. Lo que Dios removió fue todo lo antiguo: el viejo hombre, el viejo pacto, el viejo reino, y la vieja Jerusalén. Dios removió al viejito y a la viejita, por eso, a Juan, Dios le mostró todo nuevo, Apocalipsis 21:5 dice "…yo hago nuevas todas las cosas". Entonces, no estamos hablando de cosas carnales, físicas ni animales, hablamos de cosas nuevas en términos espirituales.

15. Por no tener revelación, la gente en el cristianismo, está esperando que sucedan "cielos nuevos y tierra nueva" en lo animal, en lo físico. Los predicadores futuristas los ponen a visionar calles de oro y un mar de cristal. El oro lo necesito es aquí, no allá, porque el oro no entra en lo espiritual, Pablo explicó en 1 Corintios 15:50 que carne ni sangre heredan el reino de Dios.

16. Para poder reinar bajo un cielo nuevo y una tierra nueva; tenemos que saber que el primer cielo y la tierra de la antigua Jerusalén ya pasó, y de eso, no debemos fijar más nuestro pensamiento. La antigua Jerusalén del año 70 no tiene cielo ni tierra, porque todo en la parte espiritual, ya fue consumado.

17. En asuntos espirituales, nos encontramos reinando en una nueva creación, donde hay un cielo nuevo, un nuevo tabernáculo y una nueva Jerusalén. 

18. Ahora, fíjate bien, que en Apocalipsis 21:1 cuando Juan ve un "cielo nuevo", es porque las primeras cosas del "primer cielo" pasaron, ¿Qué cosas pasaron, para que en términos espirituales, reinando bajo un cielo nuevo, no fijes más tu pensamiento ni tengas más memoria de las cosas antiguas. Antes de Apocalipsis 21 se encuentra Apocalipsis 20, entonces, todo lo descrito en el capítulo 20 ya pasó.

19. Ya pasó el dragón; ya pasó la serpiente antigua; ya pasó el diablo; ya pasó Satanás; ya pasaron las ataduras, entonces, no más memoria ni pensamiento en dragones ni diablos. En la nueva Jerusalén, no hay dragones ni serpientes, diablos ni satanes. Que tu pensamiento esté libre de diablos y maldiciones y ataduras. No puedes reinar con esas cosas viejas en tu memoria ni pensamiento.

20. Dice también que bajo el "primer cielo" estaba la bestia y el falso profeta, estaba Gog y Magog. Hubo también un reinado con Cristo de mil años. Hubo primera resurrección y segunda muerte. Hubo trono blanco y muertos juzgados. Hubo muerte y hades y el famoso lago de fuego. Fíjate, que Juan en Apocalipsis 21:1 dice que cuando vio el cielo nuevo, el mar ya no existía más, y en Apocalipsis 20:13 el mar entró los muertos", entonces, ¿Qué era el mar? Un símbolo de muertos.

21. En este reinado bajo el cielo nuevo, no hay bestia ni falso profeta; no hay Gog ni Magog; no hay reinado limitado a mil años; no hay primera resurrección ni segunda muerte; no hay trono blanco; no hay mar porque no hay muertos porque la ley ya había pasado, pues, en términos espirituales, todo ya fue consumado y cumplido totalmente.

22. Juan vio en Apocalipsis 21:4 que en el reinado bajo el cielo nuevo, ya no había muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron, pues, ya Dios enjugó toda lágrimas de los ojos. Las únicas lágrimas que pueden salir de tus ojos, son aquellas que humanamente tu mismo las produces por tu mal comportamiento o que otros te hacen llorar. Pero no dejes que nadie ni nada de dañe tu reinado. Tú llorando y el otro gozando en su vicio y en su condición.

23. La nueva Jerusalén es un asunto de nuevo pensamiento. Tú reinado bajo el cielo nuevo es para reinar sin lágrima, sin llanto, ni dolor. Reina, libre de las cosas del viejo cielo. Pablo dijo que la "Jerusalén de arriba", es celestial y es libre.

24. Ya Dios te arregló tu destino. Tú no necesitas indagar para dónde vas. Tú ya no vas, tú estás en Dios y eres uno con Dios en todos. Tú responsabilidad es reinar aquí bajo un cielo nuevo y una tierra nueva completamente libre. Sigue reinando en vida y libertad.

 

Reynaldo Estrada. :: www.graciaypaz.com


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