Remitir y Retener
Nota:
Para anektos, traducido «más remisión» (Lc 10.12,
(«más tolerable»).
1. afiemi (ajfivhmi),
despedir, enviar. Se traduce con el verbo remitir en Jn 20.23, dos
veces: «A quienes remitiéreis los pecados, les son remitidos». Las
Escrituras dejan claro que las palabras del Señor no tenían la
intención de otorgar el ejercicio de la absolución, la cual las
Escrituras declaran que es la prerrogativa exclusiva de Dios. No hay
ningún caso en el NT de tal acción por parte de los apóstoles.
Los términos se deben entender en un
sentido «declarativo»; esta afirmación tiene que ver con los efectos
del ministerio de ellos, con su doble efecto de remisión o de
retención. No podían, ni nadie podía después de ellos, perdonar los
pecados, como tampoco fue José quien restauró el copero a su oficio o
colgó al panadero (Gn 41.13), ni como tampoco eran los profetas los
que cumplían aquello «que declaraban que iba a sucederles a ellos
mismos (Jer 1.10; Ez 43.3). Jonás 1-3
2.
anapempo (ajnapevmpw), lit. «enviar arriba» (ana,
arriba, y pempo, enviar). Se traduce con el verbo remitir en Lc 23.7:
«le remitió a Herodes»; v. 15: «os remití».
3.
paradidomi (paradivdwmi), se traduce «remitía la
causa al que juzga justamente» (1 Pedro 2.23, «remitía” «encomendaba»;
«se entregaba»).
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