Apóstol Domingo Hernández
Cuando hablamos de la
resurrección, estamos dando a conocer lo que estaba sin vida, en un
estado inerte y sin reacciones y por alguna razón vuelve a la vida. El
Apóstol Pablo escribió de los muertos en delitos y pecados que son
resucitados con el mismo poder que Dios resucitó a su Hijo Jesucristo
después de haber muerto en la cruz del Calvario. Efesios 1:16-23 Esto es
lo que llamamos: Resurrección espiritual para el que estaba muerto en
delitos y pecados. Cuando creemos que el poder del Espíritu Santo que
resucitó a Jesucristo de los muertos, tambien resucitó espiritualmente a
sus hijos adoptados por Cristo, se acabaron todas las maldiciones que
habían en al Antiguo Pacto contra los condenados pecadores, pues ahora
vivimos en las gracias y el poder del Nuevo Pacto, el cual fue
confirmado con la sangre que derramó el Hijo de Dios y esa sangre
preciosa dio lugar a que hoy yo fuera hijo del Altísimo para siempre.
Cuando Jesucristo resucitó, yo también
resucité, cuando Jesucristo subió y se sentó en el trono, yo subí con El
y me senté en el trono a disfrutar como uno de sus reyes con mando y
autoridad.
Hoy por hoy, la Amada
Iglesia (Cuerpo de Jesucristo) se encuentra en victoria y triunfando
constantemente. La Iglesia por el conocimiento es vestida en la
renovación ascendente, de gloria en gloria, alumbrada con la luz que
sale del Cordero de Dios y por lo tanto nada de miedo y temor al futuro
envuelto en una tribulación que la pondrá a prueba con el fin de saber
si estará lista para la aparición de Jesús en su “supuesta segunda
venida.” La Iglesia de Jesucristo su Amada Esposa, es su cuerpo santo,
bendito y como Jesucristo la cabeza vive en Dios para siempre, así
también su cuerpo vive escondida en Cristo. La cabeza es Jesucristo y
esa cabeza es: santa, limpia, perfecta, justa, apartada de los pecadores
y hecha más sublime que los cielos, por lo tanto también lo es su
cuerpo, no puede una parte estar sana y sin defectos y la otra parte
enferma e inperfecta. Dios es uno y nosotros somos uno con El. Abba,
Padre.
La segunda
resurrección es cuando se adopte el cuerpo según Romanos 8:23 La
resurrección en la manifestación de aquel día, será cuando lo corrupto
sea vestido de incorruptibilidad y lo mortal de inmortalidad, cuando se
declare: Dónde está, oh muerte, tu aguijón? Dónde, oh sepulcro, tu
victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del
pecado, la ley. Mas a Dios gracias, que nos da
la victoria por el Señor nuestro Jesucristo. 1 Cor. 15:55-57
Si ya fuimos
resucitados espiritualmente para vivir por la eternidad, por qué
preocuparnos por la resurrección en aquel día cuando los que están en
los sepulcros oirán su voz? Nadie podrá resucitar con el cuerpo adoptado
por Cristo, si primero no resucitó de la muerte producida por los
delitos y pecados. Juan 5:28,29 Esto está más claro que el agua.
Bendecido todo aquel que entiende todo este glorioso proceso divino.
Entonces si Jesucristo regresara hoy, mañana o dentro de cien años, por
qué preocuparnos por una tribulación que pondrá en peligro la vida
eterna que tiene un espíritu adoptado y resucitado con el poder del
Espíritu Santo? Nada de preocupación, lo que efectuó Dios en su Hijo
amado hace más de dos mil años, es suficiente porque Jesús pronunció:
Saldada la deuda, hecho es, consumado es, todo terminó para
salvar lo que se había perdido. Las adopciones y las resurrecciones
son obras hechas exclusivamente por Dios Padre, Espíritu Santo, Cristo.
El hombre en la carne no hizo, hace ni podrá hacer absolutamente nada
para que gane el favor de Dios, la adopción, resurrección y perfección.
A Jesucristo sea toda la honra, la alabanza y
la gloria por los siglos de los siglos. Amén
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