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REGENERACIÓN, RENOVACIÓN Y TRANSFORMACIÓN
Por Apóstol Domingo Hernández - 1-6-2012
Regenerar y renovar por el Espíritu Santo
Regenerar: Es convertir en generado lo que estaba degenerado, en este caso: caído, destituido de la gloria de Dios. Dios regenera en gloria y para su gloria a los hijos suyos que estaban muertos en delitos y pecados. Efesios 2:1-6 Esta obra grandiosa la realiza el Espíritu Santo, Dios mismo.
El Apóstol Pedro nos escribe en su primera epístola 1:1-5 “Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sea multiplicada. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos. Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, reservada en los cielos.”
El Apóstol Pablo escribe a Tito 3:4-7 “Mas cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con los hombres. No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador. Para que justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.
Los dos hablan de la regeneración, Pablo incluye la renovación y ambas cosas son hechas por el Espíritu Santo, una en la resurrección de Jesucristo y la otra hasta que seamos formados a la imagen de Cristo.
La resurrección de los muertos espirituales
Efesios 1:16-23, 2;1-6 Con el mismo poder que resucitó a Jesús.. Dios nos resucitó y nos dio vida juntamente con Cristo y nos sentó con él…”
2 Cor. 5:14-18 “…vivir para aquel que murió y resucitó por ellos…’
Romanos 4:25 “Jesucristo resucitado para nuestra justificación”
2 Timoteo 2:7-11 “…Jesucristo el cual fue de la simiente de David, resucitó de los muertos conforme a mi evangelio…”
1 Cor. 15:1-22 “Si Cristo no resucitó, todos los santos elegidos desde antes, estamos perdidos y vana es nuestra fe.”
El nuevo espíritu era el que estaba separado y en la adopción es regenerado
Romanos 8:15-17 “..El mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo.”
Comenzó nuestra herencia de la vida eterna.
Ahora podemos clamar: Abba, Padre
La renovación por el Espíritu Santo adquirida por el conocimiento
Efe. 4:11-13 y Colosenses 3:10
Romanos 8:29 “…a la imagen de Cristo” 2 Cor. 3:17,18 De gloria en gloria
La transformación física al regreso de Jesucristo
Cuerpo adoptado en su redención
Rom. 8:21-23
Jesucristo con carne y huesos Lucas 24:36-
Nosotros: 1 Cor. 15:51-55
Filp. 3:20,21 Semejantes al cuerpo de su gloria.
Lo que fue regenerado, nunca más se degenera. Lo que fue salvado, nunca más se puede perder. Jesucristo murió una vez y una vez resucitó. Lo mismo sus hijos adoptados; primero murieron con El y después Dios nos resucitó con El. Para siempre seguros, ciertos y confiados. Gloria a Dios! Bendito el Rey de reyes. Abba, Padre. Gózate siempre en el Señor.
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