Concilio Internacional Jesucristo Soberano


1. Introducción 2. Primer Pacto 3. Segundo Pacto 4. Melquisedec y Leví

 

 

Pacto-Rebelión-Pacto


Apóstol Domingo Hernández

Capítulo 2

Segundo Pacto confirmado con la muerte

Así que, por esto es mediador del nuevo testamento, para que interviniendo muerte para la remisión de las rebeliones que había bajo del primer testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay testamento necesario es que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte es confirmado; de otra manera no es válido entre tanto que el testador vive. De donde  vino que ni aun el primero fue consagrado sin sangre. Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, y lana de grana, e hisopo, roció al mismo libro, y también a todo el pueblo. Diciendo: Esta es la sangre del testamento que Dios ha mandado...Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

Hebreos 15-22

Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y atestíguanos lo mismo el Espíritu Santo; que después que dijo: Y este es el pacto que haré con ellos. Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones y en sus almas las escribiré…

Añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades. Pues donde hay remisión  de éstos, no hay más ofrenda por pecado. (Porque seré propicio a sus injusticias, y de sus pecados y de sus iniquidades no me acordaré más. Diciendo, Nuevo pacto dió por Viejo al primero; y lo que es dado por Viejo y se envejece, cerca está de desvanecerse capítulo 8:12,13)

Continuamos con el Capítulo 10:14-23 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo, por el camino que él nos consagró nuevo y vivo, por el velo, esto es por su carne; teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, lleguémonos con corazón verdadero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia. Mantengamos  firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió.

Hebreos 10:14-23

El Espíritu Santo ratifica la obra de Jesucristo con su sola ofrenda a favor del ser humano caído y destituído de la gloria de Dios. En el nuevo pacto, Dios haría la gran obra de cambio de corazón, en la circuncisión hecha por Jesucristo en nuestros corazones de piedra, poniendo uno nuevo de la real carne espiritual que puede fundirse definitivamente con sus leyes y ordenanzas espirituales y divinas. Este proceso divino en nuestras vidas: La remisión de los pecados por un solo sacrificio, nos hizo perfectos para siempre, de ahí que Dios nunca más se acordaría de nuestros pecados e iniquidades, “pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por pecado.”

Volvamos al profeta Daniel en el capítulo 9:24 ...para acabar el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia de los siglos..

Cuando Jesús el Hijo de Dios murió en la cruz, todos los predestinados y elegidos por gracia morimos con él. Cuando Jesucristo resucitó en la tumba de José de Arimatea por el poder del Espíritu Santo, todos los que estábamos  escritos en el libro de la vida desde antes de la fundación del mundo, también resucitamos juntamente con él. En la muerte quedaron sepultados todos los pecados: pasados, presentes y futuros y en la resurrección fuimos justificados o hechos inocentes. Este hermoso proceso incluye las palabras perdón de todos los pecados. Romanos 4:25 y Colosenses 2;11-13

Y tomando el vaso, y hechas gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados. Mateo 26:27,28

Por Cristo son reconciliadas todas las cosas a sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.

Colosenses 1:20,21, Mateo 16:21

Dios nos hizo asimismo ministros suficientes de un nuevo pacto: no de la letra, mas del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. ...¿Cómo no será más  bien con gloria el ministerio del espíritu? ...mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia. ...no se puede comparar con la excelente gloria. ...mucho más será en gloria lo que permanece. Así que teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza. 2 Cor. 3:6-12

...¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamento, en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Hebreos 10:28,29

Mas estando ya presente Cristo, pontífice de los bienes que habían de venir, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho e manos, es a saber, no de esta creación; y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas por su propia sangre, entró una sola vez en el santísimo, habiendo obtenido eterna redención... ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo? …Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestials fuesen purificadas con estas cosas, empero las mismas cosas celestiales con mejores sacrificios que éstos. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios.

Y no para ofrecerse muchas veces a sí mismo como entra el pontífice en el santísimo cada año con sangre ajena; de otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo;mas ahora una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo. Y de la manera que está establecido a los hombres que mueran una vez, y después el juicio; así también Cristo fue ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, sera visto de los que le esperan para salud. Hebreos 9:11-28

Las figuras de las cosas celestiales se refiere a lo que Moisés copió del modelo que le fue presentado de las cosas celestiales, y esto consistía en el santuario y sus servicios.

Las cosas celestiales  estaban dentro del misterio de Dios que estuvo escondido, hasta que llegó Cristo nuestra esperanza de Gloria y entonces fueron reveladas.

 

Primero: Consideraremos brevemente lo que copió Moisés

Y hacerme han un santuario, y yo habitaré entre ellos. Conforme a todo lo que yo te mostraré, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus vasos, así lo haréis…Exodo 25:8,9…Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la había hecho como Jehová había mandado; y bendíjolo. Exodo 39:42,43

Segundo: Veremos el original templo como modelo presentado a Moisés en forma de símbolos.

Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. Apocalipsis 21:22

Respondió Jesús, y Díjoles: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré…Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Juan 2:19,21

Tercero: Nosotros para poder llegar a ser templos del Espíritu Santo, tuvimos que ser comprados, porque habíamos sido vendidos a sujeción del pecado. Romanos 7:14 y 1 Cor. 6:19,20

Esto es lo que Pablo quiere decir purificar las cosas celestiales. Cuáles eran los celestiales que tenían que ser purificados para permanecer eternamente?

…antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. Lucas 10:20

…cuyos nombres están en el libro de la vida. Filipenses 4:3

Todo por la sangre del Cordero ofrecida desde antes de la fundación del mundo.

…los escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue muerto desde el principio del mundo. Apocalipsis 13:8 y los que no están 17:8

La vida está en la sangre, Jesucristo dio su vida para darnos vida eterna. Con la preciosa sangre del Cordero de Dios, se purificaron todos los predestinados y elegidos por gracia que están alistados en los cielos (Hebreos 12:23) que fueron contaminados al nacer como descendientes de papá Adam; es por lo que Jesús dijo en la casa de Zaqueo: Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas l9:10 Exactamente cuando fue pronunciado en el Calvario el Consumado es, se declaró: Saldada la deuda, en Griego: Tetelestai.

Fuimos comprados con la preciosa sangre de Jesucristo. Las cosas celestiales fueron purificadas en el día de la expiación y al tercer día el Hijo de Dios fue al mismo cielo a establecer su intercesión como Sumo Pontífice. Jesucristo era el templo que Moisés vio en figuras y utilizó como modelo para hacer todo lo que se le dijo que hiciera. Cuando leímos que Jesucristo cuando ascendió, entró en el Lugar Santísimo, esa es la correcta traducción que nos enseña el idioma Griego de esa época. Además, al entrar Jesucristo en el mismo cielo lo hacía en la Santísima posición de Sumo Pontífice. Recordemos que solamente los Sumos sacerdotes eran los únicos autorizados para entrar en el lugar Santísimo del templo edificado primeramente por Moisés.

Ahora, en este mismo momento Jesucristo es el real Templo, él es todo lo que componía lo que Moisés vio como el modelo que tenía que edificar para que los Hebreos aprendieran en sus símbolos la obra redentora del Mesías, y así cuando llegara el cumplimiento del tiempo, pudieran reconocerlo, apreciarlo y recibirlo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Lo grande y hermoso de todo esto, es que Como Sumo Sacerdote en el mismo cielo, con todos sus hijos purificados, salvados, santificados, justificados, hechos inocentes y justicia de Dios en él, seguirá intercediendo por nosotros eternamente, pues, se compadece y tiene grande misericordia para con sus Hijos que todavía permanecemos viviendo en una tierra en rebelión, vestido nuestro espíritu nuevo con un cuerpo enfermo, caído y mortal.

Amados, no estamos solos ahora somos un tesoro en un vaso de barro, somos un templo del Espíritu Santo, ahora somos un espíritu con el Espíritu de Dios.

Todo esta completo, no falta nada a cada uno de nosotros y esta maravilla de maravillas se debió a la sangre preciosa del Hijo de Dios, Jesucristo quien es Dios sobre todas las cosas y nuestro Salvador e Intercesor por toda la eternidad.

Abba, Padre!