El Llamado Eficaz
La obra del
Padre y del Hijo, la elección y la redención, no completan la obra de la
salvación. La obra de Cristo tiene que ser aplicada a los elegidos. La
obra de aplicar la salvación es la obra del Espíritu Santo. Esto es
llamado la obra del Llamamiento Eficaz o la Gracia Eficaz. La doctrina del
Llamamiento Eficaz o de la Gracia Eficaz significa que el Espíritu Santo
trae efectivamente a la salvación todos los elegidos. Cuándo aprendimos
anteriormente acercas de la depravación humana vimos que Dios tiene que
cambiar el corazón de la persona. Esta obra de la regeneración o nacer
otra vez es la obra del Espíritu Santo. La obra del Espíritu Santo es
llamada el llamamiento eficaz. Lo qué esto significa es que el Espíritu
Santo hace la llamada externa del evangelio efectivo para la salvación.
Cada escogimiento fluye del corazón. Si el corazón es malo, cada
escogimiento será mala por la normas de Dios (Romanos 3:10-18). Después de
nacer otra vez el pecador elegido puede y vendrá a Cristo. Miremos algunas
Escrituras:
Juan
6:63-65: “El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las
palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida. Más hay algunos de
vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran
los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he
dicho que ninguno puede venir á mí, si no le fuere dado del Padre”.
El Espíritu da vida.
Juan
1:12, 13: “Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser
hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre: Los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón,
mas de Dios”.
Juan 3:3-8: “Respondió
Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra
vez, no puede ver el reino de Dios. Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre
nacer siendo viejo? ¿puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y
nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo
que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra
vez. El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido; mas ni sabes de
dónde viene, ni á dónde vaya: así es todo aquel que es nacido del
Espíritu”. Versículo 8 – Oyes el viento soplando, tú no lo escogiste para que soplara; tú solo sabes que esta soplando porque lo sientes o lo oyes.
Tito
3:5: “No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su
misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la
renovación del Espíritu Santo”.
1
Pedro 1:3: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos”.
Dios nos
causa por el Espíritu Santo en tener un corazón cambiado espiritualmente.
Juan 6:37, 38,
39: “Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no
le hecho fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad,
mas la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del que me envió,
del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo
resucite en el día postrero”.
Todos
los escogidos serán resucitados en el último día.
Gálatas 1:15, 16: “Mas
cuando plugo á Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me
llamó por su gracia, revelar á su Hijo en mí, para que le predicase entre
los Gentiles, luego no conferí con carne y sangre”.
1
Corintios 1:22-31: “Porque los Judíos piden señales, y los Griegos
buscan sabiduría: Mas nosotros predicamos á Cristo crucificado, á los
Judíos ciertamente tropezadero, y á los Gentiles locura; empero á los
llamados, así Judíos como Griegos, Cristo potencia de Dios, y sabiduría de
Dios. Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de
Dios es más fuerte que los hombres. Porque mirad, hermanos, vuestra
vocación, que no sois muchos sabios según la carne, no muchos poderosos,
no muchos nobles; antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar á
los sabios; y lo flaco del mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte;
y lo vil del mundo y lo menos preciado escogió Dios, y lo que no es, para
deshacer lo que es: Para que ninguna carne se jacte en su presencia. Mas
de él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios
sabiduría, y justificación, y santificación, y redención: Para que, como
está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”.
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2006/12/18 (203 reads)
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