LAS DOCTRINAS DE LA GRACIA:
LA GRACIA IRRESISTIBLE
I. ENSEÑANZA BÍBLICA
A aquellos a quienes Dios ha predestinado para vida, le agrada en su
tiempo señalado y aceptado llamar eficazmente por su palabra y Espíritu,
sacándolos del estado de pecado y muerte en que se hallaban por naturaleza
para darles vida y salvación por Jesucristo. Esto lo hace iluminando
espiritualmente su entendimiento, a fin de que comprendan las cosas de
Dios; quitándoles el corazón de piedra y dándoles uno de carne, renovando
sus voluntades, y por su poder soberano determinándoles a hacer aquello
que es bueno, y llevándoles eficazmente a Jesucristo; de tal manera que
ellos vienen con absoluta libertad, habiendo recibido por la gracia de
Dios la voluntad de hacerlo.
(2ª. Confesión Bautista de Fe de Londres- 1689; Cap. 10, Párrafo 1)
II. CONCEPTOS EQUIVOCADOS
· La fe produce el nuevo nacimiento
· El hombre decide nacer de nuevo
· El hombre tiene la capacidad de arrepentirse y de creer en Cristo para
ser salvo
· El llamamiento del Espíritu Santo a la salvación es igual en todas las
personas
III. BASE DOCTRINAL
A. Lo que significa la gracia
irresistible
En primer lugar, significa que la obra del E.S. en traer a los hombres a
Cristo siempre es eficaz; es decir, logra su propósito.
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo
fuera (Juan 6:37) Cada uno de aquellos que el Padre le da al Hijo VENDRÁ a
él. No se trata de una salvación condicional, sino que es de acuerdo con
el propósito de Dios.
Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que,
todo aquel que oyó al
Padre, y aprendió de él, viene a mí. (vs. 45)
El único que le puede enseñar a un hombre es el Señor mismo. Los
evangelistas lo pueden persuadir, los cantos lo pueden animar, pero sólo
el Espíritu los puede enseñar. Con toda seguridad, esto nos conduce a la
bendita verdad de que la salvación es de Jehová (Jonás 2:9).
La voluntad del hombre no frustra el llamado de Dios; de otro modo, nadie
sería salvo. Como la voluntad del hombre está esclavizada, nunca escogería
a Cristo. Como el hombre ama el pecado por naturaleza, nunca desearía ser
librado de él. De esta manera, si alguna persona es dirigida al camino de
justicia, debe ser por el llamado irresistible del Espíritu. Notemos las
palabras de 1 Pedro 5:10:
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna...
Él nos llamó; esto significa que el Señor logró exactamente aquello que se
propuso hacer. Si leemos otros pasajes de la Escritura, notaremos que en
la mente de los escritores estaba que el llamado de Dios es eficaz.
En segundo lugar, la gracia irresistible significa que en la obra inicial
de la gracia en el alma, el Espíritu es activo y el hombre es pasivo. Un
pecador no puede hacer nada para resucitarse de entre los muertos. En Efe.
2:1 el pecador es descrito como "muerto en delitos y pecados"; con toda
certeza, el hombre no tiene poder para darse vida a sí mismo. El hombre
muerto no puede resistir esta obra del Espíritu, ni tiene parte en ella;
al contrario, el vs. 5 dice: que Dios "os dio vida a vosotros" Él hizo que
viviéramos. Él realizó nuestra vivificación; él nos trajo a la vida, por
su poder y fuerza.
Es imposible pensar que un hombre espiritualmente muerto pueda darse vida
a sí mismo. De modo que cuando hablamos de la gracia irresistible,
simplemente decimos que la obra del Espíritu al traer a los hombres a
Cristo siempre es eficaz, y que el Espíritu es activo y el hombre pasivo.
Se argumenta que la gracia de Dios es resistible. Lo admitimos, pues la
Biblia lo enseña: ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos!
Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así
también vosotros. (Hechos 7:51)
Sin embargo, cuando hablamos de la gracia irresistible como sinónimo del
llamamiento eficaz, no queremos decir que todo llamado del Espíritu es
irresistible, sino que cuando el Espíritu realiza la obra de vivificar al
pecador elegido, su obra nunca puede ser resistida exitosamente.
"Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en
tus atrios..." (Salmos 65:4)
B. La Biblia distingue dos tipos de
llamamiento a la salvación: uno externo y otro interno.
1. El llamamiento EXTERNO es aquel llamado general a una fe de
arrepentimiento en Cristo el cual viene a todos los que oyen el mensaje
del evangelio. Este llamado es una promesa que todos serán salvos si
cumplen con la condición evangélica de una fe genuina. Muchos quienes
reciben este llamado exterior rechazan el evangelio. Todos los pecadores
totalmente depravados resisten este llamado exterior y obra general de
convicción (Hechos 7:51) si no está acompañando con el eficaz llamado
interno.
· Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. (Mateo 22:14).
· ¡Mirad a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy
Dios, y no hay otro! (Isaías 45.22)
· Porque llamé y no respondisteis, hablé y no escuchasteis, sino que
hicisteis lo malo delante de
mis ojos y escogisteis lo que no me agrada. (Isaías 65:12)
2. El llamado INTERNO del evangelio
acontece cuando el Espíritu Santo acompaña la predicación del evangelio
con poder que da vida. Todos aquellos, y solo aquellos que reciben este
llamado interior de Dios responden al evangelio con un fe verdadera que
salva. En el siguiente texto están ilustrados los dos llamamientos:
· Mas nosotros predicamos a Cristo crucificado, a los Judíos ciertamente
tropezadero, y a los Gentiles locura (llamado externo, general); empero a
los llamados (llamamiento interno, eficaz) así Judíos como a Griegos,
Cristo potencia de Dios, y sabiduría de Dios. (1 Corintios 1:23-24)
· Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien;
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados (Romanos 8:28)
· Y a los que predestinó, a estos también llamó y a los que llamó, a estos
también justificó... (Romanos 8:30)
· Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí... (Juan 6:37)
C. La aplicación de la salvación es
totalmente por gracia y es efectuada únicamente mediante el poder de Dios,
sin ninguna intervención del hombre.
· Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
(Juan 1:12-13)
· Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que
tiene misericordia. (Romanos 9:16)
· ... quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a
nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada
en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos...
(2 Timoteo 1:9)
· El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad...(Santiago
1:18)
D. Un pecador llega a ser un hijo de
Dios a través de la regeneración o el nuevo nacimiento. Así como un niño
no puede hacer nada para lograr su propio nacimiento, sino que está
enteramente pasivo en el proceso, así los hombres son incapaces de
efectuar su propio nacimiento espiritual mediante sus propios esfuerzos.
La regeneración es la obra de un Dios que es soberano: muestra
misericordia en quien él quiere.
· De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede
ver el reino de Dios. (Juan 3:3)
· "...nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,
sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo (Tito 3:5)
E. El Espíritu resucita al pecador de
su estado de muerte espiritual y le da vida. Los pecadores no están
meramente enfermos: están MUERTOS en sus delitos y pecados. ¿Puede una
muerto resucitarse a sí mismo?
1. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también
el Hijo a los que quiere da vida (Juan 5:21)
2. Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros
delitos y pecados (Efesios 2:1) Ver Col. 2:13
3. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su
grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos...(1 Pedro 1:3)
F. A través de la obra del Espíritu, el
pecador recibe un nuevo corazón o nueva naturaleza para que pueda obedecer
la ley de Dios. El pecador llega a ser una nueva criatura (creación) en
Cristo. A pesar de que somos traídos eficazmente a Cristo para la
salvación, no se comete una violación a la voluntad del hombre; mas bien
la voluntad humana es renovada y entonces desea la salvación. Nadie es
forzado. Por eso se prefiere el término gracia eficaz o gracia especial en
lugar de gracia irresistible, cuando se habla del llamado de Dios.
· Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo
fuera. (Juan 6:37)
· Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis
obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis
entregados. (Romanos 6:17)
· Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán
por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de
todo su corazón (Jeremías 24:7)
· Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de
carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis
estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. (Jeremías
36:26,27) Ver Ezequiel 1:19,20 y Fil. 2:13
· "Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu
descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con
toda tu alma, a fin de que vivas." (Deut. 30:6)
· De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (II Corintios 5:17)
· Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
(Efesios 2:10)
G. La fe y el arrepentimiento no son
actos que las personas pueden producir EN y POR sí mismas: son DONES
obrados en el alma a través de la obra regeneradora del Espíritu Santo.
· A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para
dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados" (Hechos 5:31)
· Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo:
¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para
vida! (Hechos 11:18)
· Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de
Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de
ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. (Hechos 16:14)
· Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; " (Efesios 2:8)
· Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis
en él, sino también que padezcáis por él, (Filipenses 1:29)
· que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les
conceda que se arrepientan para conocer la verdad (II Timoteo 2:25)