¿QUÉ ENSEÑA LA BIBLIA ACERCAS
DE LA ELECCIÓN?
por
Traducido por Lasaro Flores
¿Qué enseña
la Biblia acercas de la elección?
La elección
es el acto de Dios por lo cual en el pasado de la eternidad Él escogió los
que serán salvos. La elección es incondicional, porque no depende de
nada fuera de Dios, tal como las buenas obras ni la fe prevista (Romanos
9:16). Esta doctrina se enseña repetida veces en la Biblia, y es demandada
también por nuestro conocimiento de Dios. Para empezar, miremos a la
evidencia Bíblica.
La Biblia
dice que antes de la salvación, todas las personas están muertas en el
pecado -- espiritualmente muertos (Efesios 2:1-3). En este estado de
muerte, el pecador es totalmente incapaz de responder a algún estímulo
espiritual y por lo tanto incapaz de amar a Dios, y obedecerle, o de
agradarle en cualquier manera. La Escritura dice que el pensamiento de cada
incrédulo "es enemistad contra Dios; porque no se sujeta á la ley de
Dios, ni tampoco puede. Así que, los que están en la carne no pueden
agradar á Dios" (Romanos 8:7; énfasis agregada). Esto describe un
estado de desesperanza total: la muerte espiritual.
El efecto de
todo esto es que ningún pecador puede dar el primer paso jamás en el proceso
de la salvación. Esto es lo que Jesús significó en Juan 6:44, cuando Él
dijo, "Ninguno puede venir á mí, si el Padre que me envió no le trajere”.
Esto es
también por qué la Biblia enfatiza repetidas veces que la salvación es
enteramente la obra de Dios. En Hechos 13:48 leemos, "Y los Gentiles
oyendo esto, fueron gozosos, y glorificaban la palabra del Señor: y creyeron
todos los que estaban ordenados para vida eternal”.
Los Hechos 16
nos dice que Lidia fue salvada cuando, ". . . el corazón de la cual abrió
el Señor para que estuviese atenta á lo que Pablo decía" (v.14).
Romanos
8:29-30 declara, "Porque á los que antes conoció, también predestinó para
que fuesen hechos conformes á la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos; Y á los que predestinó, á éstos también
llamó; y á los que llamó, á éstos también justificó; y á los que justificó,
á éstos también glorificó”.
Leemos en
Efesios 1:4-5,11, "Según nos escogió en él antes de la fundación del
mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor;
Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo,
según el puro afecto de su voluntad… en quien asimismo tuvimos suerte,
habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las
cosas según el consejo de su voluntad”.
Efesios 2:8
sugiere que aún nuestra fe es un don de Dios.
En 2
Tesalonicenses 2:13, el apóstol Pablo dice a sus lectores, "Dios os haya
escogido desde el principio para salvación".
Segundo
Timoteo 1:9 nos informa que Dios "nos salvó y llamó con vocación santa,
no conforme á nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual
nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos”.
Ocasionalmente alguien sugiere que la elección de Dios se basa en Su
presciencia de ciertos acontecimientos. Este argumento sugiere que Dios mira
simplemente en el futuro para ver quién creerá, y Él escoge ésos quienes Él
ve que lo escogen. Note que 1 Pedro 1:2 dice que los escogidos son
“elegidos según la presciencia de Dios Padre", y Romanos 8:29 dice que
"á los que antes conoció, también predestinó”. Y si la presciencia
divina significa simplemente que el conocimiento de Dios de lo que sucederá
en el futuro, entonces estos argumentos pueden aparecer tener algún peso
detrás de ellos.
Pero eso no
es el significado Bíblico de "la presciencia." Cuándo la Biblia habla de la
presciencia de Dios, se refiere al establecimiento de Dios de una relación
de amor con esa persona. La palabra "conocer," en el Antigüo y el Nuevo
Testamento, se refieren a mucho más que mero conocimiento cognoscitivo de
una persona. Tales pasajes como Óseas 13:4-5; Amós 3:2; y Romanos 11:2
indica claramente esto. Por ejemplo, 1 Pedro 1:20 dice que Cristo era
"ordenado (conocer antemano; Griego) de antes de la fundación del
mundo". ¡Seguramente esto significa más que Dios el Padre miró en el
futuro para percibir a Cristo! Esto quiere decir que tenía una relación
eterna y amorosa con Él. Lo mismo es verdad de los elegidos, quienes somos
dichos que Dios "antes conoció" (Romanos 8:29). Eso significa que Él
los conoció -- Él los amó -- antes de la fundación del mundo.
Si la
elección de Dios de los escogidos es incondicional, ¿esto excluye la
responsabilidad humana? Pablo pregunta y contesta esa misma pregunta en
Romanos 9:19-20. Él dice que la elección de Dios de los elegidos es un acto
de misericordia. Dejados a sí mismos, aún los escogidos persistirían en el
pecado y serían perdidos, porque ellos son tomados de la misma masa de la
arcilla caída como el resto de la humanidad. Dios es sólo responsable de su
salvación, pero eso no erradica la responsabilidad de los que persisten en
el pecado y son perdidos -- porque ellos lo hacen voluntariamente, y no bajo
la coacción. Ellos son responsables de su pecado, no Dios.
La Biblia
afirma la responsabilidad humana al lado de la doctrina de la soberanía
divina. Además, la oferta de la misericordia en el evangelio es extendida a
todos semejante. Isaías 55:1 y Apocalipsis 22:17 llama a todo "el que
quiera" a ser salvo. Isaías 45:22 y Hechos 17:30 ordena a todos los hombres
de voltearse a Dios, se arrepientan y ser salvos. Primero Timoteo 2:4 y 2
Pedro 3:9 nos dice que Dios no está dispuesto que cualquiera se pierda, pero
desea que todos sean salvos. Finalmente, el Señor Jesús dice que, "Y al
que á mí viene, no le hecho fuera" (Juan 6:37).
En resumen,
podemos decir que Dios ha tenido una relación especial de amor con todos los
escogidos desde toda la eternidad, y por esa relación del amor escogidos
fueron para salvación. La última pregunta de por qué Dios escogió algunos
para salvación y dejó los otros en su estado pecador es una que nosotros,
con nuestro conocimiento finito, no podemos contestar. Sabemos que los
atributos de Dios siempre están en la armonía perfecta uno con el otro, en
que la soberanía de Dios siempre operará en la armonía perfecta con Su
bondad, con el amor, con la sabiduría, y con la justicia de Él.
Para el
estudio adicional:
Juan
MacArthur, The Love of God (El Amor de Dios) (Dallas: Word, 1996).
J. I. Packer,
Evangelism and the Sovereignty of God (El Evangelismo y la Soberanía
de Dios (Downers Groves, IL: InterVarsity, 1961).
Copyright © 2000, 2001 Grace to
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EL FIN DEL ARTÍCULO
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