¿Cómo Sé Que Soy Elegido?

Stephen D. Doe

Traducido por Lasaro Flores


Cuando la gente primero comienzan a aprender acercas de la doctrina bíblica de la elección, una pregunta que a menudo les ocurre es, "¿Soy elegido"? Y lo más que ellos piensan acercas de que si o no son elegidos, lo más incierto llegan a ser. Así que, si tú crees en la doctrina de la elección, ¿cómo sabe si tú eres elegido?

La respuesta es realmente bastante sencilla: Tú continuaras creyendo en Cristo.

"Pero," contestaras, "tú no contestaste mi pregunta. Quiero saber si soy elegido".

Así que, que preguntaré:

• ¿Tú crees que has ofendido al Creador todo-santo (Romanos 3:10:18; Salmo 51:1–4)?

• ¿Tú crees que tus pecados gritan al cielo mismo para la justicia, y que tú mereces perecer bajo la ira del Dios que tú has ofendido por tus pecados (Isaías 59:2-3; Ezequiel 18:4)?

• ¿Tú crees que tú estas, de hecho, muerto en tus pecados e incapaz de hacerte vivo (Efesios 2:1-3; Romanos 8:5–8)?

• ¿Tú crees que nada que podrías hacer jamás—ningunos buenos hechos, ningunos actos poderosos de fe, ninguna asistencia a la iglesia, ninguna amabilidad de carácter—será jamás suficiente para apaciguar la ira de tu Creador santo contra tus pecados (Miqueas 6:6-7; Isaías 59:12–14)?

• ¿Tú crees que Dios, el Dios que tú has ofendido con tus pecados, ha proveído Él mismo la manera de escape por su Hijo, el Señor Jesucristo (Tito 3:5-7; Colosenses 2:13)?

• ¿Has sido unido a Cristo por la fe, una fe que tú no has ganado, sino recibido como un regalo de Dios? ¿Tú crees que, habiendo sido unido salvamente por la fe al Hijo de Dios, tus pecados son pagados finalmente y completamente, y que tú eres perdonado y declarado justo, como si nunca hubieras pecado (Gálatas 2:16, 20; Romanos 8:1–4)?

¿Tú crees que, por la gracia de Dios, habiéndote volteado de tus pecados y volteado al Hijo de Dios para pagar por tus pecados y para darte Su propia justicia, tú serás recibido por Dios como Su propio hijo amado, para ser amado y para ser bendecido por Él por toda la eternidad—eso es, que tú eres salvo por la gracia inmerecida de Dios (Romanos 3:21-28; 5:1–11)?

Si tú crees estas cosas, tú estas exhibiendo una característica clave de los elegidos: los elegidos creen el evangelio de Jesucristo y continúa en la fe. Los elegidos no enfocan en su elección, sino en su Salvador. Los elegidos son salvados de la ira venidera porque Dios los ha escogido para la salvación por Jesucristo (1 Tesalonicenses 5:9-10; Cf. 2 Tesalonicenses 2:13). Y eso es lo que el evangelio promete también: el que cree en el Hijo tiene la vida eterna y escapara de la ira de Dios (Juan 3:36).

Piensa atrás al día de Pentecostés. En Hechos 2, encontramos a Pedro dirigiendo a las multitudes para considerar, no a la elección, sino al Señor de gloria a quien ellos crucificaron. Los elegidos creerán al evangelio, pero el reprobado se volteara del evangelio.

Pablo señala la misma verdad en su gran exposición de las bendiciones de la elección en Efesios 1. Pero note lo que él dice: "Según nos escogió en él (Cristo) antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor; Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad" (vv. 4–5). Pablo habla acercas de la elección con referencia a Jesucristo. Y conocemos a Cristo por el evangelio.

En su libro God-Centered Evangelism (Evangelismo Centrado en Dios), R. B. Kuiper utiliza una ilustración maravillosamente sencilla (en la página 38). Él compara la elección al base de una casa. La base está allí, esencial pero sin ser vista. Entramos a una casa, no por la base, sino por la puerta. Y Jesucristo es la puerta. Si hemos de entrar al reino de Dios y ser salvos de nuestros pecados, tiene que ser por él (Juan 10:9). Así que la Palabra de Dios nos dirige, una y otra vez, a Cristo.

Hacemos nuestro llamamiento y elección seguros (2 Pedro 1:10) en viviendo en la fe en que lo que Dios ha prometido hacer para los que creen en Jesús, él muy ciertamente lo hará para nosotros (Romanos 8:28-39; Cf. Gálatas 2:20; 1 Timoteo 1:15). Los elegidos son capacitados por el poder de Dios para creer la verdad del evangelio, vivir por sus promesas, y mantener en creyéndolas.

¿Cómo sé si soy elegido? Cree lo que los elegidos creen, el evangelio de la gracia salvadora de Dios. (Lee la Confesión de Fe de Westminster, el capítulo 3, la sección 6; el capítulo 10, las secciones 1–3; y el capítulo 18, las secciones 1–2.)


Sr. Doe es el pastor del Convenant OPC en Barre, Vermont. Reimpreso de New Horizons (Nuevos Horizontes), diciembre 1999.