PASTOR VALENTÍN SOLÓRZANO

 

LA OBEDIENCIA PERFECTA.

INTRODUCCIÓN:

Se puede observar que en la actualidad todas las iglesias o bien todas las denominaciones profesan tener la verdad, es decir todo el mundo dice tener la verdad, al extremo que algunos se consideran ser los únicos que tienen la verdad, en si todos los cristianos profesan tener la verdad, lo primero que debemos entender es que no es tan importante tener la verdad, sino andar en la verdad, leer la verdad, esta solo se encuentra en la Palabra de Dios, es decir en la Biblia, y no en cualquier Biblia ya que también han salido Biblias antojadizas y que se apegan a las creencias o interpretaciones de algunos que están torciendo la verdad, llevando por caminos incorrectos a sus adeptos, en este estudio analizaremos cual realmente es la verdad y sobre todo que es andar en la verdad, y como podemos descifrar cual es la verdad. El problema de esto es que la obediencia perfecta no se alcanza con interpretaciones personales de la palabra de Dios, ni con biblias antojadizas.

Leamos En 2 Corintios 10:3-6 dice la palabra:

 Verso 3: Porque aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;

 Verso4: porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;

verso 5: Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

 Verso 6: Y estando prontos para castigar toda desobediencia cuando vuestra obediencia sea perfecta.

¿Y en que consiste esa obediencia perfecta? Porque para unos la obediencia perfecta es cumplir mandamientos y rudimentos. Para otros es pasar hambre con ayunos y sueño con vigilias, para otros es mutilarse el cuerpo. Pero para Dios ¿en que consiste la obediencia perfecta?

 

Leamos nuevamente el  verso 5: Derivando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Si analizamos bien este versículo, entenderemos que la obediencia perfecta es la obediencia a Cristo, quiere decir que todo pensamiento que no esté conforme a la fe de Cristo que es el evangelio de la verdad, es un pensamiento desobediente y quien piensa diferente a lo que piensa Cristo, entonces no ha alcanzado la obediencia perfecta.   Quiere decir que el fin del evangelio, es que tu te conviertas en una persona obediente a la fe y no a fabulas de hombres.

 


¿DE DONDE VIENE LA DESOBEDIENCIA?

La desobediencia viene de Adán desde él comienzan las pasiones de la mente carnal. Ven conmigo a Romanos 5:19: Porque así como por la des OBEDIENCIA de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la OBEDIENCIA de uno, los muchos serán constituidos justos.  Quiere decir que por Adán entró la desobediencia en el mundo, y por él fuimos constituidos todos pecadores es decir desobedientes, date cuenta que el verdadero pecado fue la desobediencia, por eso es que por la obediencia perfecta que es la de Cristo, todos fuimos constituidos obedientes. Pero eso fue en espíritu, tu mente carnal, todavía es desobediente, y por eso es que nos fue dado el evangelio, mira lo que dice Romanos 1:5: y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la OBEDIENCIA A LA FE en todas las naciones por amor de su nombre;

Quiere decir que todos aquellos que no actúen conforme a la verdad del evangelio, están en desobediencia, todo aquel que no  cree conforme a lo que dice la verdad del evangelio está en desobediencia, y ¿Qué ocurre con todos aquellos que están en desobediencia? Para entender que ocurre con ellos analicemos a la luz del evangelio, todas las clases de desobediencia que existen

 

CLASES DE DESOBEDIENCIA:

1. Predicar otro evangelio. Gálatas 1: 6. Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

7. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

8. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.9. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.  Por 2,000 años ha habido quienes han predicado un evangelio distinto a aquel que te dice que eres bendecido. (Efesios 1:3) que estás reinando en vida con Cristo (Romanos 5:17) que eres perfecto (Hebreos 10:14) que eres salvo (2 Timoteo 1:9) que eres sano (Isaías 53:5) todo aquel que no crea esto, está en desobediencia, y entonces está predicando un evangelio diferente, un evangelio que es conforme a hombres, conforme a tradiciones, conforme a sabiduría humana. Y no según Cristo. ¿Ves como entonces estas personas no pueden llegar a la obediencia plena? Porque están mezclando la sabiduría del viejo pacto con la del nuevo. Y mira lo que ocurre cuando tu mezclas:

 

I Corintios 5: 6. No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?

7. Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

 

Cuando Pablo habla de la vieja levadura está hablando de la ley mosaica que constituía el viejo pacto,  y aclara bien pues dice que nuestra pascua ya no es aquella que se celebraba conforme a esa vieja ley conforme a ese viejo pacto, conforme a esa vieja levadura. Ahora nuestra pascua es Cristo, y aclara que ya fue sacrificada. Y lo que ocurre cuando mezclas con esa levadura, es que te vuelves jactancioso, e hipócrita. Porque comienzas a sentirte muy santo con tus fuerzas, y quienes eso llegan a pensar, se vuelven hipócritas, pues por un lado hacen creer a las personas que son unos grandes santos que cumplen con la ley, y por la otra como no quieren que se den cuenta de sus errores, comienzan a criticar a los demás para hacer notar los errores de todos menos los de ellos. Y la única forma de someter eso nos lo dice el Evangelio en Romanos 3:27: ¿Dónde, pues, está la JACTANCIA? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.  

 

Al conocer el Evangelio, dejamos de jactarnos, y de creernos la gran cosa, dejamos de hablar de nosotros para ensalzarnos, y dejamos de hablar mal de los demás porque entendemos que vivimos en un cuerpo carnal, que todos tenemos un aguijón que nos avergüenza y por tanto no podemos juzgar a nadie. Por eso dice en Efesios 4:5: un Señor, UNA FE, un bautismo, porque así no podemos perdernos, solo hay una fe hermanos, la de Cristo, no puede haber otra, y esa fe te presenta redimido, perfecto sano, y prospero en Él.

 

2. Hacerle caso a las pasiones de la mente carnal:  Romanos 6:16: ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la OBEDIENCIA para justicia?  Hermano amado, conocer el evangelio, tiene que producir en ti frutos espirituales, si no los produce, es que no estas siendo bien enseñado en la sana doctrina, pues al tu entender que eres templo del Espíritu Santo, entonces tratarás de adornar ese templo con un buen proceder. Al entender que Cristo te salvó para siempre, entiendes el amor perfecto de Dios, y entonces realmente amas a Dios, amas a tu prójimo, y te amas a ti mismo. Al conocer ese perfecto amor, tu eres incapaz de hacerle daño a tu cuerpo y a los demás bendecidos. Tu adornas la doctrina con un proceder igual al de Cristo, tu sometes tus pasiones y deseos a la perfecta obediencia que es la obediencia de Cristo. Por eso dice en Gálatas 5:22-23: Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, Verso 23, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley ¿y por que no hay ley?  Porque el pacto de la ley fue dado para aquellos tiempos en que el Espíritu de Dios no había sido derramado,  y si recordamos para que nos fue dado el Espíritu 1 Corintios 2:12: Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, PARA QUE SEPAMOS lo que Dios nos ha concedido al conocer nosotros por medio del evangelio y del Espíritu Santo lo que Dios nos ha concedido, nuestro proceder cambia hacia la obediencia de Cristo. Pero la ley no es del Espíritu, porque cuando fue dada, no se había manifestado aún ni la obediencia perfecta de Cristo, ni el evangelio, ni el Espíritu Santo, entonces por eso es que la ley fue dada para los desobedientes.  Mira lo que dice Pablo a Timoteo, Timoteo 1:9: conociendo esto, que LA LEY no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, y es que el problema es que si tu intentas justificarte por la ley, entonces eres desobediente, y por eso te clasificarías dentro de aquellos para los que fue dada la ley, pero al tu conocer el evangelio por el Espíritu Santo, das frutos de justicia, y para los que dan esos frutos, ya no hay ley, es decir, cuando tu entras a la obediencia perfecta, ya no estas bajo la ley sino bajo la gracia, pues entras a gozar la dispensación del Nuevo Pacto. Por eso dice Gálatas 5:4: De Cristo os desligasteis, los que por LA LEY os justificáis; de la gracia habéis caído. Esto no quiere decir que pierdas tu salvación, , quiere decir que en tu mente te desligas de Cristo porque dejas de ser obediente, y entonces en tu mente, aunque Cristo viva en ti, no reina en ti y por ende tu tampoco reinas en Él. Es decir al no tener su proceder, entonces sufres porque tu mente deja de someter tu cuerpo y comienzan entonces los temores, pues te apartas de la fe.

 

3. LA DESOBEDIENCIA DE CREER EN LO QUE SE VE.

 

La Biblia nos define perfectamente lo que es la fe, leamos Hebreos 11:1: Es, pues, la fe la CERTEZA de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Quiere decir que aquel que tiene la perfecta obediencia, es aquel que no cree en lo que se ve, sino que tiene plena certeza de lo que espera, y plena convicción de lo que no se ve. Tu puedes sentirte agobiado por problemas, que si estás sometido a la obediencia de Cristo, ves esos problemas como oportunidades para reinar en vida, para ejercer la autoridad de Cristo en tu vida. Si te duele la cabeza, en lugar de quejarte, das gracias a Dios y te declaras sano; si tienes problemas económicos, confiesas que eres prospero, si tienes problemas matrimoniales, dejas de ver en carne a tu cónyuge, si tienes problemas con tu jefe, lo declaras bendecido, es decir, dejas de ver micos aparejados en donde no los hay, dejas de juzgar a los demás, dejas de juzgarte y condenarte a ti mismo. Simplemente, si alguien te hace daño, lo dejas, te apartas de ellos pues no te convienen, pero dejas los rencores y los pleitos por un lado,  y sigues caminando hacia adelante, luchando la verdadera batalla de la fé. Mira lo que dice 1 Timoteo 6:12: Pelea la buena BATALLA DE LA FE, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.  Quiere decir que la verdadera batalla de la fe, no es estar peleando contra espíritus malignos, sino contra tu propia mente carnal, que te hace creer lo que se ve: enfermedades, problemas, contiendas, maldad, en lugar de lo que no se ve: que eres bendecido, completo, salvo, sano, prospero. ¿y como logras eso? Pues el mismo verso 12 te lo dice “echando mano de la vida eterna es decir del evangelio de nuestra salvación.

 

CONCLUSIÓN:

 

La obediencia perfecta, es la base de nuestra vida espiritual, pues al entender que no es otra cosa que la perfecta sabiduría de Dios, comienzas a manifestar el poder de Dios en tu vida, todo se somete a la perfección de Dios y por ende tu reinas sobre todo lo que se ve y que en apariencia te hace daño pero que en realidad te da un mayor peso de gloria. Para poder entenderlo mejor,  leamos Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de  nuestro Señor Jesucristo;
vemos que el primer resultado de conocer el evangelio, es que tenemos paz para con Dios. Romanos 5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Es decir vivimos conforme a la fe de Jesucristo, que es lo mismo que tener la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Y al alcanzar esa gloria, entonces reinamos sobre todo problema que nos agobia, y que nos hace crecer aunque no guste y nos hace crecer porque ponemos en practica lo que Cristo mediante su evangelio nos ha enseñado y eso nos permite reinar.. Romanos 5:3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 5:4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

 

Quiere decir que cuando alcanzamos entender la obediencia perfecta, caminamos en ella, y entonces realmente aunque se nos chipotee (como dice el chavo del 8), alguna travesurilla por allí, ya no puede decirse que practicamos el pecado, pues hemos conocido el verdadero amor, la verdadera justicia, y la verdadera paz de Dios. Por eso dice: 2 Corintios 12:9: Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Quiere decir que cuando tu conoces el evangelio, te das cuenta que tus armas no son carnales sino poderosas en Dios, y ¿Cuáles son esas armas? El Evangelio de Cristo que te lleva a la Obediencia Perfecta.

 

Eres bendecido con toda bendición.