Estudios


JESUCRISTO, LA FE Y LA CONCIENCIA

 


Domingo Hernández


 

 

Estimado lector, este estudio tiene como propósito concientizar tu mente en el conocimiento de la gran verdad de la salvación alcanzada por el Hijo de Dios, Jesucristo, por el amor del Padre Dios y por la gracia del Espíritu Santo.

La inseguridad, el temor y el desconocimiento en que vive la Iglesia de Dios en la tierra, es terrible, no podemos utilizar otra palabra más certera que la palabra “terrible.”  Se nos ha doctrinado, dogmatizado, conducido por el camino oscuro de la ignorancia en cuanto a la obra realizada por Jesucristo durante su vida ministerial, su pasión, su muerte en la cruz del calvario y los beneficios de su gloriosa resurrección.

Cuando estudiamos de Jesús el hijo de la virgen María, por la obra directa y sublime del Espíritu Santo, estamos sobre tierra santa, muy sagrada y Dios nos ayudará a ser consecuentes y muy cuidadosos.

En Juan 3:16, Dios nos ama tanto que envió dándonos a Jesús su Hijo, para que todo aquel que en el cree, tenga vida eterna y no se pierda.

Jesucristo es Dios encarnado, el Eterno ha sido manifestado en carne, visto de los ángeles, pues como Dios en Espíritu era invisible a los seres creados para servir a los herederos de salvación, se manifiesta también a los que vino a buscar y salvar. Lee Hebreos 1:1-14, 1 Timoteo 3:16 y San Lucas 19:10

San Pablo nos dice en Romanos 9:5 que “Jesucristo es Dios sobre todo.”

San Juan nos dice en lra de Juan 5:20 “Jesucristo es el verdadero Dios.”

San Mateo nos dice en su Evangelio 1:18-22 que Jesús es Dios entre nosotros. (Emmanuel)

San Tomás le dijo a Jesús resucitado: Señor mío y Dios mío. Juan 20:28

El profeta Isaías 9:6 lo llama: niño nacido, hijo nos  es dado, Admirable, Concejero, Dios fuerte, Príncipe de paz, Padre Eterno.

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Jesucristo dice de él mismo que es: El pan de vida, el agua de vida, la luz del mundo, la puerta, el camino, la vida y el buen Pastor. También Jesucristo enfatiza que el Padre y El eran uno. El que lo vio, vio al Padre. Todo esto es sublime y misterioso. Solamente por revelación divina se podrían vislumbrar algunos destellos de la Divinidad.

Jesucristo tenía un cuerpo de carne real y su venas y arterias estaban llenas de la sangre puestas por su Padre Dios, dice “Moisés que la vida está en la sangre.”

Adam el primer hombre que pisó la tierra, fue creado de ella misma y esto fue obra de Dios. Adam y Eva, carne y huesos y por sus venas corría también la sabia de la vida: la sangre.

Cuando nuestros primeros padres pecaron y fueron expulsados del Edén, ya no podían comer nunca más el árbol de la vida mientras estuvieran poseyendo un cuerpo carnal, caido y destituido de la gloria de Dios, como antes tenían.

El pecado y la muerte fue traspasado a su descendencia. Cuando la virgen María fue escogida por Dios para que fuera la madre de Jesús, La sangre que correría por el cuerpo del niño Dios, sería la que puso el mismo Padre Eterno. María no trasmitió de su sangre al engendrado por el Padre, pues el que produce la sangre de los engendrados en mujer es únicamente el padre. Esto es de Dios y bien realizado sin que el niño tuviera contaminación ni tendencias al mal como todos los que heredamos de Adam y Eva al ellos pecar.

San Pablo nos dice refiriéndose a Jesucristo en Hebreos 7:26 :Porque tal pontífice nos convenía: Santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.”

“Apartado de los pecadores” esto quiere decir que El era sin pecado, no tenía sangre contaminada heredada de un padre carnal.

 

 

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Isaías dice 53:12 “derranó su vida hasta la muerte” vida=sangre

1 Pedro 1:19 Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.

Las Escrituras son claras y transparentes. Todo el texto y el contexto se eslabonan simultáneamente con exactitud y belleza.

Cuál fue el efecto de esa preciosa sangre cuando fue derramada a nuestro favor?

1.-Derramada para limpiarnos de todo pecado. 1 Juan 1:7, Hechos 20:28 “Jesucristo ganó a su Iglesia por su sangre.”

2.-Limpió nuestras conciencia de las obras de muerte. Hebreos 9:12-14

Adam y Eva vivieron en el tiempo de inocencia, esto fue durante el espacio desde su creación hasta el día que comieron lo prohibido. Después de la desobediencia entraron en el estado de conocimiento del pecado, con una conciencia activada para conocer el bien y el mal, con-ciencia, con conocimiento pleno del mal que estaba en ellos.

Cuando la sangre de Jesucristo limpió nuestras conciencias de obras de muerte, ahora nuestras conciencias están en el conocimiento que no aplica para participar de la culpa y la condenación. Estamos libres para poder participar de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas y con plena libertad entrar al santuario celestial por la sangre y el cuerpo de Cristo, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia.” Hebreos  9:12-14 y 10:19-23

Todo aquel que fue limpiado con la sangre del Dios bueno y misericordioso, vive en fe y por fe. Todo lo que sucedió en el Monte Calvario aun no estando nosotros frente al sacrificio, cientos de años después, lo aceptamos por fe, creyendo lo provisto por Dios a nuestro favor.

La fe que obra por amor, la fe dada una vez a los santos, la fe como don de Dios, la fe en sus medidas o niveles, la fe como misterio escondido.

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Es muy importante que atendamos con mucho interés a esta face final del estudio, pues la conciencia limpia por la sangre del Cordero de Dios, sobrevive y se mantiene con la fe que es un título de propiedad que poseemos, que ya nos pertenece y que debemos guardar cuidadosamente en el cofre de nuestro corazón.

La creación de la fe tiene su autor y consumador Hebreos 12:2 es JESÚS

La definición de la fe Hebreos 11:1-6

“La sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.” Vs. 6 Sin embargo sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

Es como un título de propiedad, la propiedad es tuya y cuentas con una prueba escrita de que te pertenece. Espera por la esperanza y por la promesa de Dios. Lo que ahora no se ve por estar en el mundo espiritual, será manifestado por el mundo visible de Dios al hacerlo todo nuevo y tangible en su reino de justicia, paz y vida.

1 Cor. 13:12 “Ahora vemos por espejo, en oscuridad;  mas entonces veremos cara a cara: ahora conozco en parte;  mas entonces conoceré como soy conocido.

La fe es un don de Dios que El la reparte a cada uno como  quiere Romanos 12:3

“Medida de fe que Dios repartió  a cada uno.”

Romanos 10:17 “Luego la fe es por el oír: y el oír por la palabra de Dios.”

La fe es un misterio 1 Timonteo 3:9 Que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia.”

2 Timoteo 1:3 …sirvo con limpia conciencia.”

 

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El misterio del evangelio revelado a San Pablo Efesios 3:1-9, Colosenses 1:26-28, Gálatas 1:11-16 y 2 Cor. 4:3

El evangelio es el misterio Escondido y seguirá escondido para los que no son hijos de Dios, es para los elegidos por gracia, los predestinados a llegar volver a ser conforme a la imagen del Hijo de Dios, Jesucristo hombre.

La fe y la conciencia van ligados entre sí, pues se tiene limpia conciencia por el conocimiento de la palabra de Dios y la fe que se nos repartió. Una limpia conciencia por la sangre vertida en la cruz del Calvario, es posible disfrutarla y ejercerla creyendo lo que Dios proveyó, como la serpiente de bronce que se levantó en el desierto cuando el veneno de la real serpiente del área, había penetrado en la carne de un mordido, el que la mirara no moriría definitivamente, sino que el veneno no surtiría efecto, mas el que rehusara mirarla moría de seguro.

La fe no es de la carne sino del espíritu. 2 Cor. 5:7 dice San Pablo “porque por fe andamos no por vista.

De igual manera la limpieza que hizo la sangre de Jesucristo en nuestra vidas, sólo  tendrá efecto por medio de la fe que ya tenemos como don aunque sea un misterio que no se comprende con mente carnal sino con la doctrina del Espíritu Santo 1 Cor. 2:12-16

Nuestra carne es un vaso, un depósito y habitación, mientras vive la carne mora nuestro espíritu nuevo en su recinto. Somos divinos e humanos. Nuestra naturaleza interna es sobrenatural, hija de Dios y con todos los poderes otorgados por Jesucristo al recrearnos en su resurrección. Efesios 1:16-20 y 2:1-6

Se nos advierte a que velemos, el espíritu está presto pero la carne está enferma. Pablo nos dice que velemos con cautela, que sujetemos la carne, no le hagamos caso y la mortifiquemos. “La carne está viciada con los deseos de engaño.” Efesios 4:22 Pedro dice: “El agua del bautismo no limpia la inmundicia de la carne.”

 

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Siendo que la fe y la limpia conciencia van enlazadas entre sí e inseparables, el dejar de ejercer la fe pisotea la sangre.

Miremos esta advertencia de Pablo Hebreos 10:26-31 “no tener por inmunda la sangre del testamento  y  y hacer afrenta al Espíritu de gracia y no hollando al Hijo de Dios. “Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo.’

Está escrita una experiencia narrada por San Pablo para probar que se puede caer de la gracia y sufrir en vano como también escribe a los Gálatas.

1 Timoteo 1:18-20

            “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que, conforme a las profecías pasadas de ti, milites por ellas buena milicia; manteniendo la fe y buena conciencia, la cual echando de sí algunos, hicieron naufragio en la fe: de los cuales son Himeneo y Alejandro, los cuales entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.”

 

Conclusión

Todo ha sido hecho completo a nuestro favor. No se puede quitar ni añadir a la obra de Dios. El saber es mejor que el ignorar. Disfrutar de la gracia del Espíritu Santo es el Tesoro más grande encontrado en el Universo.

Dejar el camino es ir por veredas llenas de espinas. Caer en manos de Dios es mejor que caer en manos de impíos en tinieblas. Dios Padre corrige con cuerdas de amor. Vivir en el Espíritu requiere andar también en el Espíritu. Sean muy bendecidos.

 

 

8-3-2015  |  Domingo Hernández |  www.elamordedios.org Email: famtenes@yahoo.com | 760-842-7130