1. “Nadie os juzgue” dijo Pablo a los Gentiles Colosenses 2:16

2. Pedro, dijo que nunca en sus comidas había nada “inmundo” Hechos 10:11-17

3. Pedro, tiempo después “comía la comida de los Gentiles” Gálatas 2:11-14 Las comidas ligadas a las fiestas como en el día de la Pascua, el cordero asado, las yerbas amargas, etc., estaban unidas entre sí, eran mandamientos dados por Moisés que escribió en el libro de la ley, instrucciones especificadas por Dios mismo. Estas comidas y fiestas no estuvieron prescriptas para los Gentiles, pero los judaizantes quisieron imponerlas, por eso vemos Pablo reprendiendo a Pedro y a Bernabé por tratar de desviar de la fe a los Gentiles de Galacia Gálatas 2:9-14 de ahí que el apóstol de los Gentiles les dijo: “Por tanto, nadie os juzgue”

Las fiestas anuales que celebraban los Judíos, solamente ellos y los que se le unían, eran los que las guardaban, nunca habían sido dada para las otras naciones. Entre las fiestas se encontraban: comenzando con la Pascua, panes ázimos, las primicias, el Pentecostés, el comienzo del toque de las trompetas para anunciar el día de la expiación que se efectuaba el día décimo del mes séptimo, después el día 14 del mismo mes, comenzaba la semana de la fiesta de las cabañas, que duraba hasta el día 21 y así concluían las fiestas anuales. Ningún Gentil estaba obligado a guardarlas o cumplir con la observancia de ninguna de ellas. Nadie os juzgue.

Lo mismo sucedía con los días de luna nueva; “Y él dijo: Para qué has de ir a él hoy? No es nueva luna, ni sábado, y ella respondió: Paz. Había muerto el hijo de esta mujer y como el profeta Eliseo se lo profetizó cuando ella aun no había concebido ni aun uno entonces le nació el que siendo un muchacho falleció a causa de una insolación. Ahora pide permiso a su marido para ir al profeta para que le resuelva el problema y el marido le dice: para visitar al profeta como mujer que eres solo puedes ir a verelo cuando llegue el día de la luna nueva, por qué quieres ir a verlo? Esta fiesta no es para que la guarden los Gentiles. Nadie os juzgue.