MISTERIO DEL REPOSO


 

El haber nacido en este planeta en rebelión, es más que suficiente para haber heredado el pecado y la muerte, hecho confirmado por el Apóstol Pablo en su carta escrita a los Romanos en el capítulo 5:12

 

Cuando nos referimos al pecado, sabemos que es saber hacer el bien y no hacerlo, es transgresión de la ley de Dios, es errar al blanco (amartia=griego) y lo que no es de fe también es pecado.

El pecado se manifiesta de muchas maneras, se manifiesta en la vanidad, la soberbia de la vida, la envidia, el odio, la venganza, el mal proceder, en la ira, en contienda, en los celos, en las guerras, en la impaciencia, en el adulterios, en robos, en idolatrías, en borracheras, en banqueteos, etc. (Gálatas 5:19-21  ) Toda persona que practica pecados porque su conducta no es controlada, carece de paz con Dios, con el prójimo y con él mismo. El que está cargado de malos pensamientos, que abre su boca para ofender a los demás, incluyendo palabras soeces, que están afuera del vocabulario de la decencia y pulcritud, también mantiene el espíritu agitado, adolorido con un peso inaguantable, y por sobre todo, de la paz que mantiene el cuerpo, el alma y el espíritu, en reposo suave y agradable.

 

Con este estudio de la Santa Palabra de Dios, quisiéramos compartir con tu alma probablemente atribulada por la carga de sentimiento de culpa, porque no sabes como remediar tu constante tropezar, la forma única de conseguir el descanso y la paz que tanto anhelas.

 

Sigue con detenimiento y oración lo que Dios reveló para lograr el éxito de una vida triunfante, que marcha adelante y hacia arriba, en un constante triunfo y victoria.

 

Sencillo y claro como el agua, Jesucristo dijo según Mateo 11:28,29 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.” …”aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.”

 

Notemos que lo primero que tenemos que hacer, es ir a Jesucristo, porque sabemos que hasta ahora nada ni nadie nos ha podido quitar la carga y el cansancio producto del trabajo fatigoso de un cuerpo acostumbrado a hacer lo malo. Ahora escuchamos al Hijo de Dios diciéndote: Ven a mí que te voy a enseñar como descansar, primero nos dice: ven a mí que yo te haré descansar y después te dice la forma como puedes llegar a alcanzar el descanso.

Interesante, te llama la atención hacia él y cuando llegaste a su lado, te pone delante dos manifestaciones de un carácter manso y humilde para que aprendas a tener tú también esas mismas dos manifestaciones.

 

Analicemos al manso.

Una persona mansa no busca pleitos, en su vida de mansedumbre puede desarrollar la paciencia, sus relaciones públicas pueden llegar a ser muy pero muy abarcantes. Recuerden al gran leader Moisés, que dirigió a un pueblo lleno hábitos adquiridos durante una vida de esclavitud en sus 400 años de cautiverio, y eran como 600,000 hombres sin contar los niños y las mujeres. La Biblia lo cataloga como un hombre manso. Número 12:3 “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.”

 

Para poder dirigir a tanto pueblo, Moisés necesitaba el carácter que edificó en aquellos 40 años que dedicó al cuidado de las ovejas, donde aprendió y llegó a distinguirse como un buen pastor. Así su carácter fue reforzado con la mansedumbre necesaria para poder soportar a los enemigos y contrarios a su liderazgo, etc.

 

También el carácter humilde de Jesucristo fue bien manifiesto. “Siendo rico se hizo pobre para que nosotros por su pobreza, fuéramos enriquecidos.” 2 Cor.8:9

Filipenses 2:5-8 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús…Siendo Dios..tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.” Tremendo, maravilloso es el Señor nuestro.

 

Jesucristo agregó a la mansedumbre y humildad, la paz.

Juan 14:27 “La paz os dejo mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy: no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”

 

Descanso, mansedumbre y paz para poder vivir sin miedo y turbación, y el único que puede ofrecer y otorgar estas tres cosas tan necesarias e importantes, es Jesucristo el Hijo de Dios, el Salvador .

 

Ahora entraremos en la parte del estudio donde veremos lo importante de conocer y entrar en el reposo de Dios, en ese descanso que Jesucristo nos prometió si nos dirigimos a él.

 

Es muy interesante notar que el Señor Jesucristo efectuó grandes milagros en el día de reposo que había señalado a los Hebreos para que lo guardaran en sus generaciones Exodo 31:16-18 Notemos: “Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel…”

 

Una mujer que por 18 años estaba encorvada por causa de un espíritu de enfermedad, vino a la sinagoga y Jesucristo también fue ese sábado a la misma sinagoga y cuando la vio fue hacia ella y poniendo su mano santa sobre la mujer reprendió a la enfermedad y la mujer quedó sana y se enderezó. Por supuesto que los religiosos presentes se le opusieron porque hizo sana a una hija de Israel en sábado. Marcos 13:10…

 

Un hombre con una mano seca Mateo 12:10

 

Un hidrópico Lucas 14:3,4

 

Un Ciego de nacimiento Juan 9:14

 

Un paralítico de Betesda Juan 5:1-9

 

Las Escrituras no mencionan a Jesucristo efectuando ni siquiera una resurrección en el día de reposo.

 

Estas son las resurrecciones que se mencionan:

 

La de Lázaro, la hija de Jairo y la del hijo de la viuda de Naín, pero estas resurrecciones no fueron mencionadas que las hizo Jesucristo en sábado.

 

Estudiemos

Jesucristo profetizó que al tercer día resucitaría del sepulcro. Sabemos que el Señor fue crucificado el viernes, estuvo en la tumba durante las horas del sábado y Dios lo resucitó el primer día de la semana. Para Jesús (quien es nuestro reposo) después que obró nuestra creación, reposó como lo hizo después que terminó la creación de nuestro planeta así como a nuestros primeros padres Adam y Eva.

 

Para que pudiéramos participar del reposo, tuvimos que morir con Jesús el día que el murió pendiendo de una cruenta cruz. Dice Pablo en 2 Cor. 5:14 “Cuando él murió, nosotros también morimos. Lea Romanos 6:6

 

Antes de que Jesús muriera en la cruz, millones habían muerto desde la caída de Adam y Eva en el Edén, sin embargo Pablo dice en Colosenses 1:18 Jesucristo es el primogénito de los muertos, o sea el principal que tomó nuestro lugar para darnos vida y en abundancia. Como muerto para reposar de su obra redentora, tendría que ser en sábado y por lo tanto no resucitaría a nadie en ese día durante su ministerio terrenal, pues ese día estaba reservado para su sueño o descanso y no podía ir por encima de lo que estaba oculto en el día de reposo: Su descanso después de su segunda creación.

 

En el Antiguo Testamento vemos la resurrección del hijo de la Sumanita, la resurrección del hombre que al ser sepultado fue lanzado en la tumba de Eliseo pues se acercaban  los enemigos y al tocar el cuerpo muerto, los huesos secos de Eliseo, el hombre resucitó. También los ya mencionados que Jesucristo resucitó antes de ir a descansar en la tumba nueva de José de Arimatea. Entonces por qué Jesús es el principal entre los resucitados?

l Cor. 15:20 Primicia de los que durmieron es hecho. Hechos 26:23 “Es el primero de la resurrección de los muertos. “Que Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los Gentiles.”

1 Cor. 15:20-11 “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adam todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.”

 

Jesucristo, principal entre los muertos, para llegar a resucitar a los muertos por medio de su vida puesta por ellos. Principal entre los resucitados para garantizar con su resurrección la salvación de todos sus santos.

 

En la carta a los Efesios Pablo nos dice: Efesios 2:1-6 “…(Dios) aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos. Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús.”

Sentado, es un estado de descanso, reposo, y no olvidemos que es un reposo espiritual eterno.

 

Efesios 1:19,20 el poder grandioso de Dios que resucitó a Cristo de los muertos…”

2:16 …ese mismo poder que levantó a Cristo recibimos nosotros que estábamos muertos en delitos y pecados. Gloria a Dios!

 

LOS QUE HEMOS CREIDO HEMOS ENTRADO EN EL UNICO REPOSO QUE QUEDA PARA EL PUEBLO DE DIOS Hebreos 4:3,9-11

 

Cómo aprendemos a ser mansos y humildes para tener descanso en el alma?

 

Para aprender tenemos que ser enseñados. Veamos a 1 Juan 2:20,27 Tenemos la unción del Santo y la unción nos enseña.

En Efesios 1:12,13 El día que creímos fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa. 2 Cor. 1:21,22 …el que nos ungió, es Dios; El cual también nos ha sellado y dado la prenda del Espíritu en nuestros corazones.

Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas que os he dicho.

 

‘APRENDED DE MI QUE SOY MANSO Y HUMILDE Y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS”

¿Cómo aprendemos?

Si hemos sido ungidos y sellados por Dios, entonces tenemos las arras o anticipo, ya tenemos el fruto del Espíritu Santo y en ese fruto están los nueve sabores y entre ellos se encuentra la mansedumbre y la humildad en la tolerancia y la benignidad, por lo tanto el Espíritu Santo te dice: ya eres humilde y manso ahora descansa, reposa todos los días de tu vida. Cuando tu carne se opone, deja que el Espíritu Santo se encargue de contender contra ella, no pongas a la carne a contender con ella misma, eso es un fracaso rotundo contra ti mismo. Gálatas 5:16-22

 

Ahora la unción nos enseña:

Que ya somos mansos y humildes, que tenemos paz, que estamos en reposo, que podemos llamar a Jesús Señor  por el Espíritu Santo y que estamos investidos del poder de lo alto.

Jesucristo el reposo, nos da el reposo, vivimos en el reposo y con el reposo se manifiesta su poder en nosotros.

Si no se vive en reposo y no se manifesta en nosotros el fruto del Espíritu Santo, no esperemos grandes resultados en nuestra vida como hijos de Dios.

La unción nos dice: Eres hijo de Dios, tienes paz, eres manso, tolerante, bondadoso, benigno, tienes dominio propio, tienes fe, gozo y el amor de Dios derramado en tu corazón. Romanos 5:5, Gálatas 5:22-25

Se espera de nosotros actuar como actuó Jesucristo nuestro reposo y nuestra esperanza de gloria.

Hechos 10:38En cuanto a Jesús de Nazaret, como le ungió Dios de Espíritu Santo y de poder, el cual anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos del diablo, porque Dios era con él.

 

Pastor Domingo Hernández

Apóstol de Jesucristo