El Espíritu Santo dá testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Somos espíritus adoptados, pues habíamos sido destituídos de la gloria de Dios y la adopción recuperó nuestra posición de hijos del Altísimo. (Romanos 8:14-17)
Dios Padre es sabio sobre todas las cosas. Jesucristo, su amado Hijo, fué enviado y salvó lo que se había perdido que éramos tú y yo. Somos los engendrados desde antes de la fundación del mundo, hijos del Dios Alto. Salmo 82:6
Somos simiente de Dios, los que antes El conoció y predestinó; los que participamos de carne y sangre, hijos del Dios altísimo para siempre.
Con el mismo poder conque el Padre resucitó a Jesucristo, nos resucitó a nosotros. Ahora somos del resucitado. Aleluya! Romanos 7:4
Jesús fué juzgado por el pecado de Adam, nosotros hemos sido justificados por su resurrección, ya no somos condenados, tenemos vida eterna.
Gloria sea al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo! Viva la Iglesia redimida! Viva la gracia y la verdad del Evangelio!
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El PADRE Y SUS ENGENDRADOS
Dios existente, el Hijo coexistente y los hijos en
la preexistencia.

En el plan de Dios para salvar al hombre se emplean funciones que explican y enseñan lo oculto del “misterio del evangelio”. Necesario es que atendamos con prudencia y oración a estas funciones, pues, nos ayudarán a comprender lo profundo de Dios, que por siglos de siglos no fué ni entendido, recopilado, ni mucho menos eslabonado, para poder tener una visión clara al respecto y conocer lo que nos reveló Dios por medio de San Pablo en sus cartas escritas y enviadas a las Iglesias de aquel tiempo.
Hoy por hoy, indiscutiblemente y sin contradicción alguna, este “misterio” es revelado a los santos por medio de los escritos de Pablo.
Las manifestaciones guardadas en secreto hasta que nació en Belén el Hijo de Dios, son entre ellas: Existencia de Dios Padre, engendramiento de su Hijo Jesús existente con Dios siendo el mismo Dios sobre todas las cosas, ( Romanos 9:5) preexistencia de los hijos engendrados, predes-
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tinación, creación, procreación, posición, redención, justificación, santificación, sabiduría y glorificación.
Todas estas manifestaciones son sostenidas por la Palabra de Dios, de ahí que es de imperiosa necesidad su estudio diligente, contínuo y en oración en el Espíritu con deprecación y súplica. (Efesios 5:18).
Jesucristo Hijo de Dios, los hijos de Dios, hermanos del Hijo mayor, engendrados no creados.
En los capítulos 1 y 2 de Hebreos aparecen los engendramientos del Hijo mayor y el de los hijos hermanos de Jesús. En el capítulo 2:14 leemos que los hijos participaron de carne y sangre lo mismo que el Hijo mayor. Esto nos prueba que antes de participar con naturaleza carnal éramos hijos así como era Jesús. Proverbios 30:4 y Romanos 8:29 “Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogenito entre muchos hermanos.”
En Juan 1:12, 13 aparecen los hijos de Dios por
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de Dios en El.” 2 Cor. 5:21
Jesucristo ha sido hecho por Dios en nuestro favor, sabiduría, justificación, santificación y redención. (1Cor.1:29,30) Ya estamos justificados, santificados y glorificados. (Romanos 8:29-30) Gloria a Dios!!!
Ahora, Jesucristo es la cabeza y la iglesia el cuerpo, unidos para siempre. Efesios 1:20-23, 5:23 La esposa está sin mancha, ni arruga ni cosa semejante. Efesios 5:26-27 Hemos sido reconciliados, en el cuerpo de su carne, por medio de muerte, para hacernos santos, y sin mancha, e irreprensibles delante de El. (Col. 1:21,22)
Fuimos escogidos en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin man-cha delante de él en amor. Dios nos descubrió el misterio de su voluntad: Reunir todas las cosas, las que están en los cielos y las que están en la tierra.
“…a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo, en El también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa”. Efesios 1:12, 13
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con precio de sangre por el pecado de Adam y se convirtió en el postrer Adam.
Dos en una cruz. (2 Cor. 5:14-17 y Gálatas 2:20)
Cuando El murió, nosotros también, quedando libres de la ley del marido. (Rom. 6:17) De la ley del pecado y muerte fuimos libertados por la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús. (Romanos 8:1-10)
Somos del resucitado
Jesucristo murió y el Espíritu Santo lo resucitó y lo sentó en el trono con el Padre, y a nosotros muertos en delitos y pecados, con el mismo poder que resucitó a Jesucristo, nos resucitó y nos dio vida juntamente con Jesucristo y nos sentó en los lugares celestiales en el trono con Jesús. (Efesios 1:16-23 y 2:1-10)
“…el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia” . Romanos 8:10
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia
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engendramiento. “…dióles potestad de ser hechos hijos de Dios…”
Jesucristo fue engendrado para crear, gobernar como Rey, salvar a los hermanos contaminados por el pecado de Adam, ser adorado por estar en el trono con el Padre y finalmente entregar el reino al Padre, para que Dios sea todo en todos.
Los ángeles comienzan a adorar al Hijo, cuando el Padre lo introduce en la tierra como su Primogéni-to. (Hebreos 1:6) Todos los ángeles, los fieles y los que se habían rebelado, contemplaron al Hijo de Dios creando el universo. (Heb. 1:2) Dios Jesu-cristo creó todo lo que existe en todo lugar. (Juan 1:1-3)
En Colosenses 1:16-18 leemos: “Por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por él y para él. Y él es antes todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten’. Jesucristo tiene el primado.
“En el principio crió Dios los cielos y la tierra…” (Génesis 1:1-25) Cuando dice los cielos, incluye a todo el universo como leímos en Hebreos 1. En el
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universo creado incluía la tierra que al principio estaba desordenada y vacía. Los ángeles, según Apocalipsis 1:20, son simbólicamente llamados “estrellas.” Esto lo podemos confirmar leyendo Job 38:4-7 “Dónde estabas cuando yo fundaba la tierra? …Quién puso su piedra angular, cuando las estrellas (ángeles) todas del alba alababan, y se regocijaban todos los hijos de Dios?”.
En este punto crucial del tiempo de Dios, fue in-troducido el Hijo como Dios creador y el mandato divino fue: “Adórenle todos los ángeles de Dios.” No olvidemos que hay ángeles que perdieron su posición celestial y están destituídos de la gloria de Dios, como estuvimos nosotros sus hijos al pecar Adam.
Hagamos un repaso: Dios Padre, al engendrar a su Hijo Jesucristo, lo presenta con el comienzo de “HOY”. El Padre engendra a su Hijo Jesucristo, y Jesucristo crea a todos los ángeles, y cuando el Padre presenta a su Hijo como creador del univer-so, introduciéndolo en la tierra delante de todos los ángeles, les dice: “adórenle todos los ángeles de Dios.” Todos los ángeles de Dios incluía a los que se unieron a la rebelión del que los llevó a su distitución como ángeles de Dios. (Hebreos 1:6)
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cumplió perfectamente.
Toda consecuencia de muerte y separación de Dios, se debió por no cumplir con lo dispuesto. Cuando se otorgó la ley en el Sinaí, todos los presentes confesaron: “Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos”. Exodo 19:8
Cuando Moisés estaba en el monte recibiendo las leyes, el pueblo se cansó de esperar después de una espera de cuarenta días, y pidieron a Aarón que les hiciera un becerro de fundición para adorarlo como su dios, cosa que hizo el hermano de Moisés. La promesa de obedecer fué rota y siempre lo será porque mientras vivamos en esta carne caída con ley de pecado y muerte en ella, será imposible agradar a Dios en la carne; siempre violaremos los santos preceptos. Romanos 7:15-25
Jesucristo padeció desde su entrega en el Getsemaní hasta su cruenta muerte en la cruz del Calvario, ofreciendo su vida en sacrificio vivo y agradable a Dios, en beneficio de los hijos caídos, separados y muertos en delitos y pecados. En la cruz, el Maestro llevó nuestros pecados; allí pagó
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entre la ley en el matrimonio cuando el marido muere y la ley de los diez mandamientos. Mientras el marido vive la esposa no puede tomar otro, pues se convierte en adúltera; pero si el marido muere, queda libre de la ley del marido. Jesucristo representa al marido en el antiguo pacto que muere en la cruz, y la esposa es la iglesia.
El marido falleció y la mujer quedó libre para tener un nuevo esposo. Lo interesante es que la esposa también falleció con su marido el mismo día y hora que él murió, allí en el Gólgota. 2 Corintios 5:14
En el antiguo testamento podemos leer que Dios, a traves de Moisés, provee a los descendientes de Abraham de información de cómo vivir obedeciendo sus 613 leyes, entre las cuales están los diez mandamientos del pacto escritos en dos tablas de piedra. Deuteronomio 4:13 y 9:5
La ley nunca pudo ser guardada perfectamente, ella fué puesta para conocimiento del pecado, fué la cuidadora hasta que llegó el Hijo de la promesa, Jesucristo, el mismo que la había entregado en el Sinaí. “No he venido a abrogar la ley sino a cumplirla”. Mateo 5:17 Fue Jesús el único que la
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Jesucristo, al ser enviado por su Padre Dios a la tierra, dejó su corona y su trono. Nuevamente se produjo otro engendramiento por Dios Padre y en este caso en la virgen María que era de Nazaret. Mateo 1:18-22
“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá sera llamado Hijo de Dios.” Lucas 1:35
“Y Jesucristo crecía en sabiduría, y en edad, y en gracia para con Dios y los hombres.” 2:52
Toda la vida de Jesucristo hasta el año treinta y tres, estuvo llena de sabiduría y gracia para con Dios y los hombres, porque por El fue hecha la gracia y la verdad. (Juan 1:17) “Gracia” significa que para nosotros llegó la salvación gratuita y llena de amor. “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Lucas 19:10
Al llegar el cumplimiento, el cordero de Dios tenía que ser sacrificado, Jesucristo. “…con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santifi-cados.” Hebreos 10:14 Después de su muerte, Jesús fue puesto en el sepulcro nuevo de José de
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Arimatea. Al tercer día, el Espíritu Santo, con su grandioso poder, lo resucitó y puso todo debajo de sus pies. (Efesios 1:16-23)
Volvió el Hijo a ocupar su posición de Rey y Salvador. “Jesucristo se sentó a la diestra de la Majestad en los cielos.” Hebreos 1:3
El capítulo 2 de Efesios, habla de nosotros, sus hijos, que habíamos sido destituídos de la gloria de Dios por el pecado de Adam, y estábamos muertos en delitos y pecados, pero a quienes el Padre, con el mismo poder que resucitó a su Hijo, nos resucitó y nos sentó junto a Jesús dándonos vida con El. Gloria a Dios!
Mantente leyendo, hazlo con oración contínua. Recuerda que la comprensión de este estudio, es de vital importancia. Tu seguridad, confianza y certeza, dependerá de cómo entiendas el plan divino establecido y destinado a cumplirse para nuestra gloria imperecedera.
La rebelión y el plan divino
En los libros de Apocalipsis o Revelación, capítulo 12:1-12, todo el capítulo de Ezequiel 28, y todo el
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como medio de salvación, no es aceptado por el cielo, esto es un error, porque no es por obras sino por la fe de Jesucristo.
El que sobreedifica correctamente, recibirá recompensa, el que puso lo extinguible por el fuego, lo que puso será consumido y aunque el fuego quemó lo quemable, él entrará salvo al cielo, pero como por fuego.
Cada uno sera recompensado de acuerdo a sus obras.
Notemos como Pablo nos dá un ejemplo al predicar a Cristo con diferentes actitudes.
“Y muchos de los hermanos en el Señor…se atreven…a hablar la palabra sin temor, y algunos… predican a Cristo por envidia y porfía; mas algunos también por buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones, pero los otros por amor...” Filipenses 1:14-21
Los Dos Maridos
En Romanos 7:1-13 Dios hace una comparación
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hojarasca; estas cosas hacen la diferencia del que sobreedifica sobre el fundamento que puso Pablo.
Poner oro, plata y piedras preciosas sobre Jesucristo, es nada menos y nada más que aclarar el “misterio” como Pablo lo hizo. Enseñar y compartir con la humanidad entera, que en Cristo tenemos seguridad y entrada al Padre, que ya fuimos salvados por medio del sacrificio cruento en la cruz del Calvario. Poner sobre el fundamento, confianza, certeza y seguridad en Aquel que dejó su trono y corona para vestirse de carne y sangre y en ese cuerpo santo, limpio, puro y apartado de los pecadores, ponerse el pecado de Adam y como resultado favorable salvar lo que se había perdido.
Lo que puede quemarse, como lo es la madera, el heno y la hojarasca, hace la diferencia de lo que no puede ser extinguido por el fuego. Unos ponen obras y quehaceres de la carne y a esos se refiere Pablo, otros ponen sobre el fundamento amor, fe, buenas obras que han sido preparadas para andar en ellas. (Efe. 2:10)
Cuando tratamos de imponer creencias y dogmas
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capítulo de Isaías 14, están descritas las fases de la enemistad formada por la oposición de los ángeles desobedientes al Gobierno Supremo de Dios. Cuando los opositores a la Deidad, formaban un gran ejército (la tercera parte de los ángeles) se lanzaron a la batalla contra el Arcángel Miguel y sus ángeles, fueron lanzados afuera de la esfera donde mora Dios desde su trono, y no prevalecieron. Cuando Jesucristo murió en la cruz y resucitó al tercer día, entonces fueron lanzados a la tierra. Y aquí todavía están confinados hasta que en el día final de todas las cosas que existen, contaminadas por el pecado, sean consumidas con el fuego que viene de Dios, produciendo el gran lago ardiente.
Dios, sabiendo de esta futura rebelión, de la caída de nuestros primeros padres y de toda la infección que traería si contagiaban al resto de los ángeles que quedaron fieles al Gobierno Supremo, (el sesenta y seis por ciento) creó el Plan de Salvación, secreto, oculto, impenetrable, de conocimiento único de Aquel que nunca falla, que todo lo hace bueno en gran manera. Aquel que es amor, misericordia y paciencia.

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El plan incluía primeramente el engendramiento de su Hijo Primogénito, Jesucristo. Jesús sería la solución al pecado que iba a existir desde el comienzo producido por la gran rebelión.
“Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por el cual asimismo hizo el universo: El cual, siendo el resplandor de su gloria, la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. He-cho tanto más excelente que los ángeles, cuanto alcanzó por herencia más excelente nombre que ellos.
Porque a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, hoy te he engendrado? Y otra vez: Yo sere a él Padre, y él me será a mi hijo? Y otra vez, “cuando introduce al Primogénito en la tierra,” dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios. (aquí todos los ángeles son todos los que Dios creó, los que quedaron fieles a su gobierno y los que se rebelaron)
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misterio escondido desde los siglos en Dios, que crió todas las cosas para que la multiforme sabiduría de Dios, sea ahora notificada por la iglesia a los principados y potestades en los cielos, conforme a la determinación eterna, que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor.” 1 Corintios 3:9-11.
“Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.” Colosenses 1:23
El Fundamento puesto por el apóstol Pablo
“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento…el que está puesto…es Jesucristo, y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca; la obra de cada uno será manifestada …Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.” 1 Cor. 3:10-15
Es muy importante identificar cuáles son las piedras preciosas que menciona Pablo en este capítulo 3: el oro y la plata, la madera, el heno y
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mano de su Padre. Nada ni nadie nos puede apartar del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Nuestro hermano mayor
Jesucristo, con el poder y la autoridad que le fue dada por su Padre, calmaba la tormenta, caminaba sobre el agua, daba órdenes a la naturaleza y ésta le obedecía. Lleno de compasión y misericordia, sanaba a los enfermos, resucitaba muertos y echaba fuera a los demonios. Jesús, el carpintero, oraba y seguía la paz con todos, respetaba a las autoridades y pagaba sus impuestos.
El, lo mismo tenía audiencia de uno como de cinco mil; atendía a los niños, mancebos y adultos. Jesucristo podía sentir tristeza hasta la muerte y llorar cuando lo provocaba el momento; fué ungido con óleo de alegría más que a todos sus compañeros. Tuvo sed y podia encontrárselo dormido en un barco mientras la tempestad y el oleaje hacían peligrar la embarcación.
El misterio escondido (Efesios 3:1-12)
“…Y de aclarar a todos cual sea la dispensación del
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Y ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego. Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo: Vara de equidad la vara de tu reino; has amado la justicia, y aborrecido la maldad: por lo cual te ungió el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra; y los cielos son obras de tus manos…pues a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? No son todos espíritus administradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de salvación? Hebreos 1:1-14
“Porque ciertamente no tomó a los ángeles, sino a la simiente de Abraham tomó, por lo cual debía ser en todo semejante a los hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Pontífice en lo que es para con Dios, para expiar los pecados del pueblo.” Hebreos 2:16,17
La simiente de Abraham, es en un cuerpo físico, humano, engendrado en el vientre de la virgen María. Mateo 1:18-22 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado…”. Isaías 9:6 Nosotros,
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los hijos engendrados por Dios, participamos de carne y sangre, así como el Hijo participó de lo mismo. Gloria a Dios! (Hebreos 2:14)
En Efesios, capítulos 1 y 2, y en Hebreos 2:14 se nos dice que los hijos participamos de carne y sangre, igualmente que Jesucristo. En Efesios 1:20 el apóstol Pablo nos dice que cuando Jesús estaba en la tumba después de haber muerto en la cruenta cruz, el Espíritu Santo lo resucitó y lo sentó a la diestra del Padre en los cielos.
Estando nosotros muertos en delitos y pecados, con el mismo poder del Espíritu Santo, nos resucitó y nos sentó en su mismo trono con El y el Padre.
Hace dos mil años el plan de salvación comenzó a ser revelado con el nacimiento de Jesús en Belén de Judá. “…que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.” Luc. 2:11
Dios le reveló al apóstol Pablo el misterio escondido para que lo manifestara a sus santos. (Efesios 3:1-7 y 1 Cor. 3:10-15) Es por lo tanto, extremadamente importante, prestar atención a este misterio revelado. (Colosenses 1:27, Hechos
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Jesucristo, primogenito, nosotros sus hermanos menores, Jesucristo el buen Pastor, nosotros las ovejas de su prado, Jesucristo nuestro Salvador y nosotros los salvados, Jesucristo nuestro Rey y Señor y nosotros sus reyes y sacerdotes, Jesucristo vive para siempre jamás y nosotros por El no moriremos jamás. Romanos 6:11,12
Adam desobedeció a Dios y comió del árbol prohibido, y de esta manera, sin contar con nosotros, nos pasó el pecado y la muerte a los hijos de Dios encarnados aquí en la tierra. El cometió el pecado y murió antes que nacieran la mayoría de los hijos de Dios.
Siendo pecadores, Jesucristo murió por cada uno de sus hijos caídos y destituídos de la gloria de Dios. El Padre puso en Jesucristo el pecado de cada uno de nosotros y así fuimos hechos justicia de Dios en Jesucristo. 2 Cor. 5:21
Dios nos trasladó de las tinieblas al reino de su amado Hijo Jesucristo y con su solo sacrificio nos hizo perfectos para siempre. (Heb. 10:14) Jesu-cristo nos tiene esculpido en la palma de su mano y nadie nos puede arrebatar, ni tampoco de la

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do nosotros Sus hijos bajo la condenación de la ley, vino Jesús, nuestro hermano mayor para redimirnos y así recibir la adopción de hijos y convertirnos en herederos juntamente con El. De siervos pasamos a ser hijos y recibimos el Espíritu de Dios en nuestros corazones. Gálatas 4:4-7
Por nosotros, Dios ha hecho a Jesucristo sabiduría, justificación, santificación, y redención, “… para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”. 1 Cor. 1:29-31
En Romanos 8:14-17 se le añade al hijo la posición de heredero de Dios y a nosotros la de coherederos de Cristo. Y ahora el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. El postrer Adam lo arregló todo, por lo tanto, podemos decirle al Padre: Papito…Gloria a Dios.!!!
El Padre, El Hijo y los engendrados
Después de su resurrección, Jesucristo aparece a María Magdalena y le dice: “…ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”. Juan 20:17
Notemos las diferentes posiciones, que como hijos, a través de Jesús, nos ha dado el Padre:
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9:1-22, 22: y 26:9-18)
Para nosotros los gentiles, Pablo es predicador, apóstol y maestro. (2 Timoteo 1:11) La información más concreta sobre el misterio del evangelio la ofrece Pablo.
Los profetas anteriores y los mismos ángeles no entendían el misterio hasta que nació Jesús en Belén. (1 Pedro 1:10-12, Colosenses 1:26)
Pablo nos informa el proceso del misterio:
Adam, por su desobediencia, nos pasó a todos el pecado y la muerte. (Romanos 5:12 y 1 Timoteo 2:14)
Nuestro hermano mayor Jesucristo, el hombre del cielo, el postrer Adam, nos quitó el pecado y la muerte. “Porque como por la desobediencia de un hombre, los muchos fueron constituídos pecado-res, de la misma manera por la obediencia de uno, los muchos serán constituídos justos”. Rom. 5:19
“No obstante, reinó la muerte desde Adam hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la rebelión de Adam: el cual es figura del que había de venir.” Romanos 5:14
“Así también está escrito: Fué hecho el primer
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hombre Adam en ánima viviente… el primer hombre es de la tierra, terreno; el segundo hombre que es el Señor, es del cielo. Cual el terreno, tales también los terrenos; y cual el celestial, tales también los celestiales.” 1 Cor. 15:45, 47, 48
Ahora, puedes ir entendiendo el versículo de Hebreos 2:14-17 “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, El también participó de lo mismo….para destruir … al diablo…” y librarnos.
Estos hijos somos nosotros. “Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuésemos hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que El sea el promogénito entre muchos hermanos”. Romanos 8:2. En Job 1 y 2 podemos leer que los hijos de Dios tuvieron una reunion con el Padre y en Job 38:7 dice que los hijos de Dios se regocijaban.
Por causa del Adam terrenal, caído y destituído de la gloria de Dios, también los hijos de Dios que vivimos en la carne y somos terrenales, estamos en la misma condición; mas por el gran amor que Dios tiene por sus hijos, sus hijos engendrados en
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el cielo, espirituales como el segundo hombre espiritual del cielo , el postrer Adam, Jesucristo, era necesario que el plan de salvación se cumpliera en esta parte salvífica. El hermano mayor vino a buscar y salvar lo que se había perdido: lo carnal y terrenal, y al final de todas las cosas, volver a tomar esta misma naturaleza, pero ya transformada, incorrupta e inmortal. (1 Cor. 15:49-57).
“Mas nuestra vivienda es en los cielos: de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; El cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejantes al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual también puede sujetar a sí todas las cosas.” Filipenses 3:20, 21
El Hijo de Dios, el espiritual, siempre será hijo de Dios, porque en el plan de salvación el Todopoderoso lo prefijó, predestinándolos para llegar a ser conforme a la imagen de su Hijo y El el primogénito entre muchos hermanos. “Para que seamos para alabanza de su gloria, nosotros que antes esperamos en Cristo.” Efesios 1:12
Cuando llegó el cumplimiento del tiempo, y estan.....
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Muy amados,
Esperamos que este estudio preparado con oración devota, aclare conceptos que han estado oscurecidos en tu mente y corazón y que ahora con la herencia que tienes como hijo e hija de Dios, seas permanente en tu esperanza y tu diario vivir.
Recuerda: Si lo crees, ya lo tienes, si lo tienes, disfrútalo, si lo disfrutas, compártelo, y si no lo compartes, es que no lo tienes.
Eres muy bendecido!
Domingo Hernández,
Pastor
Para más información:
Teléfono: (760)716-0540
e-mail: icristrestauracion@yahoo.com
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