Libre para Dar Libremente

 

¿No estando ya bajo la Ley Mosaica y sus ordenanzas, somos libres de la obligación de dar?  Sí, y no.  Si da por el temor que puso en usted los duros encargados de la obra (frecuentemente en forma de ministros), o da a fin de conseguir que le sea devuelto mucho más, o un sin fin de otras razones para dar surgidas del temor y el egoísmo, entonces, no dé.  Él puede mantener el universo marchando sin su ayuda financiera, o de otra clase.  ¡Dios no quiere su dinero!  De todas maneras es de El.  Somos nosotros quienes lo olvidamos.  Quizás la sepultura es un buen recordatorio de ese hecho.  ¿Cuánto de lo que cree que es suyo le va a pertenecer al otro lado de la tumba?  Algunos de nosotros nos asombraremos de nuestra futilidad, que poco hemos reunido en esta vida.  No es tarde para comenzar a reunir cosas que serán tuyas al otro lado.  Pídale al Espíritu Santo que le guíe sobre este tipo de posesiones. 

¡Él quiere nuestros corazones!  Y cuando tiene nuestros corazones, Él los llenará de Sí mismo y nosotros daremos porque esa es Su naturaleza.  Él es dador.  Sin Su dar, el universo dejaría de existir.  Es por darse a Sí mismo que todas las cosas son sustentadas.  Él quiere darse a Sí mismo a través de nosotros.  ¿Por qué?  ¡Porque Él quiere bendecirnos!  Él quiere que experimentemos lo qué es ser como Él.  Él se derrama a Sí mismo, sobre el objeto de Su amor.  Y a medida que lo damos al mundo mediante nuestra obediencia a la Ley del Nuevo Pacto, la ley de Amor (Juan 15:12-13): ( “Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado.  Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos”)  damos de Su voluntad, Sus dones, Su naturaleza, Sus frutos, y participamos mientras damos.  Él quiere que lo trasmitas y que lo devuelvas. 

“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.  Entonces los justos le responderán diciendo:  Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber?  ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o desnudo y te vestimos?  ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y fuimos a ti?   Y respondiendo el Rey les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis.”  (Mateo 25:35-40)

Cuando nosotros nos convertimos en un instrumento en Sus manos para bendecir Su creación, nosotros mismos somos bendecidos.  En verdad es mejor dar que recibir.  Él lo hizo de esa manera.  La única manera en que uno puede conformarse a la imagen de Jesucristo es dando.  Todos necesitamos que el Espíritu Santo nos revele lo egoístas que somos, para poder cambiar. 

Oramos para que esta publicación sea útil al cuerpo de Cristo para discernir la manera apropiada de dar y ayudar, y para discernir qué tipo de actividades Cristianas apoyar. Mucho de lo qué va con el nombre de Cristo no es nada más que madera, heno, y hojarasca.  Espero que sea hallado fiel con los talentos que Él le ha dado y que esta publicación le ayude a entender como dar.

Nos damos cuenta que los ministros que se arrepienten y cambian sus métodos de levantar fondos, experimentarán algunos cambios profundos. Una organización considerada como culto por la mayoría de los Evangélicos, cambio recientemente sus enseñanzas con respecto al diezmo.  Solía enseñar el diezmo moderno, y años después, un segundo y tercer diezmo.  Han dejado esta enseñanza.  Los ingresos de esta organización bajaron un treinta por ciento en el primer año del cambio.  Programas tales como el de la orquesta tuvo que ser abandonado. 

Ahí esta el obstáculo.  El costo por cambiar a medios con apoyo Bíblico es muy alto.  Muchos ministros no están dispuestos a dejar morir los proyectos que han comenzado. Preferirían ver al mundo morir de hambre, que desmantelar su programa de Cantata de Navidad, o su nuevo fondo para el campanario. 

No podemos pensar que solamente quienes han enseñado el diezmo no bíblico tienen que arrepentirse, es importante también que aquellos que han diezmado vean claramente que sus diezmos no produjeron buenos frutos, por el contrario alejaron a muchos del Cristianismo.  En otras palabras, debemos arrepentirnos todos - los que lo enseñan y los que lo dan. 

En resumen, como el diezmo enseñado por las iglesias modernas no es la forma de dar en el Nuevo Testamento, no producirá el fruto del Nuevo Pacto, ni para la gente que da el diezmo ni para el "programa" en que se invierte el dinero. 

¿Debemos dar nosotros?  ¡Benévola y abundantemente! 

¿Debemos apoyar a los que ministran el Evangelio?  ¡Hasta el punto de dar  "doble honor.”  (Ayuda financiera)

Los que predican el Evangelio tienen derecho de vivir del Evangelio (1 Corintios 9:3-13) aunque frecuentemente se abusa. 

Los Cristianos no deben olvidar nunca, que los que tienen liderazgo y los que no son líderes, todos son sacerdotes, de un sacerdocio real.  Usted, mi querida hermana o hermano en Cristo, debe ser una bendición al mundo porque usted está repleto de dones del cielo y Él lo ha llamado para manifestarlos en la tierra.  Es el tiempo para dejar de apoyar a los lobos vestidos de ovejas y ocuparse de los negocios de su Padre.  Esto restaurará el gozo de nuestra salvación. 

Esta publicación se envía gratuitamente.  Puede reproducirse, sin cambiar nada ni cobrar ningún precio por ella.  Hay costos relacionados al publicar este folleto.  Cuando a cada uno de nosotros en el cuerpo de Cristo, se le permita hacer lo que nuestro Padre ha puesto en nuestros corazones, en vez de seguir una ley (el diezmo moderno) que nos impide ser guiados por el Espíritu, entonces los gastos para producir publicaciones como esta se proveen, sin tener que rogar por dinero todo el tiempo o exigir un "diezmo". 

“Y digo esto: El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará.  Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación; porque Dios ama al dador alegre.  Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra.”  (2 Corintios 9:6-8)

"Más bien, amad a vuestros enemigos y haced bien y dad prestado sin esperar ningún provecho. Entonces vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y los perversos.  Sed misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.  No juzguéis, y no seréis juzgados. No condenéis, y no seréis condenados. Perdonad, y seréis perdonados.  Dad, y se os dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se os dará en vuestro regazo. Porque con la medida con que medís, se os volverá a medir."  (Lucas 6:35-38)