Introducción

 

Para el ser humano, exponer ideas, aclarar conceptos teológicos y tratar de explicar y descubrir en todas sus profundidades al Espíritu Santo, es realmente imposible. Dios es un secreto, es un misterio; la mente finita no puede penetrar lo más profundo del Dios Espíritu.

Todo lo que se ha escrito sobre el Espíritu Santo, han sido tratados de teología con bonitos fundamentos, que a la altura de la mente del ser humano sólo pueden tocar la periferia del gran misterio Dios Espíritu .

Una cosa sí es cierta y segura, y es que las Sagradas Escrituras nos abren una ventana por donde podemos mirar a su interior y captar en la sensibilidad de nuestra alma, que el Espíritu Santo es real, está presente y se mueve como el viento que sopla apaciblemente. Digo todo esto porque no es sólo mi experiencia personal de su presencia en mi vida, sino la de millones que han estado en contacto directo con el Dios Espíritu, existente por sí mismo, quien sobrepasa todo lo creado dentro del espacio que él mismo se propuso y trajo a la existencia.

Lo único que podemos hacer con este estudio es volver por los mismos caminos y triíllos que otros cruzaron. Hacer lo mismo buscando en la única y verdadera fuente de información, Las Sagradas Escrituras, las cuales fueron inspiradas divinamente por el mismo Espíritu Santo.
(1 Pedro 1:20,21)

También es cierto que el libro de la naturaleza que nos rodea, está lleno de información, que nos enseña que hubo una mano y una voz dando órdenes para producir el surgimiento de todo lo que existe, desde el diminuto átomo hasta la galaxia más grande de todas las creadas por Aquel que tiene todo el poder, la inteligencia, sabiduría y conocimiento para producir todas las cosas conforme al propósito de su voluntad.

Los biólogos, que estudian el proceso de la vida, están de acuerdo en que todo lo que existe, se ve y se puede palpar, no es producto de la casualidad ni de surgimiento espontáneo, sino que una mente superinteligente y sabia creó toda la bella naturaleza. Así que estos dos grandiosos libros, La Biblia y la naturaleza, nos enseñan del Creador, del Dios Espíritu, por quien son todas las cosas y de quien es todo lo que existe con vida y movimiento.
(Génesis 1: 2)