Capítulo X

 

Espíritu Santo, y mente de Cristo
(Pastor Oscar Enrique Tenes)
 

Existe una tremenda tergiversación en los círculos cristianos, con respecto al origen, concepto, y funciones del Espíritu Santo, el cual habita en todos los hijos de Dios, el cual ya les fue dado. Romanos 5:5. Analizaremos que, así como nosotros somos un tesoro (el espíritu) en un vaso de barro (el cuerpo) 2 Corintios 4:7, también Dios es un espíritu que habitó en un cuerpo, es decir que Dios se vistió de un cuerpo que se llamó Jesús de Nazaret. Ese es el mismo proceso de todos nosotros sus hijos. Por eso dice la Biblia que el Señor es el Espíritu, sin embargo el Espíritu no se ve, pero se vio o se palpó a Dios a través del cuerpo que él se puso.

La Biblia dice en Génesis 1:2 “...el Espíritu se movía sobre la faz de las aguas...” Ahora bien, el Espíritu santo es Dios mismo. La palabra de Dios dice que a nosotros se nos prometió que él derramaría su espíritu sobre toda carne. Hechos 2:17. Pero es imprescindible que todo hijo de Dios conozca qué es el Espíritu Santo, y cuáles son sus funciones; esto lo analizaremos con lujo de detalle en este estudio.


LA PROMESA DE DIOS PARA SUS HIJOS

Leemos en Gálatas 3:3-14: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero) para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”

Una cosa importante que vemos en ese pasaje es que para que llegase la promesa del Espíritu, primero Dios tuvo que abolir la ley de Moisés en lo que respecta a las consecuencias a su violación que traían como resultado ira, condenación y muerte, pues se estaba bajo maldición. Notamos también que aquí se escribe la palabra Espíritu con E mayúscula; hemos entendido que cuando se escribe la palabra Espíritu con mayúscula se refiere al Espíritu de Dios, esto implica que la promesa era el mismo Dios. Es importante que notemos que antes de la cruz el Espíritu de Dios se manifestaba temporalmente y se iba, pero cuando Cristo cumplió toda justicia en la cruz, entonces se cumplió la promesa hecha por Dios de que derramaría su espíritu sobre toda carne; entonces, ahora después de la cruz el Espíritu de Dios mora permanente en los hijos de Dios. Analicemos el significado de la palabra espíritu a continuación, no sin antes acotar que ya la promesa se cumplió, él derramó su Espíritu sobre toda carne, nos referimos a los predestinados, los elegidos por gracia, los hijos de Dios desde antes de la fundación de este mundo.

EL PROCESO DE DIOS

Analicemos a Tito 3:4-5: “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”

Aquí hay unos aspectos muy importantes del proceso que Dios aplica. En primer lugar comprendemos que no hay salvación fuera de Jesucristo; además vemos claramente que hay tres aspectos o pasos que el Espíritu santo lleva o ha llevado a cabo en la vida de todo creyente, esto significa que hay tres factores que Dios ha utilizado y sigue utilizando en la vida de sus escogidos:

Hubo un lavamiento: Esto es igual a que él derramó su sangre para limpiar nuestras conciencias; esto es admisible simplemente porque la obra del Espíritu Santo no se lleva a cabo en nuestro cuerpo, esta se lleva a cabo en nuestra mente. Entonces este lavamiento ya tuvo lugar en la cruz del Calvario.

Hubo una regeneración: Hubo un cambio de corazón, o de un espíritu a uno nuevo. El profeta Ezequiel 11:19 dijo: “Que el corazón de piedra se convertiría en uno de carne”, es decir, nos daría un corazón manso; este cambio de corazón es lo que se conoce como la regeneración. Esto también, al igual que el lavamiento, ya lo ejecutó Jesucristo en la cruz del Calvario.

El tercer factor es la renovación en el espíritu: Los dos primeros, el lavamiento y la regeneración, son instantáneos y ya ocurrieron como acotamos por medio del sacrificio de Cristo en la cruz; para esto no tuvimos que esperar, ya hay miles de hermanos que han sido lavados y regenerados, pero les falta la renovación del espíritu. Veamos a continuación qué es la renovación en el espíritu.

La renovación comienza en el entendimiento. La función de los hijos de Dios no es lavar ni regenerar como equivocadamente se pretende hacer, la función del hijo de Dios tiene que ser la renovación del entendimiento de los hermanos con quienes comparte, o sea, quienes lo oyen, en otras palabras, el propósito de todo hijo de Dios tiene que ser el renovar las mentes de los demás, esta es la ultima función de Dios para sus hijos. Las otras dos podemos decir que Dios las hizo. “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados“ Hebreos 10:14. El derramó sangre por nosotros y esa sangre fue suficiente para limpiar nuestras conciencias, para que nos declaremos bendecidos. Gálatas 3:9. Dios quiere que nos veamos perfectos en Cristo Jesús, entonces la renovación es en la mente. Recordemos que Jesucristo cambió la mente almática a un espíritu vivificante. 1 Corintios 15:45 Esto es el cambio de una mente que no percibe las cosas espirituales a una mente que sí las percibe. 1 Corintios 2:14-15.

La tercera función es renovar, pero entendamos no estamos tratando de crear o fabricar una nueva conciencia ni un nuevo corazón, esto ya lo hizo Dios, No, lo que estamos haciendo es, a través del conocimiento del evangelio de la gracia, renovar el entendimiento, pero el que alumbra los ojos del entendimiento es Dios. Efesios 1:18.

Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta”

Hay muchos cristianos que hoy día no comprenden la obra o la función del Espíritu Santo en nuestras vidas porque no se les ha renovado el entendimiento. Dios obra o funciona con cosas que nos agradan, no con aquellas que no nos agradan. “A los aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien” Romanos 8:28 Si hay algo que no es de nuestro agrado, es porque no es espiritual, sino para la carne y no es de Dios. La palabra es viva y eficaz y nos corta, nos somete. Hebreos 4:12 Sin embargo, al renovar nuestro entendimiento por medio del conocimiento del evangelio, entonces podremos discernir y entender qué es de Dios y qué no es de Dios. Debemos entonces estar claros que el entendimiento se renueva por medio del Espíritu Santo; pero seguimos con la incertidumbre acerca del Espíritu Santo.


¿QUÉ ES ENTONCES EL ESPÍRITU SANTO?

Una cosa importante es que la palabra espíritu es sinónimo de mente y también de actitud.

Veamos como el apóstol Pablo enfatiza esto en 1 Corintios 2:10-16: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios. Porque ¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos has concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para el son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero el no es juzgado de nadie. Porque ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”

Como podemos leer la palabra Espíritu es con “E” mayúscula. Dios revela su conocimiento por el Espíritu, y si hacemos un profundo análisis, veremos que antes de las cruz Dios no revelaba, Dios inspiraba; todo esto porque Dios no hacia morada permanente en sus hijos como sucede ahora, después de las cruz.

En el versículo 11, espíritu está escrito con “e” minúscula. Como mencionamos anteriormente, espíritu es sinónimo de mente; por el contrario en muchos círculos religiosos se piensa del Espíritu Santo que es algo que vuela, o algo místico. Pero si usted viene estudiando este tema con nosotros, el Espíritu Santo es la mente de Cristo en nosotros por eso la Biblia dice en Colosenses 1:27 : “Cristo en vosotros la esperanza de gloria”. La esperanza del cristianismo es que se active en todos los hijos de Dios la mente de Cristo que ya tenemos; esto con el propósito de que renueve nuestro entendimiento. Leemos también en este pasaje que “nosotros no hemos recibido el espíritu que proviene del mundo”, en otras palabras por causa de la regeneración que Cristo llevó a cabo en la cruz, se nos dio su mente, entonces nosotros tenemos el Espíritu Santo, que es la mente de Cristo, esa mente es Dios mismo. Romanos 5:5

Veamos a continuación unos misterios que siempre están en los saludos del apóstol Pablo en las cartas que escribió:

DIOS SE VISTIÓ CON UN CUERPO SEMEJANTE AL NUESTRO

Gálatas 1:1 dice: “Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos)

Notemos que allí dice Jesucristo y aparte Dios, si no se entiende se puede pensar que son dos personas diferentes. Sucede como el caso de Felipe en Juan 14. Aquí el apóstol Pablo habla de dos manifestaciones, 1. Jesucristo es el cuerpo que Dios se puso, el que se le llamó Jesús de Nazaret, y 2. Dios el Padre, o sea el espíritu y mente que habitaba en ese cuerpo. Usted y yo tenemos que entender que también somos un espíritu creado por Dios habitando en un cuerpo de carne.

2 Corintios 3: 17-18 “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está en Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”

El espíritu es la mente. Dios dijo: “... derramaré mi espíritu sobre toda carne.” Hechos 2:17, Joel 2:28. Esto implica la mente de Cristo en nosotros, pues cuando Jesucristo resucitó con un cuerpo celestial, traía el mismo espíritu, es decir la misma mente, pero en un cuerpo glorificado; por eso cuando Jesús se les presentó a dos de sus discípulos, no conocieron a ese cuerpo. La Biblia dice que en Cristo hay libertad y es cierto, pues donde está es el espíritu, o sea la mente del Señor, allí hay libertad, no libertinaje.

Dios tiene dentro de sus funciones lo siguiente: Tratar con nosotros de acuerdo a su Espíritu o bien su mente, renovando el entendimiento con el propósito de que conozcamos lo que Dios nos ha concedido, esto es saber que tenemos la mente de Cristo (Corintios 2:12, 16) y que estamos bendecidos con toda bendición celestial, desde antes de la fundación del mundo. (Efesios 1:3) En síntesis el Espíritu Santo es la mente santa de Dios.

ENTONCES ¿QUE SIGNIFICA QUE JESUCRISTO SIEMPRE ES EL MISMO?

Miremos lo que la Biblia nos dice al respecto: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” Hebreos 13:8

Cuando nos dice que Jesucristo es el mismo, debemos entender que se refiere específicamente al espíritu, o a la mente de Dios. Es imperativo entender que Dios el Padre de gloria es el Espíritu, y que el Hijo es el cuerpo que él se puso, o con el cual se vistió.

Efesios 1:15-19 “Por esta causa también, yo habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cual es la esperanza a que él os ha llamado y cuales las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cual la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos según la operación del poder de su fuerza.”

Aquí pablo habla y ora por los creyentes, a los cuales Dios ya lavó y regeneró, pero les falta la renovación y el entendimiento. Ya hemos visto y estudiado que él a través del derramamiento de su Espíritu, al resucitamos con él, nos dio vida juntamente con Jesús (Efesios 2:1, 5,6) y nos lavó y regeneró, esto significa que nos salvó al derramar su sangre con la cual nos limpió para siempre, ahora nos falta a todo los creyentes la renovación; así lo menciona el apóstol Pablo cuando dice: “que cristo debe formarse en nosotros”. Gálatas 4:19, Dicho de otra manera, la formación es lo mismo que la renovación, la cual se logra al ir renovando nuestras mentes con el conocimiento del evangelio, estando ciertos y seguros que tenemos la mente de Cristo. Pensar y saber lo que Dios sabe y piensa de nosotros.

La formación de todo hijo de Dios es un proceso diario, es día a día. Por ejemplo, para nosotros los padres de familia nos es fácil tener hijos, sin embargo, lo que es difícil es la formación de ellos. De la misma manera con un creyente. Dios nos trajo al mundo como hijos, pero es importante nuestra formación, nuestra renovación del entendimiento, a través del conocimiento del evangelio.

“...por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.” Tito 3:4-6

Hermano amado, es importante que no seamos guiados por malos obreros, que solo se aprovechan del rebaño, y que cuidemos del lugar donde nos congreguemos; que sea un lugar, en el cual nos impartan realmente el conocimiento del evangelio. Pablo es claro y enfatiza grandemente que somos un espíritu con Cristo (l Corintios 6:17). Nuestra renovación estriba en pensar en cómo vamos siendo enseñados. La oración del apóstol Pablo era clara: “...que Dios os de espíritu de entendimiento.” Comprendamos que la palabra “entendimiento” significa la posesión del conocimiento en la mente, para retenerlo. En el acontecimiento de la muerte y resurrección de Cristo, fue la mente quien lo resucitó entre los muertos.

“Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. (Romanos 7:25, 8:7-11)

LA UNIDAD DEL ESPÍRITU

Efesios 4:1-7 “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vinculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo”

La unidad del espíritu no es lo que los cristianos promueven, cuando dicen que el pueblo de Dios se reúna o se junte (aunque esto es excelente y debiese de llevarse a cabo). Aquí en este pasaje, la unidad que Pablo menciona es del cuerpo (Jesús) con un Espíritu (Dios mismo) lo que se llama Jesucristo, o sea, la unidad es un cuerpo y un espíritu, ( la mente). El espíritu siempre es el mismo, aunque el cuerpo murió y resucitó; esto fue una transformación o un cambio de un cuerpo terrenal a uno celestial. 1 Corintios 15:40, Pablo menciona en Colosenses 2:9 que: “en él habita toda la plenitud de la deidad”, por consiguiente, la unidad del espíritu es conocer que El es un Espíritu metido en un cuerpo angelical, Aquí hay para nosotros promesas. Filipenses 3:21 dice: “que el nos transformará a nosotros también”, nos pondrá un cuerpo celestial, como el que él se puso, Pablo habla de la unidad del espíritu, diciendo que el cuerpo y el espíritu de Cristo son uno.

¿Cuál es la esperanza de gloria? Es que todos conozcan el evangelio, y el evangelio es Cristo. Colosenses 1:26, 27 Debemos convencernos que el discernir bien las cosas conlleva a la unidad, esto sólo se logra con la mente de Cristo que ya está en nosotros, y que nos ayuda a saber cuando algo proviene de Dios y cuando algo no proviene de Dios.

Leamos ahora un versículo que amplificará lo que venimos mencionando en 1 Corintios 12:3-4: “Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu (la mente) Santo.

Si conocemos el misterio que Pablo menciona en Colosenses 2:1-3, y en 1 Timoteo 3:16, entenderemos claramente que Dios fue manifestado en carne; pero sin la mente de Cristo, nadie puede conocer que ese cuerpo era Dios mismo. Esto sólo se logra por la mente o por el espíritu de Cristo en nosotros. Que excelente es que Dios nos lo reveló a nosotros por la mente, por consiguiente la mente de Cristo en nosotros no llama a ese cuerpo anatema.

El comprender que esa unidad es semejante a la nuestra, nos lleva a entender que la obra del Espíritu Santo es dar a conocer lo que se nos ha concedido; esto sólo se logra enseñando el evangelio, no doctrinas humanas. Fuera de esto, el resto son buenas obras; pero no son las obras del Espíritu Santo, porque la obra del Espíritu Santo es renovar nuestro entendimiento, no es una manifestación carismática, sino que es pensar y discernir en las cosas de Dios, y las que no lo son; es discernir entre el bien y el mal. Hebreos 5:14 Todos los hijos de Dios tienen la mente de Cristo, pero es muy importante acotar que hay unas manifestaciones que vivifican el espíritu y otras que lo apagan. Claramente el apóstol Pablo habló de lo que es el testimonio del Espíritu Santo y la mente de Cristo en nuestras vidas, por eso es de suma importancia que se estudie los escritos de Pablo.

LA VIDA ESTA EN LA MENTE

Romanos 8:9 “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”

La carne física no da vida, el cuerpo sin una mente no funciona, dicho de otra forma, la vida esta en la mente o en el espíritu. Este versículo implica que sobre la faz de la tierra hay dos simientes: Los que tienen la mente de Cristo y los que no la tienen, y no nos corresponde a nosotros opinar quién tiene la mente de Cristo y quién no; eso es facultad única y exclusivamente de Dios, y no nuestra.

Otra cosa importante es que la mente de Cristo ha creado todas las cosas, así como también la mente de Cristo faculta para discernir todas las cosas. Pablo menciona en 1 Timoteo 1:9-12 “que la ley no fue dada para el justo”, entendemos entonces que el hombre es justificado por la fe, pero sin las obras de la ley. Romanos 3:28

Pablo enfatiza que hay dos apostolados. Ambos apostolados los puso Dios, por eso dice que el mismo que actuó en Pedro actuó en Pablo. Gálatas 2:7,8

1. Con la circuncisión: La ley mezclada con religiosidad
2 Con la incircuncisión: El evangelio de la gracia

En la incircuncisión se encuentran todos los beneficios del nuevo pacto, pero entendamos que la incircuncisión y la circuncisión no valen nada; según Pablo en cuanto a salvación lo que vale es la nueva criatura. Gálatas 6:15


LA FUNCIÓN ACTUAL DE LOS HIJOS DE DIOS

Gálatas 6:11-15-17 “Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano. Todos los que quieren agradar en la carne, estos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo. Porque ni aún los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. Pero lejos este de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mi, y yo al mundo. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos y al Israel de Dios. De aquí en adelante nadie me cause molestias, porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús”

Cuando Cristo murió en la cruz hizo tres cosas muy importantes que hemos venido estudiando:

El nos lavó con su sangre para limpiar nuestras conciencias
El hizo un cambio de corazón, o de mente; ese cambio nos regeneró.
Por último, él nos está dando, a través del conocimiento, la renovación. que es recibir y entender el evangelio de la gracia a través del entendimiento del mismo; estas son las personas que realmente reinan en vida; esto es lo que se llama el evangelio o el apostolado de la incircuncisión, dado por Dios para los Gentiles, que somos nosotros los que no somos Judíos.

Ahora bien, es de mucho beneficio indicar que a Dios no le interesa la división entre Judíos y Gentiles; para Dios sólo hay un pueblo, los que tienen la mente de Cristo. La ley escrita en piedra fue dada para la carne, y para los Judíos, no para los Gentiles; la gracia y el evangelio fueron dados para ambos pueblos y para el espíritu. Recordemos que el espíritu es la mente, y la mente no tiene nacionalidad, no es Judía ni Gentil, simplemente es la mente de Cristo en sus hijos; lo importante es que tenemos un corazón de carne y no de piedra.

Vemos tristemente que hay algunos que anuncian a Cristo por vanagloria y por contienda, pero asimismo hay otros que lo hacen de buena voluntad. Filipenses 1:15 Sin embargo Pablo dice: “ni la incircuncisión ni la circuncisión valen nada sino una nueva creación.” Esto implica identificarnos con la mente de Cristo que está en nosotros. A todos los que anden de acuerdo con esto, paz y bienestar para ellos.

Al predicar a Cristo, Pablo andaba con una regla de amor: él se hizo Judío, se hizo Gentil; se hizo débil y todo para ganar a algunos para el evangelio. No es por conocimiento, pues este puede producir envanecimiento; el conocimiento no es un factor de menosprecio a la mente de Cristo en otros, si unos guardan la ley y otros, no, eso no debe de ser motivo de maltrato. El apóstol Pablo establece esto como una regla, por ejemplo, a los Corintios Pablo no les habla como a espirituales.


1 Corintios 3:1-4. Vemos claramente que al apóstol Pablo solamente le interesaba predicar a Cristo y a éste crucificado. Hemos sido llamados para amar a los demás, no para contender, así que tenemos que predicar a Cristo de buena voluntad y no por contienda,

CONCLUSIÓN:

Cristo, Dios Salvador:
- “el gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo.” (Tito 2:13)
- “Se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador.” (Tito 3: 4)
- “Nos salvó, por el lavacro, regeneración y renovación del Espíritu Santo.” (vs. 5)
- “El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.” (vs. 6)

La Biblia recalca en Romanos 5:5 “...y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por Espíritu Santo que nos fue dado.”

Leemos claramente en este versículo que el amor de Dios está abundantemente con nosotros por la mente de Cristo que ya tenemos; ese amor ya está en nosotros y es por causa del Espíritu, o sea de la mente de Cristo en nosotros. En Gálatas 5 vemos que el amor es parte del fruto del Espíritu, así que si alguien anda con las reglas del Espíritu es porque ama, no busca lo suyo: eso es fruto del Espíritu. Gálatas 5:22,

La Biblia dice: “Creí, por lo cual también hablé:...” 2 Corintios 4:13 Todo el conocimiento, todo el creer, viene o se activa con la mente de Cristo a través del conocimiento del evangelio que Pablo nos escribió. Pero sobre todo, Pablo dice que el conocimiento envanece, pero el amor edifica. Con esto concluimos que el evangelio no tiene que ser un tropiezo para alcanzar a los demás, el evangelio no es para dar golpes, el evangelio de buena voluntad es vida para los que lo reciben.

Cuando dice la Biblia que veamos a nuestros pastores e imitemos su fe, es Pablo diciendo que Dios buscará pastores con el corazón, o sea con el espíritu o con la mente de Cristo. Pastores cuya función primordial y más importante sea la de educar e instruir; haciendo esto cumplirá con
el verdadero apostolado que el mismo Pablo enseñó en Romanos 1:5 “para obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre.” GLORIA A DIOS!

 

Estimados lectores:

Gracias por prestar atención hasta el final de este estudio. Esperamos que haya sido de gran bendición conocer lo revelado del gran misterio de la encarnación de Dios Espíritu.

Aunque es muy probable que algo de lo expuesto no vaya de acuerdo a lo que se te ha enseñado y has creído toda tu vida, esto es una línea de pensamiento teológico creído y aceptado por otros cristianos que han recibido con ternura y agradecimiento lo que Dios fue capaz de efectuar al venir a vivir dentro de un velo carne.

Seas siempre bendecido con toda bendición.

Buenas Noticias de Gran Gozo