“Y sabemos que a los que a Dios aman,
todas las cosas les ayudan a bien, es a saber, a los que conforme al propósito
son llamados. Porque a los que antes conoció, también predestinó para que
fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos. (Romanos 8:28,29)
Predestinación doble
“Mas hablamos sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos
para nuestra gloria. (1 Cor.2:7) La sabiduría oculta predestinada era
Cristo que a la vez era potencia de Dios (1 Cor. 1:24)
Para nuestra gloria
Primero:
Fuimos destituidos de la gloria de
Dios por el pecado de Adán. (Romanos 3:23)
Segundo: Cuando la sabiduría y
potencia de Dios se hizo carne (Jesús) nos glorificó y así dijo a Dios
Espíritu: “Y yo , la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa,
como también nosotros somos una cosa. (Juan 17:22)
La glorificación del espíritu nuevo de los adoptados por Jesucristo, ya ha
sido completada. “Y a los que predestinó, a éstos también justificó; y a los
que justificó, a éstos también glorificó.” (Romanos 9:30)
El propósito y determinación del engendramiento de Jesús por el Padre Espíritu
Santo, fue para venir a buscar y salvar lo que se había perdido. (Lucas
19:10) Una vez salvado y restituida la gloria perdida, el hombre llega a
ser hecho de nuevo a la imagen de su Hijo, y, así ahora, el Hijo es el
primogénito entre muchos hermanos.
Aclaramos que la gloria perdida es recuperada cuando ocurre la resurrección
espiritual con el poder del Dios Espíritu. (Efesios 2:1-5) Este proceso
es conocido como “la nueva criatura o el nuevo hombre.” “De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas. Y todo esto es de Dios, el cual
nos reconcilió a sí por Cristo; y nos dió el ministerio de la reconciliación.”
(2 Cor. 5:17)
“Y revestídoos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme a
la imagen del que lo crió.” Colosenses 3:9,10
“Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme a Dios en justicia y en
santidad de verdad.” Efesios 4:24
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella, para santificarla limpiándola en el lavacro del
agua por la palabra, para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no
tuviese mancha, ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin
mancha.” Efesios: 5:25-27
“Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante de él en amor.” (Efesios 1:4)
“A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo, en
malas obras, ahora empero os ha reconciliado en el cuerpo de su carne por
medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, e irreprensibles delante
de él.” Colosenses 1:21,22
“Con un solo sacrificio hizo perfecto para siempre a los santificados.”
(Hebreos 10:14)
Esa es la posición perfecta de un hijo de Dios Espíritu. Las cosas viejas
pasaron: Ira, condenación, destitución y muerte. Por el inocente Hijo de Dios
Jesucristo, fuimos adoptados en la familia del cielo. Ahora no hay temor para
los que han sido reconciliados.
No hay cosa vieja ni arruga en la nueva criatura, el nuevo hombre, el que fue
criado conforme a Dios en justicia y santidad de verdad. Para los
predestinados que ya han sido glorificados por el Espíritu Santo, realmente y
muy cierto es que son buenas noticias de gran gozo. No más temor a las
predicaciones que infunden miedo e inseguridad, no más una vida incompleta y
carente de algo que si no alcanzamos, nunca llegaremos a la patria celestial.
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la
gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma
semejanza, como por el Espíritu del Señor.” (2 Cor. 3:18)
Ya no hay velo que oculte el Espíritu de Dios en Cristo, ahora es mirando a
cara descubierta la gloria del Señor, porque es de gloria a gloria, la de
Jesucristo y la que nos dió cuando nos glorificó; y mientras nos mantengamos
buscando una gloria y otra gloria, seremos transformados a la misma semejanza
por obra del Espíritu Santo.
Es muy importante que los llamados a participar en alguno de los cinco
ministerios mencionados en Efesios 4:11-13, tengamos en mente que son
para equiparar a los santos, para la obra del ministerio, para edificación del
cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón “perfecto” a la medida de la edad de
la plenitud de Cristo.
Esta era la labor del Apóstol Pablo: “anunciando, amonestando y enseñando en
toda sabiduría, para presentar a todo hombre “perfecto” en Cristo Jesús.
(Colosenses 1:28)
“...Formar a Cristo en nosotros.” (Gálatas 4:19 y Romanos 8:29)