Capítulo II
Dios es un misterio revelado
Pablo hace conocer la revelación del Misterio “Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio encubierto desde tiempos eternos. Mas manifestado ahora, y por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, declarado a todas las gentes para que obedezcan a la fe. Al solo Dios sabio, sea gloria por Jesucristo para siempre. Amén.” (Romanos 16:25-27) Es comprensible el misterio “...Si es que habéis oído la dispensación de la gracia de Dios que me ha sido dada para con vosotros, a saber, que por revelación me fue declarado el misterio, como antes he escrito en breve. Leyendo lo cual podéis entender cual sea mi inteligencia en el misterio de Cristo.” (Efesios 3:1-4) Pablo pide oración por el misterio en él “Orando también juntamente por nosotros, que el Señor nos abra la puerta de la palabra, para hablar el misterio de Cristo, por el cual aun estoy preso, para que lo manifieste como me conviene hablar.” (Colosenses 4:3) “...oren por mí, para que me sea dada palabra en el abrir de mi boca con confianza, para hacer notorio el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que resueltamente hable de él, como debo hablar.” (Efesios 6:18-20) Gracias al Dios eterno que nos hizo conocer el misterio escondido, ese misterio que es la revelación de El mismo en Jesucristo nuestro Señor y Salvador. En la epístola que Pablo escribió a los Gálatas y la que escribió a los Efesios se nos muestra que a él le fue revelado el Misterio de Dios para que fuese dado a conocer a los Gentiles. Por lo tanto, es necesario que prestemos mucha más atención al Apóstol de los Gentiles. Pablo dice de sí mismo lo siguiente: “...Del cual (evangelio) yo soy puesto predicador, y apóstol, y maestro de los Gentiles.” (2 Timoteo 1:10,11 y 1 Timoteo 2:7) El misterio del evangelio hay que predicarlo con confianza, hacerlo notorio, y hablarlo resueltamente con la puerta abierta de la palabra, la cual solamente puede abrir el Señor; de ahí que se requiere mucha oración por aquellos que Dios ha llamado para aclarar y enseñar este Misterio. Si no fuese misterio el evangelio, entonces tendríamos una sola denominación cristiana, no muchas como hoy existen. Es por eso que el evangelio es y será siendo un misterio hasta el fin, y que sólo es revelado a los predestinados y elegidos por gracia. Dios es Espíritu y El es el único que puede revelar lo profundo de Dios, ya que El es el que escudriña a Dios, porque El es Dios. ( 1Cor. 2:10-11) |
|