CONCILIO INTERNACIONAL JESUCRISTO SOBERANO

 

INTRODUCCIÓN

En las buenas noticias de gran gozo, trasmitidas por el ángel a los pastores, estaba implícito el cumplimiento de la promesa dada en el Edén después de la caída de nuestros primeros padres. De la simiente de la mujer saldría el niño Dios, para concluir el pecado, la maldición, la ira, la muerte y derrotar de una vez y para siempre las huestes del mal.

En este folleto, expondremos  las promesas del pasado hechas realidad al recibo de la herencia una vez muerto el Testador. Expondremos de los resultados del miedo, temor e inseguridad de los hijos de Dios dentro del Antiguo Pacto, y de la certeza, seguridad y confianza revelada en el evangelio de la paz y de la gracia del Señor nuestro Jesucristo desde el comienzo del Nuevo Pacto.

Esperamos que al fin, a muchos que puedan alcanzar esta literatura, les “sean alumbrados los ojos del entendimiento para que sepan cuál sea la esperanza de su vocación, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.”  (Efesios 1:16-18)

Que al final de estos estudios espirituales puedan decir como Pablo: “Por lo cual estoy cierto, que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 8:38,39)

 “...yo sé en quién he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.” 2 Timoteo 1:12

 “Así que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza.”  2 Cor. 3:12

 “En el cual (Jesucristo) tenemos seguridad y entrada con confianza por la fe de él.” Efesios 3:12

  “...confiadamente...” Hebreos 4:16

 “...servimos en espíritu a Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.” Filipenses 3:3

 De ahí, que tenemos que hacer diferencia entre vivir en el espíritu y andar conforme a la carne. Cuando se nos revela que a los espirituales nadie juzga (1 Cor. 2:15) y que el espiritual juzga todas las cosas, entonces: ESTAMOS CIERTOS, CONFIADOS Y SEGUROS.

 

LECCIÓN Nro. 1:

 

SALVOS POR SU VIDA DE OBEDIENCIA

Porque siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”  Romanos 5:10  

Si la salvación que produce vida eterna, fue alcanzada por la vida de Jesucristo aquí en la tierra antes de ser crucificado,  ¿cómo habrá sido esa vida entre los hombres caidos y pecadores?  ¿Qué enseña el evangelio según lo presenta el Apóstol Pablo?  ¿Qué dice el evangelista Juan? Y ¿qué dice el evangelio de Mateo?

PRIMERO: “Porque tal pontífice nos convenía: santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.”  Hebreos 7:26 

SEGUNDO:  “Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” Hebreos 4:15 

TERCERO: “Al que no conoció pecado…” 2 Cor. 5:21 

CUARTO: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.”  Romanos 8:2 

QUINTO: “Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituído pecadores, así por la obediencia de uno los muchos serán constituídos justos.”  Romanos 5:19 

SEXTO: “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre; porque yo, lo que a él agrada, hago siempre.” Juan 8:29    

SEPTIMO: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir.”   Mateo 5:17

OCTAVO: “Quién de vosotros me redarguye (o convence) de pecado? Pues si digo verdad, por qué vosotros no me creéis?  Juan 8:46

Mis estimados lectores, la vida inmaculada y obediente de Jesucristo, quien se humilló a sí mismo, y fue obediente hasta la muerte, y muerte de cruz, según lo expone el apóstol Pablo en  Filipenses 2:8,  es la vida que vivió el Hijo de Dios; y por esa vida obediente, agradando al Padre en todo, siendo que nosotros malos y pecadores no podíamos vivirla, Dios Padre entregó la vida de su Hijo por la nuestra, y nos hace justicia de Dios en Jesucristo. (2 Cor. 5:21) Ese es el misterio revelado: Cristo, nuestra esperanza de gloria, el Redentor, el que pagó el rescate al precio incalculable de su preciosa sangre carmesí. Todo por amor.  “Siendo aun pecadores, por el amor de Dios, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8

 

Los dos Adanes

 Por causa del primer Adam,  el hombre fue  destituido de la gloria de Dios.  “...el pecado entró  en el mundo por un hombre, y  por el pecado la muerte, y  la muerte así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron.” Romanos 5:12

Todos   los  descendientes   de   Adam   hemos   traído  su  imagen terrestre o animal junto con la degradación total que  trasmitió  el  primer  padre  terrenal  por  causa de su desobediencia a Dios.

El postrer Adam, es del cielo, espiritual; y como trajimos la imagen terrenal, traeremos la celestial. Lo espiritual no fue primero sino lo animal. Todo es conforme al propósito de Dios.

Veamos lo que dice el Apóstol Pablo explicando las dos procedencias:   “Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adam en ánima viviente; el postrer Adam en espíritu vivificante. Pero lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre, es de la tierra, terreno; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terreno, tales también los terrenos; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y como trajimos la imagen del terreno, traeremos también la imagen del celestial.” 1 Cor. 15:45-49

Por la vida inmaculada del celestial (el Libertador vendría de Sión para quitar de Jacob la impiedad...quitando sus pecados Romanos 11:26,27) hoy, todos los predestinados hemos sido salvados, asegurados y constituídos justos por su vida perfecta, santa, limpia y obediente hasta la muerte y muerte de cruz.  

Alabado sea nuestro Dios!, porque lo que no podíamos cumplir de su ley santa, lo que no podíamos acatar de su santa voluntad, lo cumplió y acató su Hijo amado; y esa justicia y perfección, Dios nos la transfiere por amor y ahora somos aceptos a través del Amado.(Efesios 1:6) Abba, Padre!.

Por su vida perfecta, fue reconocido por el cielo: “Este es  mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento.” Mateo 3:17 “Y lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.” Juan 12:28

Gracias, Jesucristo, Dios mío y Señor mío! Gracias, porque el bien que no pude hacer por causa de mi primer padre Adam, tú lo hiciste bien, perfecto y digno, y ahora soy hecho a tu imagen para siempre jamás. Abba, Padre!

Solamente por su vida de perfecta obediencia hizo posible la única vía de escape de la ira, condenación y muerte que pesaba sobre nosotros los pecadores.  He aquí algunas razones:

PRIMERO:  No éramos justos, “ni aun uno”.  Romanos 3:10

SEGUNDO:  Estábamos destituidos de la gloria de Dios. (Romanos 3:23)

TERCERO: Somos mortales y corruptos. (1Cor. 15:53)

CUARTO: Nuestra carne está viciada conforme a los deseos de engaño. (Efesios 4:22 y Jeremías 17:9)

QUINTO: Nuestra carne es inmunda (1 Pedro 3:21)

SEXTO: La carne está muerta por causa del pecado (Romanos 8:10) La carne está vendida a sujeción de pecado (Romanos 7:14)

SÉPTIMO: ‘Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede.”  Romanos 8:7.

Por ser débil por la carne es imposible cumplir la ley de Dios. (Rom. 8:3)

OCTAVO: “En nuestra carne no mora el bien, efectuar el bien no lo alcanzo, el mal que no quiero, este hago, el pecado que mora en mi obra el mal que no quiero, hay una ley en mí: el mal está en mí, hay una ley en mí carne que se rebela contra la ley de mi espíritu. Miserable hombre de mí!...Gracias por Jesucristo que me libró de la ley del pecado y de la muerte.” Romanos 7:14-25 y 8:2.  

Solamente por la vida obediente, perfecta e inmaculada del Hijo de Dios he sido salvado para siempre. Abba, Padre!

 

LECCIÓN Nro. 2:

 

RECONCILIADOS EN SU MUERTE

“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados seremos salvos por su vida.” Romanos 5:10

 En la lección anterior hicimos mensión de la salvación por la vida de obediencia de Jesucristo, ahora nos toca estudiar cómo fuimos reconciliados, siendo que la familia de Dios estaba destituída de la gloria celestial-divina por causa de la separación que hizo el pecado del primer Adam.  “Mas vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar su rostro de vosotros, para no oir.”

Isaías 59:2  “Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años."  Génesis 6:3

Reconciliación significa establecer las relaciones rotas. Unir lo que se había separado. Un mediador interviene para unir las dos partes. Reconciliar deponiendo las enemistades. El amor de dos se hace uno. Volver a caminar juntos. De enemigos a amigos. La reconciliación iniciada por Dios con el hombre, ahora establece una relación inseparable y eterna.

 

El precio pagado por  la reconciliación

 “Por cuanto agradó al Padre, que en él habitase toda la plenitud. Y por él reconciliar todas las cosas a sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que  está en la tierra como lo que está en los cielos. A vosotros también, que erais en otro tiempo  extraños y enemigos de ánimo, en malas obras, ahora empero os ha reconciliado en el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, e irreprensibles delante de él.”  Colosenes 1:19-22

El cuerpo de su carne fue lacerado por espinas, latigazos, bofetadas, mojicones, clavos y lanza, derramando en la cruz su preciosa sangre, su vida entera. En el cuerpo de su carne fueron puestos los pecados, llevando así la culpa de cada uno por causa del primer Adam.

“El cual mismo (Jesucristo) llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero; para que nosotros siendo muertos a los pecados, vivamos a la justicia...” 1 Pedro 2:24

“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: Que si uno murió por todos, luego todos son muertos.” 2 Cor. 5:14 

“...Porque los que somos muertos al pecado, cómo viviremos aún en él?” Romanos 6:2

“...estamos muertos a la ley por el cuerpo de Cristo...porque mientras estabamos en la carne, los afectos de los pecados que eran por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, habiendo muerto a aquella en la cual estábamos detenidos...”  Romanos 7:4-6

Jesucristo murió por nuestros pecados. Cuando murió el Hijo de Dios, todos sus hijos murieron. Ahora ya hemos muerto al pecado y a la ley, ahora somos de otro: del que resucitó.  Abba, Padre!

Esta gran reconciliación nos ha cambiado la posición de destituídos, separados, y perdidos en reconciliados, santos, e irreprensibles. “A vosotros también, que erais en otro tiempo  extraños y enemigos de ánimo, en malas obras, ahora empero os ha reconciliado en el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, e irreprensibles delante de él.” Col. 1:21,22

 

Ya nos hizo

“Al que no conoció pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”  2 Cor. 5:21

“Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme a Dios en justicia y santidad de verdad.”  Efesios 4:24

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”   2 Cor. 5:17

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra, para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha, ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha.”  Efesios 5:25-27

 

Ya desde antes

“Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual en lugares celesltiales en Cristo:  Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor .” Efesios 1:3,4

Cristo, en el cuerpo de su carne, llevó nuestras enemistades y pecados. Cuando él murió, todos sus hijos por herencia, morimos. Morimos al pecado y en consecuencia también a la ley. Ahora somos del resucitado y no tenemos condenación, hemos sido adoptados, somos sus hijos para su reino. (Gálatas 4:4-8)

Dios en Cristo, nos reconcilió; nos devolvió la posición de hijos y lo que el Señor determinó antes de la fundación del mundo, se cumplió cuando Jesús dijo en la cruz: “Tetelestai”.  SALDADA LA DEUDA.

Desde ese momento, la Amada Iglesia es santa, sin mancha, ni arruga; fue hecha justicia de Dios en Cristo, perfecta para siempre con un solo sacrificio. (Hebreos 10:14) Fue la Iglesia creada por Dios en  justicia y santidad de verdad. (Efes. 4:24) La Iglesia fue lavada con el lavacro de la Palabra (Efesios 5:26)  “Siendo renacidos no de simiente corruptible, sino incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre.”

1 Pedro 1:23

 

El ministerio de los reconciliados

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto es de Dios, el cual nos reconcilió a sí por Cristo; y nos dió el ministerio de la reconciliación, Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí, no imputándole sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.”  2 Cor. 5;17-20 

En Jesucristo, no se nos estaba imputando o poniendo los pecados, sino que al contrario, se estaban  pasando por alto. (Romanos 3:25)

A nosotros, los reconciliadores, se nos comisiona para ir a las ovejas esparcidas y descarriadas para sanar sus mentes y corazones, asegurándoles la salvación eterna alcanzada por el Libertador que vino de Sión, nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo. Aclarando y enseñando que Dios, en Cristo, nos quitó los pecados y nos lavó con un “así está escrito”.

Cristo nos santificó y nos hizo perfectos con un solo sacrificio. Ahora la amada Iglesia, no tiene mancha, arruga ni cosa semejante, porque Dios las hizo todas  nuevas. La esposa de Jesucristo, su cuerpo, es santa, limpia, justa, sin pecado, sin mancha y perfecta para siempre, porque un día vino el Reconciliador que se llama Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador, el Padre eterno, el Príncipe de paz, Consejero y Dios fuerte y la lavó con su preciosa sangre.  Alabado sea Jesucristo!

 

Reconcíliate con Dios!

 

 

LECCIÓN Nro 3:

 

DECLARADOS INOCENTES EN SU RESURRECCIÓN

 

“...esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación.”  Romanos 4:24,25

 

Justificar: Declarar inocente.

Tetelestai:  (saldada la deuda) Jesucristo, antes de morir dijo: “Tetelestai”.  Dios el Padre, cuando resucitó a Jesucristo de los muertos, nos declaró inocentes.

“Sepultados juntamente con él en el bautismo en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados.”  (Colosenses 2:12,13)

La vivificación o resurrección, en este caso es espiritual como dice  “Y cuál aquella supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, por la operación de la potencia de su fortaleza, la cual obró en Cristo, resucitándole de los muertos, y colocándole a su diestra en los cielos.”   (Efesios 1:19-20)

“Y de ella (potencia y fortaleza) recibisteis vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y pecados...Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos: Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús.”  Efesios 2:1,5,6

Pasamos de muerte a vida;  estabamos muertos en delitos y pecados pero  en la resurrección fuimos vivificados y todos los pecados fueron perdonados, se nos declaró con justicia imputada, se nos considera inocentes, limpios, sin mancha, perfectos para siempre con un solo sacrificio. (Hebreos 10:14) Este evangelio es verdadero, es el de Jesucristo.  Abba, Padre!

Cuando Jesús murió, todos sus elegidos por gracia, los predestinados desde antes de la fundación del mundo, pero que estaban contaminados por el pecado del primer Adam, morimos como él murió.

La muerte de Jesús en la cruz se produjo por los pecados puestos sobre él por el Padre. Jesús  sintió la separación del Padre, sus palabras lo muestran cuando dijo:  “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desanparado?” (Marcos 15:34) Y esto lo dijo porque la paga del pecado es la muerte y hace separación entre Dios y el hombre.

(Romanos 6:23).

Si Jesús moría por los pecados, también morirían con él todos los pecadores contaminados que eran de la simiente de Dios. Así también, de la forma que Dios levantó a Jesús de los muertos, habiendo pagado el precio, Dios resucitó a todos los que murieron con él.

“Así también vosotros, hermanos míos, estáis muertos a la ley por el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, a saber, del que resucitó de los muertos, a fin de que fructifiquemos a Dios... Ahora, estamos libres de la ley, habiéndo muerto a aquella en la cual estábamos detenidos.” (Romanos 7:4-6) ( o encerrados Gálatas 3:22,25)

Para poder ser justificados (declarados inocentes) era necesario morir con el que moría;  de esa forma y por ese único camino, Dios pudo crear al nuevo hombre, la nueva criatura que es criada conforme a Dios en justicia y santidad de verdad (Efesios 4:24).

El que no entiende, al que no se le haya revelado esta gran verdad nunca podrá saber ni comprender lo que Pablo dijo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20

Lo que alcanzó la muerte eterna fueron los delitos y pecados que teníamos y fueron puestos sobre Jesús. Ambos morimos en la cruz. Nunca más volverá el pasado nefasto, trájico, oscuro, sucio, que nos separa de Dios y de la familia del cielo. Lo que murió, no volverá a resucitar y lo que resucitó nunca más volverá a morir.

 

Observemos como Pablo lo enseña y lo aclara

 

“...sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que es muerto, justificado es del pecado. (declarado inocente del pecado) Y si morimos con Cristo, creeremos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere: la muerte no se enseñoreará más de él. Porque el haber muerto, al pecado murió una vez; mas el vivir a Dios vive. Así también vosotros pensad que de cierto estáis muertos al pecado, mas vivos a Dios en Cristo Jesús Señor nuestro.”  Romanos 6:5-11

Por ello somos del Resucitado, del que salió para vencer y venció. Dios nos dá la victoria por el Señor nuestro Jesucristo. (1 Cor. 15:57 y 2 C or. 2:13,14)

Morimos con Jesús y fuimos resucitados con el mismo poder que resucitó a Jesucristo de los muertos (estando nosotros muertos en delitos y pecados)

Jesucristo, nunca morirá nuevamente, fue un solo sacrificio. Los elegidos por gracia, los predestinados que morimos con Jesús en la cruz una sola vez y fuimos resucitados con Jesús, nunca moriremos. Ahora, tenemos vida eterna, hemos pasado de muerte a vida y ya no somos juzgados. (Juan 5:24)

En la resurrección de Jesús, fueron quitados todalmente nuestros pecados siendo perdonados para siempre, los pasados, presentes y futuros.

 

Dos tendencias y una sola verdad

1. La resurrección ya hecha

“Mas evita profanas y vanas parlerías; porque muy adelante irán en la impiedad. Y la palabra de ellos carcomerá como gangrena: de los cuales es Himeneo y Fileto; que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurrección es ya hecha, y trastornan la fe de algunos.”  2 Timoteo 2:16-18

 

2.  No hay resurrección. 

“Y si Cristo es predicado que resucitó de los muertos, cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?”  1 Cor. 15:12

En los mismos comienzos de la Iglesia Cristiana, algunos  teólogos de turno, con sus interpretaciones y enseñanzas, trastornaban la fe de algunos. En estos dos casos ya expuestos, unos decían que ya la resurrección había sido hecha, refiriéndose tal vez   a los santos que resucitaron cuando Jesús moría en la cruz del Calvario (Mateo 27:52,53) sin darse cuenta que esta era las primicias o los primeros frutos que eran traídos después de la fiesta de los panes ázimos.

El día catorce de Abid, era celebrado como el día de la liberación de la esclavitud de Egipto, era la Pascua, donde se sacrificaba el Cordero Pascual; el siguiente día (diríamos el quince) los panes ázimos y el día dieciseis se traían los primeros frutos. Esta resurrección especial el día que Jesús murió, era el cumplimiento literal de los primeros frutos o vidas recuperadas por Jesús para entregarselas al Padre de quien eran las ovejas. La profecía de Isaías 26:19 dice: “Tus muertos vivirán; junto con mi cuerpo muerto resucitarán...La tierra echará los muertos.”

Resumimos de esta primera postura, que todavía no había tenido lugar la resurrección final al regreso de nuestro Señor Jesucristo y por lo tanto la fe de los creyentes que estuvieran expuestos a esta interpretación sobre la resurrección, era trastornada. Esta interpretación podía dar al traste con la fe en la segunda venida de Jesucristo para efectuar la resurrección de los santos y por lo tanto al no verse resucitados los oyentes de esta aberrante falsedad, eran trastornados en su fe y tal vez pensarían que estaban excluidos de la salvación. (1 Tes. 4:13-18)

De la segunda postura de que no hay resurrección, decimos que es tan maliciosa como la primera y las razones son las siguientes:

 

1.  Pablo dice que si no es cierto que Jesús  resucitó, entonces todo lo que ellos habían predicado y enseñado los hacía mentirosos.

“Porque si no hay resurrección de muertos, Cristo tampoco resucitó; y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y aun somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él haya levantado a Cristo; al cual no levantó, si en verdad los muertos no resucitan.”   1 Cor. 15:13-15

 

2.  Si no hay resurrección, Cristo no resucitó y estamos todavía en pecado.

“Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.  Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo son perdidos.  Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.”  1 Cor. 16-20

Ya mencionamos lo que  dice Pablo en Romanos 4:25 que la resurrección de Jesucristo nos aseguró la justificación, nos declaró inocentes, nos hace  libres del pecado, salvados para siempre,  sin mancha, ni arruga ni cosa semejante.

Por la resurrección de Jesús, ya no estamos perdidos; nuestra fe es segura,  no somos miserables y ya no estamos en pecado.  Abba, Padre!

La Iglesia de Jesucristo no debe olvidar nunca lo que Pablo dijo a Timoteo en su segunda carta, capítulo 2:8 “Acuérdate que Jesucristo, el cual fue de la simiente de David, resucitó de los muertos conforme a mi evangelio.”

“Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibistéis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, sino creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo fue muerto por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después a más de quinientos hermanos juntos. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles. Y el postrero de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.” 1 Cor. 15:1-8  (Ver Hechos de los Apóstoles 9:1-8)

 

¡Alabado y bendecido sea nuestro Dios!

 

LECCION #4

 

PARA DIOS NADA ES IMPOSIBLE

En este capítulo analizaremos la historia bíblica que cuenta el encuentro de un joven con Jesús.

En esta entrevista el joven rico le hace una interesante pregunta a Jesús:  

“...Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?  Y él le dijo:   ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Dícele: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio: Honra a tu padre y a tu madre: y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven contesta: Todo esto guardé desde mi juventud: ¿qué más me falta? Dícele Jesús: Si quieres ser perfecto (maduro), anda vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Y oyendo el mancebo esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que un rico difícilmente entrará en el reino de los cielos. Mas os digo, que más liviano trabajo es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Mas sus discípulos, oyendo estas cosas, se espantaron en gran manera diciendo: Quién pues podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para con los hombres imposible es esto; mas para con Dios todo es posible. Mateo 19;16-26

Si para el joven rico era imposible ser salvo, para Dios era posible. Al no dar sus riquezas a los pobres, le excluía del tesoro en el cielo.

Siendo judío este mancebo, tenía que ser tratado conforme a los requisitos del antiguo pacto.  Debía desprenderse de sus riquezas y dárselas a los pobres para así, por sus propios esfuerzos, alcanzar la estatura de madurez que se requería para poder disfrutar de los beneficios del reino.

Para el mancebo rico, el hecho de haber obedecido los mandamientos presentados por Jesús constituía el bien que debía hacer para tener la vida eterna, creyendo así que había obtenido la respuesta a su pregunta.  Hasta este punto ya se la había ganado porque respondió de acuerdo a lo expresado por Jesús:  “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.”

Si el diálogo entre el mancebo y Jesús hubiera terminado aquí, hubiera quedado el joven satisfecho en su carne, pero como la carne  siempre anda buscando algo más que hacer preguntó:  “Qué más me falta?” Entonces Jesús lo llevó al punto que estaba deseando.  El quería mostrarle al mancebo jactancioso que en algún punto la carne no responde (por estar muerta por causa del pecado Rom. 8:10).

Allí, en el lugar secreto de su egoismo carnal, estaba el punto de sujeción: “La ley es espiritual, pero yo soy carnal vendido a sujeción de pecado... Porque no hago el bien que quiero; mas el mal que no quiero, este hago.” (Romanos 7:14-25).  En resumen, es imposible tratar de ser perfectos para poder seguir a Jesús.

Cuando se pone primero la ley que la fe, cuando por obras se trata de alcanzar la salvación, Jesucristo te confronta diciendo: “Para el hombre es imposible alcanzarla porque sin mí nadie puede ir al Padre; yo soy el único Mediador entre Dios y los hombres, no son leyes ni  rudimentos.  Dios hace posible la salvación por medio de Jesucristo.  Gloria a su Nombre!

Hemos relatado  esta historia bíblica para ilustrar   este capítulo que hemos titulado: “Para Dios todo es posible,” porque, en la Biblia,  después que el joven rico le responde a Jesús que él había guardado todos los mandamientos, hay una declaración muy significativa: “entonces Jesús mirándole, amóle.”  Marcos 10:20-21

Dios ama a los legalistas, a los que quieren por las obras de la ley ganar lo que se ganó con sangre.  Y esto es aplicable en nuestros días para cada uno de nosotros también.  “.... apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre.”  Hechos 20:28

Para Dios es posible la salvación porque El mismo ofreció el pago del precio, “...no sois vuestros” porque comprados sois por precio...cuerpo y espíritu, los cuales son de Dios.” 1 Cor. 6:19,20

Dios nos ama con un amor eterno aunque estemos erróneamente enfrascados en creer que podemos hacer algo para alcanzar la salvación.  El busca la  forma de hacernos saber que Jesucristo es soberano, que de El depende todo, que por El fue hecho todo:  “Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas.” A él sea gloria por siglos!   Amén!  Romanos 11:36

 

El engendramiento de Jesús

El ángel Gabriel fue enviado a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María.

Cuando el ángel Grabiel le expone a María que ella iba a ser madre del Hijo de Dios, que iba a concebir en su seno, y pariría un hijo, y lo llamaría JESUS...ella entonces dijo al ángel:  “?Cómo será esto? Porque no conozco varón. Respondió el ángel diciéndole: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí, Elizabet tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes a ella que es llamada la estéril: Porque ninguna cosa es imposible para Dios.”  Lucas 1:26-37

María era virgen y Dios iba a realizar el milagro más grande de todos los milagros, creando en su vientre una criatura sin la intervensión física de José, porque para El nada  es imposible.

El otro milagro contemporáneo fue el concebir de Elizatet siendo esteril y de avanzada edad, porque  para Dios todo  es posible.

José no podía  crear a un ser como Jesús. santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublible que los cielos. (Hebreos 7:26) Pero Dios sí podía.

Zacarías, el sacerdote levita esposo de Elizabet, no podía, aunque por muchos años trató, hacer que el aparato reproductor de su esposa funcionara para tener familia. Sólo  Dios pudo, cuando creyó conveniente, abrir la matriz de su esposa para que concibiese un hijo.

La salvación no se obtiene por decisión nuestra porque lo bueno que queremos hacer no podemos. (Romanos 7:14-21)

La salvación es un don de Dios, no una combinación del don celestial y nuestro esfuerzo personal combinados.  En la salvación interviene solamente el que puede crear una nueva criatura.  “...nueva criatura es...y todo esto es de Dios.”  2 Cor. 5:17,18

La salvación se obtuvo con un solo sacrificio haciendo perfectos para siempre a los santificados.

En la salvación el engendramiento es espiritual, pero yo soy carnal vendido a sujeción de pecado.

Para Dios todo es posible porque El es Dios, realmente Dios.

“Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: No por obras, para que nadie se glorie. Porque somos hechura suya criados en Cristo Jesús...”  Efesios 2:8-10

El nuevo hombre que es criado conforme a Dios en justicia y santidad de verdad. Efesios 4:24

 

El engendramiento de los hijos de Dios

Los hijos de Dios no son engendrados de carne, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. (Juan 1:12,13)

“Lo que es nacido de la carne, carne es: y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”  Juan 3:6

“Quiere decir: no los que son hijos de la carne, estos son los hijos de Dios; mas los que son hijos de la promesa, son contados en la generación.”  Romanos 9:7,8

Así, que, hermanos, nosotros como Isaac, somos hijos de la promesa. Empero como entonces el que era engendrado según la carne, perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.” Gálatas 4;29-31

La salvación pertenece a Jehová.  (Jonás 3:10)

Así como Dios engendró a Jesús en el vientre de la virgen María, así  también, por su voluntad y propósito, nos engendró a nosostros sus hijos en el espíritu. Así como es Jesús de santo y puro, es todo aquel que fue engendrado por Dios en el espíritu y por el Espíritu Santo. Por ello la salvación es posible única y exclusivamente por medio del Señor Jesucristo. Amén.

La nueva criatura fue creada por Dios (2 Cor. 5:18 y Efesios 2:10) El hombre interior no es el hombre exterior, sino el espíritu adoptado en Jesucristo (Gálatas 4:4-7 y Romanos 8:14-17) por lo tanto lo interior no puede perder su posición por la condición de lo exterior. Dios no cuenta con la carne que esta muerta por causa del pecado (Romanos 8:10)

Dios no es Dios de muertos sino de vivos (Mateo 22:32) Por causa de las obras de la carne (Gálatas 5:22-) el espíritu nuevo, la nueva criatura, el nuevo hombre, nunca perderá su posición de hijo. Lo que Dios creó nuevo, lo que Dios resucitó estando muerto en delitos y pecados

(Efesios 2:1-5) nunca perderá la eternidad para la cual fue creado.  Salvo, siempre salvo.  Abba, Padre!

 

 

La salvación es posible para Dios

Textos adicionales:

“Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”  Lucas 19:10

“Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas.”  Juan 10:11

“Así que, de la manera que por un delito vino la culpa a todos los hombres para condenación, así por una justicia vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida.”  Romanos 5:18

“Para que, de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por Jesucristo Señor nuestro.”  Romanos 5:21

“La gracia y la verdad por Jesucristo fue hecha.” Juan 1:17

“Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo, por el camino que él nos consagró nuevo y vivo, por el velo, esto es por su carne.”  Hebreos 10:19,20

“Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme a nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.”   2 Timoteo 1:9

“Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: y no por obras, para que nadie se gloríe.”  Efesios 2:8,9

Todos los predestinados estamos glorificados para siempre.  (Romanos 8:28-30)

Los salvados tienen vida eterna. Se pasó de muerte a vida y ya no se es juzgado. ( Juan 5:24)

Lo que llegó a la vida por obra del Espíritu Santo, ya no vuelve a morir nunca más porque tiene vida eterna y Dios no quita el don cuando lo otorga, “pues los dones son irrevocables”  Romanos 11:29

Ya nadie puede arrebatarnos de las manos del Hijo ni de las manos del Padre.  Jesucristo nos dió vida eterna. (Juan 10:28,29)

 

 

LECCION  #5

 

TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALECE

“Todo lo puedo en Cristo  que me fortalece.” Filip. 4:13

“Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos.” Gálatas 3:27

“Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme la carne mas conforme al espíiritu.” Romanos 8:1

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2 Cor. 5:17

“Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él. Empero si Cristo está en vosotros, el cuerpo a la verdad está muerto a causa del pecado; mas el espíritu vive a causa de la justicia.” Romanos 8:9.10

El secreto de este misterio de estar en Cristo, se revela cuando sabemos que fuimos creados por el Espíritu Santo haciéndonos nuevas criaturas con el espíritu de adopción en Cristo.

“Habiéndonos predestinados para ser adoptados hijos por Jesucristo a sí mismo, según el puro afecto de su voluntad.”    Efesios 1:5

“Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley. Para que redimiese a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois

hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre. Así que ya no eres más siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por Cristo.”  Gálatas 4:4-7

“Porque todos los que sois guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor; mas habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos, Abba, Padre. Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.”  Romanos 8:14-16

El espíritu de servidumbre que trae temor al alma, fue quitado por Jesucristo cuando derrotó las fuerzas del mal y  a la misma muerte por medio de su muerte vicaria. “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo. Y librar a los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida sujetos a servidumbre.” Hebreos 2:14-17 

Todo tiene que ser estudiado y comprendido en el campo espiritual, a fin de poderlo todo en Cristo que nos fortalece. Leamos ahora estos dos pensamientos expuestos por el Apóstol Pablo: 

“Porque el Señor es el Espíritu: y donde hay el Espíritu, allí hay libertad.” 2 Cor. 5:17 

“Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es.”  1 Cor. 6:17

 

Estar en Cristo significa que por él fuimos resucitados con el mismo poder que Jesús recibió cuando estaba en el sepulcro para volver a la vida, de esa manera tenemos su Espíritu, quien a su vez es nuestro Padre Celestial, Abba, Padre. 

Estar en Cristo significa que ahora estamos vestidos de su justicia, pues Dios en Jesús, nos hizo justicia de Dios en Cristo. (2 Cor. 5:21) 

Estar en Cristo significa que somos espíritus nuevos, adoptados en la familia de Dios en la posición de hijos. 

Estar en Cristo es tener su Espíritu que da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. 

Estar en Cristo significa que ya no tenemos temor a la muerte pues ahora tenemos vida eterna y somos de El.

“Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:7 

Todo esto significa que con seguridad y confianza podemos decir: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”  Filipense 4:13 

Ahora, nos hizo fuertes por su Espíritu en nuestro espíritu, y con su amor en nuestros corazones, podemos amar aun al que no se lo merece. (Romanos 5:5 y Gálatas 5:22)

Ahora, con el espíritu de dominio propio dado por Jesucristo a nosotros sus elegidos por gracia, podemos sujetar la carne, no hacerle caso y mortificarla como dice Pablo, el Apóstol de los gentiles.  (Romanos 13:14) 

Ahora, podemos vivir en la paz de Cristo, paz completa y abundante, porque estando en Cristo no tenemos condenación, ira, muerte y separación. Estamos viviendo al estar unidos con Jesucristo en un solo espíritu, como el esposo y la esposa que son una sola carne. Este es un misterio, ahora somos carne de su carne y hueso de sus huesos. “Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.” Efesios 5:30

 

Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. 

Porque Dios nos ha concedido el creer (Filip. 1:29 y 1 Cor. 3:5), es que lo podemos todo.  “Al que cree todo es posible.” Marcos 9:23 

“De cierto de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará: porque yo voy al Padre.” Juan 14:12 

Por su gracia. “...de gracia recibisteis, dad de gracia.” Mateo 10:8 

Por vivir en nosotros. “El Espíritu que resucitó a Jesucristo de los muertos, mora en vosotros y vivifica vuestros cuerpos mortales.” Romanos 8:11 

Por pertenecerle. “Porque comprados sois por precio: glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” 1 Cor. 6:20 

Por sus dones.  “Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo a los otros como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios....si alguno ministra, ministre conforme a la virtud que Dios suministra...” 1 Pedro 4:10,11 

Todo lo que podemos, lo podemos por Jesucristo, quien suple, otorga, adhiere, ejerce, y “ Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.”  Filipenses 2:13

 

“Sin mi nada podeis hacer” (Juan 15:5) 

Cuando nos dedicamos a estudiar en el espíritu y dirigidos por el Espíritu Santo, todo lo podemos llegar a saber. “La unción misma que esta en nosotros nos enseña.”  1 Juan 2:27 

“Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.” 1 Juan  2:20 

“Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado.” 1 Cor. 2:12 

Si todo lo podemos entonces todo es nuestro. “...todo es vuestro; y vosotros de Cristo; y Cristo de Dios.”  1 Cor. 3:22,23

Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece, porque somos de él, ya que nos compró con su preciosa sangre. Todo lo que Jesucristo posee, lo poseemos nosotros sus hijos, todo lo que Jesucristo puede, lo podemos todos aquellos, a quienes nos otorgó el poder para poder.

En Jesucristo todos sus hijos estamos completos en él. (Colosenses 2:10)

Ahora podemos porque hemos llegado por su obra de creación al conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo. (Efesios 4:13)

Ya somos hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. (Romanos 8:29)

 

LECCIÓN  #6

 

HECHO CON GLORIA

“Testificó empero uno en cierto lugar, diciendo: Qué es el hombre, que te acuerdes de él? O el hijo del hombre, que le visitas? Tú le hiciste un poco menor que los ángeles. Coronástele de gloria y de honra y pusístele sobre las obras de tus manos; todas las cosas sujetaste debajo de sus pies.” (Hebreos 2:6-8)  (Pensamiento de David según el Salmo 8:4-6

Según está escrito en Génesis 1:26-31 “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.” 

Referíase el Rey David al hombre creado en el Eden, “coronado de gloria y de honra.” La creación de nuestros primeros padres fue hecha buena en gran manera (1:31

Cuando hablamos de corona, pensamos que ella es puesta en la cabeza de un rey quien sólo puede ostentarla. En otras palabras, cuando Dios creó al hombre lo instituyó rey de todo lo creado en el planeta tierra, con toda la autoridad sobre lo creado; al punto que fue Adam quien puso nombre a todo animal que vino a la vida por orden y mandato de Dios, dándole así a nuestro primer padre terrenal la honra de compartir la dirección de la creación inferior. 

“En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo al cual constituyó heredero de todo, por el cual asimismo hizo el universo. El cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia..”  Hebreos 1:2,3  

Jesús, como Hijo de Dios engendrado en el vientre de la virgen María, era el resplandor de la gloria de Dios y tenía representada en él la misma imagen de su sustancia.  Así, cuando Adam y Evan fueron creados, reflejaban la misma gloria e imagen de la sustancia de Dios. Toda la gloria y la honra desaparecen del hombre y la mujer cuando Adam come del fruto prohibido.

 

Se perdió la gloria

Y Adam no fue engañado, sino la mujer.  (1 Tim. 2:14)

Y la mujer tomó de su fruto, y comió; y dió también a su marido, el cual comió así como ella. (Génesis 3:6)

“El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron.”  Romanos 5:12

“Por cuanto todos pecaron, y están destituídos de la gloria de Dios.”  (Romanos 3:23)

Después de la caida, los descendientes pecan porque el mal está dentro de ellos, es inhato en su naturaleza pecaminosa. Tenemos dentro de nosotros la ley del pecado que está en nuestros miembros.  (Romanos 7:23)

El pecado que mora en nosotros hace que hagamos lo que no queremos. (vs 7:20) “el pecado mora en mí” vs 17 “no alcanzo a efectuar el bien que quiero” vs18 

La historia bíblica es clara y sencilla cuando relata la caida del hombre dentro del mismo jardín del Eden. Cuando Adam comió, ambos se vieron desnudos y se cubrieron con hojas de higuera. Dios mismo les hace vestidos de pieles y así fue cubierta su desnudez. Se retiró de ellos la gloria y la honra conque Dios los había vestido al crearlos, pues habían deshonrado a Dios al desobedecerlo comiendo lo prohibido.

Es interesante notar que se abrieron los ojos de ambos y conocieron que estaban desnudos después que Adam comió,  o sea, Adam no vio a Eva desnuda aunque ya había ingerido la fruta prohibida. Qué hubiera hecho Adam si hubiera visto a Eva destituída de la gloria y de la honra? De seguro que no hubiera ni siquiera tocado la fruta. Dios no permitió que viera a su esposa destituída del ropaje divino que la rodeaba para que él fuese probado si obedecía o no el mandato del Alto Dios. Adam fue probado no tanto por comer la fruta sino por tomarla de la mano de quien ya la había ingerido y no se veía destituída de la gloria que la rodeaba. Tal vez Adam pensó que no sucedería nada y con el libre albedrío con que fue creado, decidió el destino de sus descendientes, trasmitiéndoles el veneno del pecado y el resultado del pecado: la muerte. (Romanos 6:23

Adam, no contó con sus descendientes para trasmitirles una herencia de dolor, angustia, miedo y muerte. “Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituídos pecadores, ...(Romanos 5:19)

Por eso el juicio vino por un pecado, no por los pecados, vs. 16 “para condenación.” Por el pecado de Adam vino la condenación para los muchos, los que estaban escritos en el libro de la vida desde antes de la fundación del mundo. Los predestinados eran los que descenderían de Adam y Eva, por eso Dios les dijo: “Fructificad y multiplicad.” Génesis 1:28 “Pues qué, ¿no hizo él uno solo aunque tenía la abundancia del espíritu? ¿Y por qué uno?

Para que procurara una simiente de Dios.” Malaquías 2:15   Pero Adam hechó a perder el molde.

 

La gloria recuperada con sus niveles

Aclaremos que en el tercer cielo nunca estuvieron tres dioses dirigiendo los destinos del universo. Pablo escribe diciendo: “Nosotros empero no tenemos más de un Dios, el Padre del cual son todas las cosas, y nosotros en él: y un Señor Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros en él.” 1 Cor. 8:6 

Jesús, es engendrado por el Espíritu Santo, Dios le propició cuerpo. Mateo 1:18,20 En ese cuerpo moró Dios mismo. “El verbo era Dios y el verbo se hizo carne.” Juan 1:1-3,14 “Dios ha sido manifestado en carne.” 1 Tim. 3:16

Jesucristo es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén! Romanos 9:5 “El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios...” Filipenses 2:5-10 

Dios Espíritu Santo es el Padre de Jesús hombre, Mateo 1:18-20 y Lucas 1:35 y Dios morando en el cuerpo engendrado. “Si me conocieseis, también a mi Padre conocierais: y desde ahora le conocéis, y le habéis visto...El que me ha visto, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?...El Padre está en mí...creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí...” Juan 14:6-11 

Primeramente recordemos que el Verbo se hizo carne y el Verbo era Dios y todo lo creado fue creado por el Dios que se hizo carne. Juan 1:1-3,14 

Ahora, miremos el libro de los Hechos 4:24-31

“Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, la mar, y todo lo que en ellos hay. Por boca de David, tu siervo, dijiste:..Y los príncipes se juntaron en uno contra el Señor, y contra su Cristo. Porque verdaderamente se juntaron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, al cual ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los Gentiles y los pueblos de Israel, para hacer lo que tu mano y tu consejo habían antes determinado que había de ser hecho. Que extiendas tu mano a que sanidades, y milagros, y prodigios sean hechos por el nombre de tu santo Hijo Jesús.” 

A su Santo Hijo Jesús, el Dios que en El moraba. lo glorifica y lo horna desde su aparición en el Río Jordan, en el monte de la transfiguración y cuando después que el Espíritu Santo lo resucita al tercer día, sube al Padre y es glorificado, regresando el mismo día para estar con los discípulos por cuarenta días.  Hechos 1:1-3 

 

Los niveles de glorificación 

Jesús, glorificado en el monte.  Mateo 17:1-5 

“...porque él había recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una voz fue a él enviada de la magnifica gloria: Este es el amado Hijo mío, en el cual yo me he agradado...” 2 Pedro 1:16-21 

“Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.” Juan 12:28 Pareciera que Dios menciona la gloria que descendió sobre Jesús en el Jordan y la que vendría en el Monte de la Transfiguración. 

La otra gloria fue después de la resurrección como ya hemos expuesto. “...el que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre. (Y esto dijo del Espíritu que habían  de recibir los que creyeren en él: pues aún no había venido el Espíritu Santo; porque Jesús no estaba aún glorificado.” Juan 7:37-39 

La primera vez que Jesús fue glorificado con la presencia del Espíritu Santo fue en el bautizo efectuado por Juan el bautista en el Río Jordan.  Mateo 3:16,17, Juan 1:32-34 

La siguiente vez fue en el monte de la transfiguración, experiencia a la cual ya nos referimos cuando Pedro expone lo que allí sucedió aquel día. 

La próxima vez que se completa la gloria, fue después de su resurrección. Por eso no se dejó tocar por la mujer que lo vió cerca de la tumba de José en el día que se levantó victorioso del sepulcro nuevo. “Dícele Jesús: No me toques: porque aun no he subido a mi Padre...subo a mi Padre...” Juan 20:15-17.  Ascendió esa mañana y regresó para estar con los discípulos por cuarenta días, apareciéndose a 10 discípulos (faltaban Judas Iscariote que se había quitado la vida y Tomás.) Después de ocho días se apareció a los once, esta vez Tomás estaba presente. Jesús invitó a Tomás a tocarlo, cosa que no permitió a la mujer que lo vió en el jardin.  (Juan 20:24-29) 

Según interpretes de la Biblia, dicen que el Salmo 24:7-10

se refiere a Jesús cuando sube llevando las primicias en el día exacto de la fiesta de los primeros frutos que  celebraban los Hebreos. Lo que El  llevó fue lo que resucitó el día que El murió en la cruz del Calvario.   Mateo 27:50-53

Cuando Jesús subió y entró por las puertas eternas, recibió la gloria y la honra por su victoria y triunfo sobre las huestes del mal, el pecado y la muerte. Luego regresa a la tierra y se reune con sus discípulos (con excepción de Tomás, el cual tiene que esperar hasta el día del Pentecostés para el bautizo), entonces sopla sobre los discípulos, diciéndoles:  “Tomad el Espíritu Santo.”  Juan 20:22           

“Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa, como también nosotros somos una cosa.” Juan 17:22

 

La gloria efectuada en nosotros los hijos de Dios 

“Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.”  Romanos 8:29,30

 

Propósito de la gloria para los hijos de Dios 

1. Para que llegasemos a ser conforme a su imagen, Jesús, participó de carne y sangre como los hijos Heb. 2:14,15 

2.  Tenía que cumplirse lo que Dios predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo. Así fue, pues se alcanzó llamando a los predestinados, justificándolos y glorificándolos; todo esta en pretérito o pasado. Rom. 8:30

3. La gloria que se alcanzó por los predestinados, alcanzó su imagen perfecta y completa.  Col. 2:10 y Heb 10:14. Hemos llegado a su igual perfección. Hebreos 7:28. La palabra del juramento constituye al Hijo hecho perfecto para siempre. “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.” Hebreos 10:14 

Hemos llegado a su sabiduría.  “Empero a los llamados, así Judíos como Griegos, Cristo potencia de Dios, y sabiduría de Dios.” 1 Cor. 1:24   “Empero hablamos sabiduría entre perfectos; y sabiduría, no de este siglo ni de los príncipes de este siglo, que se deshacen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria.”  1 Corintios  2:6,7

Los que por un solo sacrificio fueron hechos perfectos para siempre, pueden hablar sabiduría de Dios en misterio. Cristo, es la sabiduría de Dios. Cristo, el misterio revelado es nuestra esperanza de gloria.  Colo. 1:26,27.

Podemos hablar de esta sabiduría porque “ Somos de Dios en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y santificación, y redención.” 1 Cor. 1:30.

Hemos llegado a la justificación o sea declarados inocentes y esto fue posible cuando Jesucristo resucitó de los muertos por la obra poderosa del Espíritu Santo. Romanos 8:11

“...los que creemos  en el que levantó de los muertos a Jesús Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestros delitos y resucitado para nuestra justificación.” Romanos 4:24,25.

Todo esto fue obra completa de Dios estando nosotros muertos en delitos y pecados.  “...nos resucitó y nos dió vida juntamente con él.”  Efesios 2:1-5

”Al que no conoció pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”     2 Cor. 5:21                 

Como él por su resurrección. “Porque tal pontífice nos convenía:  santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que que los cielos.” Hebreos 7:26  “por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos.”  Romanos 5:19  “Justicia para vida eterna por Jesucristo Señor nuestro.” Vs 21

Jesucristo, hizo que llegasemos a tener su imagen y ahora es el hermano mayor. “Por lo cual no se averguenza de llamarlos hermanos.” Hebreos 2:11

“Ve a mis hermanos, y diles:  Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” Juan 20:17

Finalmente, como el hermano mayor, nos lleva al Padre y entrega el reino a Dios y al Padre  “...Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos.” 1Cor. 15:22-28

“Nosotros, empero no tenemos más de un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él; y un Señor Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por él.” 1 Corintios 8:6  Por él, llegamos al Padre, por él fuimos hechos sabiduría,  santificación, justificación y redención. Por la obra completa de redención efectuada por Jesucristo, hoy tenemos su imagen en nosotros y somos conforme a su imagen para siempre. Bendito el que hizo la obra! Gloria al Cordero! Abba, Padre!

 

La obra final es con gloria

La tierra será alumbrada con la gloria y poder de Dios (Apc. 18:1-4)  Todo esto ha comenzado, los movimientos de la verdadera reforma llena de gracia, verdad y poder, están proliferando en muchos lugares. Siervos de Dios están proclamando la “Soberanía de Jesucristo” como el único mediador y salvador de los predestinados y elegidos por gracia.

La luz que irradia el “misterio oculto” el cual es Cristo nuestra esperanza de gloria, se está aclarando y enseñando a la luz de lo que Jesucristo le reveló a Pablo, quien es el predicador, apóstol y maestro de nosotros los Gentiles.

Cuando el misterio de Dios sea consumado, para entonces habrá nacido el último de los que fueron salvados desde antes de la fundación de este mundo, que en el llamado final acudieron a integrar la Amada Iglesia sin rudimentos, símbolos y mandamientos humanos. Apc. 10:7 Todo esto es para los espirituales, para los adoptados en Cristo, para las nuevas criaturas

 

AHORA, ID A ALUMBRAR A LAS OVEJAS

 

 

LECCIÓN #7

 

LA HABITACIÓN DE JESUCRISTO 

“Por tanto, hermanos santos, participantes de la vocación celestial, considerad al Apóstol y Pontífice de nuestra profesión, Cristo Jesús. El cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés sobre toda su casa. Porque de tanto mayor gloria que Moisés éste es estimado digno, cuando tiene mayor dignidad que la casa el que la fabricó. Porque toda casa es edificada de alguno: mas el que crió todas las cosas es Dios.  Moisés a la verdad fue fiel sobre toda su casa, como siervo, para testificar lo que se había de decir; Mas Cristo como hijo, sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si hasta el cabo retuviéramos firme la confianza y la gloria de la esperanza.”  Hebreos 3:1-6

 

Esta habitación ya está hecha en los cielos 

“Porque sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos...Mas el que nos hizo para esto mismo, es Dios; el cual nos ha dado la prenda del Espíritu.”  2 Cor. 5:1-9 

La casa a la cual se refiere Pablo en Hebreos y en la carta escrita a los Corintios, es la casa o templo donde radica Dios desde que fue creada la nueva criatura que aparece expresada por Pablo en el mismo capítulo 5 versículo 17,18

“El que se junta con el Señor, un espíritu es.” 1 Cor. 6:17

“El Espíritu que resucitó a Cristo de los muertos, mora en nosotros...” Romanos 8:11 “La prenda del Espíritu dada por Dios a nosotros vive en nosotros. Somos templos del

Espíritu Santo. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?  1 Cor. 6:19  Ell cuerpo mortal que ahora poseemos es la morada de la nueva criatura y del Espíritu Santo.

La nueva casa eterna ya está hecha en los cielos. Pablo anhelaba ser sobrevestidos de aquella nuestra habitación celestial. “Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos agravados; porque no quisiéramos ser desnudados, sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.”  2 Corintios 5:1-4

Lo que Pablo está diciendo aquí es que cuando el tabernáculo (cuerpo) dejara de existir, no quería que quedara desnuda la nueva criatura, la espiritual, sino sobrevestida con la nueva casa ya hecha, casa eterna en los cielos, casa de vida y no  de muerte.

“Pero nuestra vivienda es en los cielos; de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; El cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual puede también sujetar a sí todas las cosas.” Filipenses 3:20,21 

En Jesucristo está nuestra vivienda celestial. El tiene todo el poder para resucitarnos o transformarnos en la glorificación del cuerpo en su segunda venida. “Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: Todos ciertamente no dormiremos, mas todos seremos transformados. En un momento, en un abrir de ojo, a la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos transformados. Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad.”  1 Cor. 15:50-53

 

Esta es la recomendación de Pablo 

“Si habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifestare, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.”  Colo. 3:1-4 

La nueva casa de vida eterna está en Jesucristo, por eso dice Pablo en Romanos 14:8:  “Así que, o que vivamos o que muramos, del Señor somos.” Esa casa no fue hecha de manos sino que el Espíritu Santo la reedificó al resucitar al Señor y aquí esta nuestra certeza, seguridad y confianza. En Cristo está nuestra habitación celestial porque él con todo el poder que tiene como Dios, nos dará un cuerpo nuevo incorruptible cuando regrese por segunda vez por nosotros. 

Que maravilloso es pensar, saber y disfrutar de esta esperanza que es Cristo, la esperanza de gloria; gloria que nos dió con un nuevo espíritu ya glorificado y con un nuevo cuerpo glorificado cuando regrese por segunda vez. Glorioso día que espera la amada Iglesia ya por muchos siglos, pero que pronto se hará una realidad para cada uno de los hijos de Dios, rescatados por la sangre derramada en el Calvario. Gloria al Cordero de Dios!  Abba, Padre!

 

Vasos de honra, misericordia, deshonra y de barro 

Comenzaremos con los vasos de misericordia:

“Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, mostrólas para con los vasos de misericordia; Los cuales también ha llamado, es a saber, a nosotros, no sólo de los Judíos, mas también de los Gentiles? Romanos 9:22-24 

De los dos pueblos hizo uno, ahora ambos somos vasos de misericordia, los otros vasos que no son los llamados son los de ira preparados para muerte. 

Es imprescindible reconocerse entre aquellos que Pablo identifica diciendo nosotros, como hace cuando escribe el libro a los Gálatas en el capítulo 4:28 “Así, que, hermanos, nosotros como Isaac somos hijos de la promesa.” 

El vaso de misericordia dentro de una casa también es un vaso de honra.  “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro: y asimismo unos para honra y otros para deshonra. Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, (iniquidad) será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para toda buena obra.”  2 Timoteo 2:19-26  

Los vasos en la casa de Dios tienen valores y Pablo los clasifica con el oro, la plata, la madera y el barro y no importa el valor que aparentemente tenga, puede ser útil para usos del Señor, aparejado para toda buena obra o vaso de deshonra que anda en iniquidad, no muestra la misericordia aunque haya sido elegido para ella, es un vaso que no sigue la justicia, la fe, el amor, la paz, se enreda en cuestiones necias y sin sabiduría y que siempre estan en contiendas, pues son litigiosos y estan dentro del lazo del diablo y cautivos a su voluntad.

Por lo tanto Pablo aconseja limpiarse de estas cosas para llegar a ser vaso para honra, santificado y útil. En otras palabras, en la casa de Dios los vasos de misericordia por él elegidos deben mantener la honra, recordando que ésta fue recuperada por Jesucristo para que la tengamos junto con la corona de gloria que ya ha sido puesta en nuestro espíritu nuevo. 

La deshonra se manifiesta cuando hacemos la voluntad del diablo. (2 Timoteo 2:26) y Pablo nos aconseja en Efesios 4:27 ‘No deis lugar al diablo.”  haciendo la voluntad de la carne.”  cap. 2:2,3, 

Notemos que Pablo dice que la carne está viciada con los deseos de engaño. Efe. 4:22  :...engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; quién lo conocerá? Jeremías 17:9 

La carne tiene muchas obras que se oponen al Espíritu  “...adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, ...”  Gálatas 5:19-21 

Por eso dice el Apóstol Pablo en el mismo libro en el siguiente capítulo el 6:8 “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” 

Los vasos de misericordia y de honra sean de oro, plata, madera o barro que siembran en el Espíritu, siegan vida eterna. Los que siembran en la carne, en vano siembran porque esa carne morirá de seguro. Es por eso que hay  enfermos, débiles y muchos duermen en el Señor por no discernir su cuerpo (La Amada Iglesia) (1 Cor. 11:18-32

Estos vasos de misericordia que no honran al Señor por vivir en la carne y no en el Espíritu, han violado el templo y por eso son destruídos con el azote de Dios. (1 Cor. 6:13-20,3:12-17 y  Hebreos 12:5-13). Estos siguen espiritualmente elegidos como vasos de misericordia aunque no se limpiaron de su mala conducta por lo tanto no pudieron  ejercer la obra para la que fueron llamados y ser útiles en la causa del Señor. (2 Timoteo 2:20-26) Todo lo de afuera es quemado, todo pasa por la prueba del fuego y el fuego hará la prueba. El espíritu del que entró como por fuego, es salvo.  Son salvos en el espíritu porque el vaso de iniquidad que nos tenía separados de Dios, fue bebido por Jesús en el Getsemaní y cada elegido por gracia y predestinados desde antes de la fundación del mundo quedó con su vaso limpio que fue contaminado por el pecado de Adam. ¡Gloria al Cordero! 

Los vasos de misericordia y de honra recibirán la recompensa!!! Los demás que no sembraron en el Espíritu, entran sin la recompensa de las buenas obras, y aunque vivirán eternamente, no tendrán como los que al pasar por el tribunal de Cristo recibieron lo que hicieron bien cuando estaban en el cuerpo mortal y corrupto. 

“Porque es necesario que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora sea bueno o malo.” 2 Cor. 5:10

Aquí Pablo nos dice que cuando estemos con Jesús ya glorificados con cuerpos nuevos, se recompensará de acuerdo con lo que hicimos bueno o malo en el cuerpo de la humillación mortal y corrupta. 

Lee lo que Pablo dice sobre el premio a alcanzar en la 1 carta a los Corintios 9:16-27

Los vasos de honra y misericordia pelean la buena batalla de la fe hasta el final.  “Pelea la buena batalla de la fe...”  1 Timoteo 6:12  “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado  la fe.”  2 Tim. 4:7 

“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”  Vs 8 

La madera y el barro pueden ser pulverizados por el fuego, pero los metales no son destruídos aunque pueden ser diluidos, pero siguen siendo oro, plata y priedras preciosas. 

Procura crecer en la gracia y conocimiento de Dios vistiendo al hombre interior que es criado en justicia y santidad de verdad y esta es obra del Señor. Viste con el conocimiento, fortalécete con abundancia de la palabra de Jesucristo hasta que llegues a ser aun más endurecido que el oro, la plata y las piedras preciosas. Serás un vaso de honra, gloria y misericordia, que hará que seas reconocido por los muchos testigos angelicales y el universo entero como los que pelearon la buena batalla de la fe y la guardaron, corriedo la carrera con paciencia. Bendecidos para siempre los que honran a Jesucristo! 

Dale gloria y honra al Dios tuyo, el que te creo y te hizo nuevo, porque no estás contado entre los vasos de ira preparados para muerte. Eres trigo y no cizaña, oveja y no cabrito, hijo de Dios y no hijo de la carne, sino hijo de la promesa, hijo del Espíritu Santo.  Así es!

 

El vaso enriquecido 

Hemos mencionado a diferentes vasos: el de misericordia, el de ira preparado para muerte, el de honra y deshonra, y el vaso que bebió Jesús.  A continuación  trataremos acerca del vaso de barro  con su precioso contenido. 

“Que si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó los entendimientos de los incrédulos, para que no les resplandezca la lumbre del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, el Señor; y nosotros vuestros siervos por Jesús. Porque Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es que respandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Tenemos empero este tesoro en vasos de barro, para que la alteza del poder sea de Dios, y no de nosotros...”  2 Cor. 4:3-7 

Ahora podemos decir que por el poder de Dios, solamente es posible que ese tesoro esté en este vaso elegido por gracia. 

Jesucristo y sus buenas noticias, el evangelio de la gracia, componen el tesoro escondido para los que no creen, pero que mora y es reconocido por  el vaso de los que creen por concesión (Filip. 1:29)

Honremos al tesoro, disfrutemos de su gloria porque hemos creído lo que está escrito y confesamos que Jesucristo está manifestado en nuestra carne mortal 2 Cor. 4:9-13

 

 

LECCIÓN #8

 

EL NUEVO HOMBRE

Más que ángeles y más que hombres

Cuando estudiamos la Palabra de Dios, nos damos cuenta que en la eternidad nuestra naturaleza será  superior a la naturaleza del hombre  caído y que seremos transformados a la imagen de Jesucristo. 

“Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primógenito entre muchos hermanos.”  Romanos 8:29

 

La imagen de Dios           

“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza...”   Génesis 1:26

“Jesucristo, el Hijo, siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia...”  Hebreos 1:1-3

 (Jesucristo) “...es  la imagen del Dios  invisible.”  Colosenses 1:15-19

“Porque en él  habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente.”  Colosenses 2:9

 

La imagen del celestial 

“Y como trajimos la imagen del terreno, traeremos también la imagen del celesltial.”  1 Cor. 15:49

“...el terrenal el primer Adam, el postrer Adam en espíritu vivificante...El primer hombre, es de la tierra, terreno; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.”   vs 45-48

Las Escrituras presentadas, muestran claramente que en la eternidad que será vivida por los salvados junto a su Salvador, los que sean parte de la elección por gracia, que estén escritos en el libro de la vida del Cordero, que fueron lavados y santificados, no son iguales a los hombres que vivieron con naaturaleza caida por causa del pecado, pues el primer hombre hechó a perder el molde, fue transgresor y no podemos retroceder representando física y mentalmente a lo que fue deschecho en la cruz del Calvario. (Romanos 6:6

En ese entonces seremos semejantes a El, a su imagen y semejanza, con la imagen del que vino del cielo, a la real imagen del Dios vivo. 

Espiritualmente la imagen fue recuperada y ya la tenemos en la nueva criatura, pero en la glorificación final la que tiene que ver con el nuevo tabernáculo como vivienda del espíritu, entonces conoceremos como somos conocidos. Todo estará como Dios lo dispuso. 

Gloria a Dios, porque seremos transformados a la imagen de su Hijo, quien fue hecho perfecto para siempre por orden de un juramento! “Porque la ley constituye sacerdotes a hombres flacos; mas la palabra del juramento, después de la ley, constituye al Hijo, hecho perfecto para siempre.”  Hebreos 7:28 

Mientras se completa la obra del Espíritu Santo, que es sacar la imagen de Jesucristo en nosotros, tenemos que ejercer los cinco ministerios de Jesús.

“Y él mismo dió unos, ciertamente apóstoles; y otros profetas; y otros, evangelistas; y otros pastores y maestros; para perfección (equiparar)  de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo; Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios a un varón perfecto a la medida de la edad de la plenitud de Cristo.” Efesios 4:11,13

Pablo trabajaba arduamente para que esto llegara a ser posible y real en la vida de los santos. 

“...amonestando a todo hombre, y enseñando en toda sabiduría, para que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesús.”  Colosenses 1:28 

“Con una sola ofrenda, hizo perfecto para siempre a los santificados.” Abba, Padre!  Hebreos 10:14 

Hermanos santos, involucrémonos en esta última y gran reforma, presentando el misterio, trazándolo bien y con excelencia, como ministros competentes del nuevo pacto. 

Recordemos, que los que hemos sido llamados a proclamar las buenas nuevas de salvación, estamos catalogados por Dios como "reconciliadores".  Uno que reconcilia no puede nunca, pero nunca, imputar pecados a ningun predestinado que ha sido elegido por gracia. La única razón es porque Dios nunca los imputó.  2 Cor. 5:19,20 

Ya tenemos la imagen de Jesucristo y él se identifica  como el  mayor entre los hermanos.

Los cinco ministerios de Efesios 4:11-13 tienen la gran responsibilidad y honor de mostrar a la Amada Iglesia (Cuerpo de Cristo) que está perfecta, sin mancha ni arruga. Presentemos a cada predestinado y elegido por gracia como lo que es: Completo en Cristo y perfecto para siempre.

 

 Resumen del nuevo hombre

La Biblia dice en 2 Corintios 5:17 : “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 

Estimado lector, todos lo hijos de Dios estamos en Cristo, por consiguiente somos nuevas criaturas, tenemos el hombre nuevo, pero también poseemos el viejo hombre.

Efesios 4:22 enfatiza claramente que el viejo hombre está, no que estuvo, por consiguiente el viejo hombre está en todos nosotros los hijos de Dios.

Es importante que todo hijo de Dios entienda que es un nuevo hombre, o sea una nueva criatura, y que está llamado a vestir ese nuevo hombre por el conocimiento.  Pablo dijo en Efesios 4:24: "Vestios del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de  verdad."

El hijo de Dios que participa de la iglesia de Jesucristo, está llamado a enseñar a vestirse del nuevo hombre a todos los demás, ese hombre que fue creado por Dios como un ser  conocedor del evangelio, equilibrado y moderado, lógicamente de buen proceder.  Esto  debe comenzar con enseñarle, como Dios estableció desde el principio, a que fuese  señor de todo:  “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.  Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Génesis 1:26-28 

Esta es la autoridad que Dios delegó y otorgó a sus hijos, sin embargo por desconocimiento de las promesas de Dios contenidas en el Evangelio, algunos, sino la mayoría,  no han tomado para ellos esta herencia o legado de Dios. Pablo dice: “Pero también digo; Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo.”  Gálatas 4:1 

Ese nuevo hombre, del cual todo hijo de Dios debe vestirse, está perfecto (Hebreos 10:14), bendecido (Efesios 1:3), justificado, (Romanos 5:1) santificado, redimido  (1 Corintios 1:30)  creado según Dios, tiene el mismo Espíritu de Dios (Romanos 8:11) y tiene la mente de Cristo (1 Corintios 2:16). Este es el verdadero nuevo hombre. 

Aun el Señor Jesús, al vivir aquí en la tierra, con su actitud y proceder  vistió a la mujer samaritana. Hoy en día el llamado para nosotros los líderes es  vestir a todos los hijos de Dios de ese nuevo hombre en Cristo. Esto sólo se logra enseñándoles la verdad del evangelio. 

Analicemos lo que el apóstol Pablo dijo en Colosenses 3:12-14:  "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto." 

A todas las personas, especialmente a las  más débiles, hay que vestirlas de ese nuevo hombre, y esto se logra única y exclusivamente a través de enseñarles el evangelio de la gracia de nuestro señor Jesucristo.

Ahora bien, esto debe hacerse con el mejor ingrediente posible y esto es el Amor.  Pablo dijo en 1 Corintios 12:23: "...y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente."  

El llamado es a vestir del nuevo hombre, a todos los cristianos, hijos de Dios, esto se logra enseñándoles el evangelio, sin embargo a los que se consideran menos dignos hay que hacerlo de una mejor manera,  en otras palabras con más diligencia.  Se viste de amor creyendo y obedeciendo la fe.  “...el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.”  Romanos 5:5 Ya tenemos ese amor en nosotros. La fe se obtiene oyendo la Palabra de Dios. (Romanos 10:17

Muy estimado amigo o hermano lector, si usted es un líder, la pregunta que en este momento le haríamos sería: ¿está usted vistiendo a quien lo escucha, de ese nuevo hombre que Pablo menciona?   Esto se logra enseñándole a través del evangelio cómo vive y actúa un nacido de nuevo. Para poder hacerlo debe usted primero vestirse del nuevo hombre, para entonces poder vestir a otros de lo mismo que Dios lo vistió a usted.   

El nuevo hombre actúa recatadamente y ejerce dominio sobre sí mismo y  sobre las circunstancias que le rodean.

 ¿Ha entendido el concepto de la  moderación en todas las áreas de su vida?  

Lea los siguientes textos como conclusión: 

Colosenses 3:8-16

 

 

LECCIÓN #9

 

LLENOS DE SU PLENITUD 

Muchos hijos de Dios desconocen que estamos completos en Cristo, y esto hace de ellos cristianos sin fuerza, débiles, llenos de sentimientos de culpa y además la frustación acaba con sus mentes y su posible futuro en victoria continua.

 

Estamos completos en Jesucristo

El completo en Cristo, lo expone Pablo en diferentes maneras con el propósito de que cuando abunde la palabra de Cristo en nosotros podamos vestir al hombre interior atraves del conocimiento de lo que está escrito que fue inspirado por el Espíritu Santo.

“Y en él estamos completos.”  Colosenses 2:10

“Predestinados para ser conforme a la imagen del Hijo de Dios.” Romanos 8:29

“Jesucristo es la imagen del Dios invisible.” Colosenses 1:15

“Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud.” Colos. 1:19

“A él sea gloria por siglos. Amén. Porque  de él, y por él, y en él, son todas las cosas.” Romanos 11:36

Todos los que podamos alcanzar esta sabiduría celestial podremos hablar entre perfectos lo que Dios nos ha rebelado. (1 Cor 2:7-10)

A un completo no le falta nada, todo fue alcanzado por medio de la vida de Jesús y finalmente ratificado en la cruz del Calvario

Veremos en estos pensamientos dados por Dios, por qué estamos completos en Jesucristo:

Porque nos compró por precio.  (1 Cor. 6:20)

Porque nos libró del pecado, la ira, la condenación y la muerte. (Isa. 53:1-12 Efesios 2:1-10 Colosenses 1:12,13)

Porque no nos falta nada.  (Salmo 23:1)

Porque con Jesucristo somos un espíritu.  (1 Cor. 6:17)

Porque no somos juzgados de nadie. (1 Cor. 2:15)

Porque nadie nos apartará del amor de Dios.  (Rom. 8:39)

Porque nadie nos podrá arrebatar de las manos del Hijo ni de las manos del Padre.  (Juan 1:28,29)

Porque con un solo sacrificio nos hizo perfectos para siempre.  (Hebreos 10;14)

Porque ahora todo es nuestro. (1 Cor. 3:22)

Porque Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)

Porque todo lo sabemos.  (1 Juan 2:20,27)

Porque nada nos es imposible. ( Mateo 17:20)

Porque al que cree todo es posible.  (Marcos 9:23 y Filipenses 1:29)

El estar completo en Jesucristo, es tener la vida eterna como la tiene El. (Juan 5:24, 26) Dios le dió al Hijo que tuviese vida en sí mismo. El estar completo, es tener su justicia porque Dios nos hizo su justicia en Jesucristo.

(2 Cor. 5:21) El estar completos en Jesucristo, es ser sus hermanos y El, el hermano mayor entre muchos hermanos. (Romanos 8:28 Hebreos 2:14)

El estar completos en Jesucristo, es estar santos, inocentes, limpios, apartados de los pecadores, y hechos más sublimes que los cielos. (Hebreos 7:26, Efesios 1:1-6, 5:25-27, Colosenses 1:22, Filipenses 2:15 y Efesios 1:22,23)

Bendecidos los predestinados y elegidos por gracia!

 

LECCIÓN #10

 

LO QUE DESTRUÍ NO PUEDO REEDIFICAR

En esta lección estudiaremos cuidadosamente con  algunos textos bíiblicos que muestran cómo el nuevo pacto anuló el primero:

Primero: porque ya fue abolido, quitado por Jesucristo y destruído por los salvados.

El ministerio de ira, condenación y muerte escrito en dos tablas de piedra tuvo gloria pero “... aun lo que fue glorioso, no es glorioso en esta parte, en comparación de la excelente glolria. Porque si lo que perece tuvo gloria, mucha más será en gloria lo que permanece...no como Moisés que se cubría con un velo para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en el fin de lo que había de ser abolido...hasta hoy les queda el velo no descubierto en la lección del antiguo testamento, el cual por Cristo es quitado. 2 Cor. 3:6-14 y Deuteronomio 4:13 “Y él os anunció su pacto, el lcual os mandó poner por obra, las diez palabras; y escribiólas en dos tablas de piedra.”  (Leer Deuteronomio 9:9,10)

Cuando Pablo enfrentó a Pedro por tratar de hacer judaizar a los Gentiles habiendo comido con ellos (qué habrá comido?) hace la diferencia entre la obediencia a la ley para alcanzar la justicia o la justicia que es por la fe de Jesucristo. “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la de de Cristo, y no por las obras de la ley, por cuando por las obras de la ley ninguna carne será justificada. Necesitamos ser justificados por ser pecadores, es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera.Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago...No desecho la gracia de Dios; porque si por la ley fuese la justicia, entonces en vano murió Cristo.” Gálatas 2:11-21

Lo que Pablo y todos los que hemos recibido la revelación de las riquezas de la gracia de Jesucristo, sabemos en nuestro espíritu es que ya no hay condenación para los que están en Cristo, pues andamos en el espíritu y la ley es espiritual.  Romanos 8:1-4 y Romanos 7:14. Declaramos como Pablo: “Si lo que destruí, vuelvo a edificar transgresor me hago” Ahora no es por las obras de la ley que somos justificados sino por la fe de Jesucristo y si buscamos la justicia tratando de cumplir en la carne lo que es imposible por su debilidad, entonces en vano murio Cristo. Por eso la ley espiritual y de amor fue escrita en el corazón cuando comenzó el nuevo pacto. Hebreos 8: y 10Jeremías 31 y Ezequiel 36

Sabemos que el ministerio de ira, condenación y muerte que reinaban en el antiguo pacto escrito en dos tablas de piedras, ya fue quitado y abolido por Cristo, (Romanos 10:1-12) ahora nosotros los hijos del Altísimo Dios, también hemos destruído por la fe los resultaldos de la transgresión del pacto antiguo. Estamos en un nuevo pacto “que tiene mejores promesas” Hebreos 8:7

Las promesas hechas realidad cuando el nuevo pacto fue confirmado con la sangre del Cordero de Dios, son: “He venido para que tengan vida y en abundancia.”

(Juan 10:10) “El que cree en el que me envió, tiene vida eterna, pasó de muerte a vida y ya no es juzgado.” (Juan 5:24) “Daré mis leyes en el alma de ellos, y sobre el corazón de ellos las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo: Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor. Porque todos me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor. Porque seré propicio a sus injusticias.

Y de sus pecados y de sus iniquidades no me acordaré más. Diciendo, Nuevo pacto, dió por viejo al primero; y lo que es dado por viejo y se desvanece, cerca está de desvanecerse.”  Hebreos 8:13 

El antiguo pacto Tenía condiciones para poder permanecer en él, condiciones que no se cumplieron como exigía el pacto. En el nuevo pacto no hay condiciones para permanecer en él. La carne nunca pudo permanecer en el pacto. “La ley es espiritual y yo soy carnal vendido a sujeción de pecado.” Romanos 7:14 

Desde que se derramó la sangre del Nuevo Pacto, hasta hoy, lo que existe es posición de hijos e hijas de Dios y todo por amor. Ahora, somos espirituales y sí conjuga una cosa con la otra: La ley es espiritual y yo soy un espiritu nuevo adoptado por Jesucristo; la ley espiritual y de amor fue puesta por Dios en nuestro espíritu. “Los espíritus de los justos hechos perfectos.”  Hebreos 12:23 “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.” Hebreos 10:14Hebreos 8:10-13 Ezequiel 36:25-27 

Como Gentil o Judío convertidos al Señor, guardamos la ley perfectamente. (Leer Romanos 2:1-29) “...mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones...” vs. 15 “Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley...”   vs 27  “la circuncisión es espiritual” vs. 28. 29 “Jesucristo es ministro de la circuncisión por la verdad de Dios” Romanos 15:8-12 Jesucristo fue el que murió en la cruz, el que nos salvó y el que cambió el corazón de piedra en el de carne.

 

Segundo: Porque las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas. Las cosas viejas que pasaron son  la condenación, la ira y la muerte, la destitución de la gloria de Dios, la separación por causa del pecado, el pecado, el vivir sin ciudadanía celestial,  la conciencia culpable de las obras de muerte, el juicio, de la fe en Dios. “dejando la fe en Dios.”  Hebreos 6:1 Ahora es por la fe de Jesucristo (Gálatas 2:16, 3:22Filipenses 3:9) Habacuc 2:4 dice: “...pero el justo en su fe vivirá.” “Israel no llegó a la justicia que es por la fe de Jesucristo, porque la seguían no por la fe, mas por las obras de la ley: por lo cual tropezaron en la piedra de tropiezo.” Romanos 9:30-32 “...estableciendo su propia justicia  y no la de Dios”. Rom. 10:3 

“El que está en Cristo nueva criatura es... todas las cosas han sido hechas nuevas.” 2 Cor. 5:17 porque todas las viejas pasaron. Y si todo lo viejo pasó, es por eso que no podemos volver a reedificar nada de lo que pasó, dejó de ser, fue destruído. Amén, así es. 

 

Tercero: Porque lo que murió no vuelve a vivir y lo que vive no puede morir jamás. 

Murió el viejo hombre (Romanos 6:6) y la carne está muerta por causa del pecado, (Romanos 8:10)  “muertos en delitos y pecados”, (Efesios 2:1,2) la carne fue crucificada juntamente con Cristo en la cruz al llevar él en el cuerpo sobre el madero nuestros pecados. 1 Pedro 2:24 Lo que ahora vive no morirá jamás (Romanos 6:9-11) Cristo murió y resucitó y vive en Dios, así también nosotros, estamos muertos al pecado pero vivos a Dios en Cristo Jesús Señor nuestro. Lo que murió no vuelve a vivir en transgresión, lo que resucitó no vuelve a morir por la transgresión. Lo viejo relacionado con el pecado y la muerte dejaron  de ser  para siempre y lo que ahora vive tiene vida eterna como la que tiene Jesucristo. Gloria a Dios! Por su Hijo, somos nuevas criaturas.

 

Cuarto: Porque el reino antiguo fue sustituído por el reino de hoy y de siempre: El reino de Jesucristo. Este es un reino eterno, sin corrupción, un reino de vida eterna para cada uno de sus súbditos. No podemos reedificar lo que fue destruído, el reino de muerte y tinieblas dejó de ser.

Los que fuimos trasladados al reino de vida con abundancia de gracia y don de justicia ya estamos sentados junto a Jesucristo en su trono.  (Efesios 2:1-5Romanos 5:17

“Dando gracia al Padre que nos hizo aptos para participar de la suerte de los santos en luz: Que nos ha trasladado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.” (Colosenses 1:12,13) Abba, Padre. Amén. Así es!

 

Quinto:  Porque si lo reedifico yo mismo me hago esclavo.

El volver a ser esclavo, es no reinar en vida, es haber caido   de la gracia y quedar vacíos de Cristo. (Gálatas 5:4) El caer de la gracia y estar vacíos de Cristo, Pablo lo expone sencilla y claramente cuando le dice a los Gálatas: “Estad pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a ser presos en el yugo de servidumbre...vacíos sois de Cristo los que por la ley os justificais; de la gracia habéis caido.” Gálatas 5:1-4 “...ya Cristo fue descrito entre vosotros como crucificado...

Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oir de la fe? ...habiendo comenzado por el Espíritu, ahora os perfeccionáis por la carne? ...porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo de maldición... Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición...  Gálatas 3:1-14 

Volver a reedificar la ley escrita en las dos tablas de piedra para alcanzar la justicia, nos convierte en malditos, vacíos de Cristo y caidos de la gracia. La ley escrita en las dos tablas de piedra conjuga con el corazón de piedra. Dios viendo la imposibilidad de la debilidad de la carne caida, en el nuevo pacto cambió el corazón de piedra en corazón de carne. (Ezequiel 36:26) De ahí que los que están en la carne no pueden agradar a Dios, así como sin fe es imposible agradar a Dios. (Romanos 8:7,8 y Hebreos 11:6) Así que buscar la justicia en la carne caida es imposible. “Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a  la ley de Dios, ni tampoco puede. Así que, los que están en la carne no pueden agradar a Dios”. Romanos 8:3,78 Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu. Vs 9 

Pablo, vió que los que empezaron en el Espíritu volvieron a las obras en la carne para alcanzar justicia y los catalogó como sufriendo en vano, caidos de la gracia y vacíos de Cristo. No podemos reedificar lo que ya fue clavado en la cruz, todas las enemistades que nos eran contrarias: la ira, la condenación y la muerte, que venían como consecuencia de no poder cumplir con una ley perfecta, espiritual, santa, justa y buena. (Romanos 7:12,14) 

Gracias a Dios por Jesucristo, quien tomó mi lugar, llevó mis pecados sobre su cuerpo, pagó el precio de mi redención, me justificó con su resurrección haciéndome inocente, sin pecado, sin mancha, arruga ni cosa semejante. Ahora, por su vida puesta por la mía, estoy santo, limpio, justo y hecho perfecto para siempre por la única ofrenda que podía satisfacer las exigencias de la ley en el antiguo pacto: su vida entregada por el Padre para nuestra reconciliación, salvación y justificación. Bendecido Dios!

 

Sexto: Porque si lo reedifico dejo de disfrutar  la posición de heredero. 

La posición de herederos del reino, fue alcanzada por Jesucristo para otorgarla a los elegidos por gracia, que son los predestinados desde antes de la fundación del mundo, que él conoció desde antes (Romanos 8:29,30 y 2 Tim 1:9,10

Cuando no teníamos esa posición, “éramos por naturaleza hijos de ira también como los demás” Efesios 2:3. Estábamos “... sin Cristo, alejados de la repúplica de Israel, extranjeros a los pactos de la promesa,  sin esperanza y sin Dios en el mundo.”  Efesios 2:12-19

En otro tiempo estábamos lejos, éramos extranjeros y advenedizos.

Cuando murió el Testador (Jesucristo)  “...Así que, por eso es mediador del nuevo testamento, para que interviniendo muerte para la remisión de las rebeliones que había bajo del primero testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay testamento, necesario es que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte es confirmado; de otra manera no es válido entre tanto que el testador vive.”  Hebreos 9:1-17

Ya fue confirmado el testamento con la muerte de Jesucristo en la cruz del Calvario. La confirmación del testamento da todos los derechos para recibir la herencia, en este caso los herederos estan en plena autoridad otorgada en el testamento, para recibir todos sus beneficios, los cuales le pertenecen por autorización del Testador. El testador, falleció, dando así plena autorización a los herederos de participar de todos los bienes que poseía el dueño.

Las herencias estan compuestas de valores diversos; si son propiedades, unas son más costosas que otras aunque estan incluídas en el paquete completo de lo heredado. Así, en la herencia de Dios por Jesucristo para sus hijos adoptados por gracia, hay valores que comienzan desde la herencia de la vida eterna como el principal valor de lo heredado y el resto de los beneficios de Dios otorgados al heredero. Ejemplo: Prosperidad, salud física, liberación de tinieblas mentales, conocimiento de los misterios de Dios, participantes de la sabiduría predestinada para nuestra gloria, cobertura de ángeles que vienen a servir a los herederos de salvación (Hebreos 1:14)

En la carta de Pablo a Tito leemos: “Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.” Tito 3:7

"Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espírutu  que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos, herederos de Dios, y coherederos de Cristo; si empero padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”  Romanos 8:16,17

El creer y padecer nos es concedido por Cristo (Filip. 1:29) La glorificación a la que se refiere Pablo es en la segunda venida de Cristo (Romanos 8:23) Estamos esperando la adopción, es a saber, la redención de nuestro cuerpo, ya que la adopción del espíritu teniendo las primicias del Espíritu, fue recibida como parte de la herencia cuando se confirmó el pacto con sangre muriendo el Testador en la cruz del Calvario (Romanos 8:14,15,23)

“Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente la simiente de Abraham sois, y conforme a la promesa los herederos.” Gálatas 3:29

“Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley. Para que redimiese a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre. Así que ya no eres mós siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por Cristo.” Gálatas 4:4-7

No podemos reedificar lo que destruímos porque ya Jesús vino y cumplió con su ministerio, dió su vida en rescate por muchos, ratificó la herencia, nos libró de la condenación de la ley, Dios nos adoptó por Jesucristo, (Efesios 1:5) nos puso el Espíritu Santo en nuestros corazones y derramó allí su amor. (Romanos 5:5)

Ya no seremos más siervos, sino hijos y como hijos herederos de Dios por Cristo. Jamás volveremos a ser esclavos, Cristo nos libertó para quedar en la casa como hijos. “Y el siervo no queda en casa para siempre: el hijo queda para siempre.  Juan 8:35 Estas palabras las dijo el Dios hombre Jesucristo y Dios es veraz (Romanos 3:4)

Los herederos siempre estarán en las manos del Padre y del Hijo, y nadie puede arrebatarnos de sus manos porque nos dió vida eterna, y lo que Dios da como eterno, no perecerá nunca,  (Juan 10:28,29) “A aquel, pues, que es poderoso para guardarnos sin caída, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría.” Judas 24

 

Septimo: Porque no tendré quien me ministre.

“Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada. Y si buscamos nosotros ser justificados en Cristo, también nosotros somos hayados pecadores... (como los Gentiles) ¿Es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios.  Gálatas 2:16-20

Somos muertos al pecado (Romanos 6:2), somos muertos a la ley por el cuerpo de Cristo, (Romanos 7:4), pues nos redimió porque estabamos debajo de la ley (Gálatas 4:5) Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. (Romanos 10:4)

“Mas encerró la Escritura todo bajo pecado, para que la promesa fuese dada a los creyentes por la fe de Jesucristo. Empero antes que viniese la fe estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser descubierta. De manera que la ley nuestro ayo fue para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe, mas venida la fe (la de Jesucristo) ya no estamos bajo ayo; Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.”  Gálatas 3:22-26 

Jesucristo no puede volver a ser ministro de pecado, porque ministró una sola vez y para siempre, muriendo por los pecadores, llevando sobre su cuerpo en el madero todos  nuestros pecados. (1 Pedro 2:24)

Jesucristo, no volverá a ser crucificado por nuestros pecados, ya el testamento fue confirmado con sangre, ya no muere más el que murió una vez.

Si reedificamos la obediencia a la ley para alcanzar justicia, transgresores nos hacemos y ya no hay un Jesucristo que ministre los pecados que se cometan al transgredir la ley pues “pecado es transgresión de la ley” 1 Juan 3:4. 

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20 

Lo que ahora vivo en la carne por la fe de Jesucristo me libra de tratar de alcanzar justicia propia obedeciendo lo que es imposible para la carne. (Romanos 8:3,4 y 7)

Mientras vivamos en la carne caida, mortal y corrupta pero viviendo en la fe de Jesucristo, estaremos ciertos, confiados y seguros porque somos aceptos en el Amado “Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.”  Efesios 1:6 NOS HIZO

 

Octavo: Porque en vano se levantó una cruz.”No deshecho  la gracia de Dios; porque si por la ley fuese la justicia, entonces en vano murió Cristo.” Gálatas 21 

Noveno: Porque no hay una segunda renovación. “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole a vituperio.”  Hebreos 6:4-6 

Lo que Pablo quiere decir aquí es lo mismo que dijo  en Gálatas 2:17-18: “Si lo que destruí vuelvo a reedificar, transgresor me hago”; y Jesucristo no va a ministrar ningun pecado que ya limpió con su sangre, perdonó, borró y olvidó.  “Con un solo sacrificio hizo perfectos para siempre a los santificados.” Hebreos 10:14

Cuantas veces recaemos los cristianos? Cuenta a ver si te acuerdas; verás que son tantas que no sabes el número exacto. Si por recaer se pierde la salvación y el alejamiento del Espíritu Santo, no se salva ninguno de los elegidos por gracia que fueron predestinados desde antes de la fundación del mundo.

Nos perdonó todos los pecados. Colosenses 2:13 Todos: pasados, presentes y futuros. Gloria al Cordero que es Soberano de mi vida y la tuya y es para siempre. Dios es Espíritu y el que se junta con el Señor un espíritu es. La esposa es el cuerpo  y la cabeza Jesús,  estan unidos para siempre. No puede estar la cabeza por un lado y el cuerpo por otro. La cabeza no puede vivir sin cuerpo y el cuerpo no puede vivir sin cabeza.   Abba, Padre!

 

Décimo: Porque dejo de triunfar y de estar en victoria. La victoria sobre el pecado fue alcanzada en la cruz cuando “el juicio vino por un pecado” (Romanos 5:16)el de Adam y el juzgado fue Jesús cuando “Jehová cargó en él pecado de todos nosotros”  (Isa. 53:6) Dice el profeta: “el pecado”, no los pecados. “Mas a Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo.” 1 Cor. 15:57

El pecado era el aguijón de la muerte y la potencia del pecado, la ley.  “La paga del pecado es muerte” Romanos 6:23 “La ley entonces entró para que el pecado creciese...” Romanos 5:20 (por eso le dá potencia al pecado). En la carne está la ley del pecado y de la muerte. “La ley del pecado que está en mis miembros”  Romanos 5:23

Existe una lucha entre la carne y sus inclinaciones (el viejo hombre) y el hombre interior-espiritual; uno se rebela contra la ley del espíritu y el otro espiritual se deleita en la ley de Dios.(Romanos 7:14-25)

“¡Miserable hombre de mí! Quién me librará del cuerpo de esta muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente (la de Cristo en uno) sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a  la ley del pecado.”  Romanos 7:24,25

Ya fuimos librados del cuerpo de muerte. Si el aguijón de la muerte es el pecado y Cristo nos quitó el pecado que era poderoso por la ley porque lo hacía sobremanera pecante por el mandamiento (Romanos 7:19), entonces no moriremos jamás, tenemos lo que dijo Jesucristo: “vida eterna y ya no somos juzgados.” 

Si Pablo escribe a los Corintios lo que ya hemos dicho: “Mas a Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo” Y también escribe a los Romanos dándole gracias a Dios por Jesucristo que nos libró del cuerpo de pecado para condenación, ira y muerte eterna; entonces no tenemos que reedificar lo que quitamos: el tratar de ganar sin gracia, sino por obras, la salvación tan grande que Jesucristo logró con su vida de obediencia perfecta a la ley de Dios, su muerte vicaria y reconciliatoria y su resurección justificatoria. 

Si por el  contrario, volvemos a los rudimentos, ritos y nos inmiscuimos en el Antiguo Pacto para ponerlo por obra, entonces en vano nos libró Jesucristo y no podremos disfrutar de la victoria alcanzada, una victoria imperecedera y eterna aquí y en los cielos. 

Los dos últimos pensamientos que vamos a leer ahora, nos llevarán a ratificar todo lo expuesto anteriormente en este folleto. No olvidemos nunca lo que somos en posición delante de nuestro Dios y Salvador Jesucristo. 

“Mas a Dios gracias, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo Jesús, y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo lugar.”  2 Cor. 2:14 

“Antes en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó...Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:37-39

Que Dios alumbre los ojos de tu entendimiento, para que

experimentes cuál es tu herencia entre los santos que han creido al santo evangelio.  Que sepas del poder de Dios que levantó a Jesús de los muertos y cómo obra el Espíritu Santo en tu vida de entrega y de servicio a los demas.

 

Es el deseo de  BUENAS NOTICIAS DE GRAN GOZO

 

Los derechos de este folleto son exclusivamente de BNGG Inc.